La distracción del verano

Estoy convencida de que la venerable ancianita que ha destrozado la pintura esa del Ecce Homo que ni dios conocía, en el pueblo del que nunca había oído hablar hasta ahora, pero que tiene nombre de pijo,  es un topo del PP. Sí, un topo (o mejor una topa) entrenada para desviar la atención de los asuntos realmente importantes. Porque si no, no me lo explico. No me explico que con la que está cayendo (recortes y más recortes, atención sanitaria negada, vulneración de derechos,…) las redes sociales se hayan «colapsado» de gente que se parte el culo con la «proeza» de la señora.

Reconozco que al principio me hizo gracia, pero después de que me hicieran una profunda reflexión al respecto, ya maldita la gracia que me hace. Esa pobre señora se ha convertido en blanco de burlas y objeto de una posible demanda por daños al «patrimonio». ¡Coño ni que se hubiera cargado un Velázquez! Y mientras, en España, los ministros se compran áticos de medio millón de euros, pontifican sobre lo estupenda que es la enseñanza segregada por sexos, van a retrotraernos a las mujeres al medievo con la reforma de la ley del aborto, las personas inmigrantes se quedarán sin atención sanitaria en unos pocos días, nos van a rescatar y los banqueros podrán seguir cobrando medio millón de euros al año (pa’ comprarse un ático al lado del ministro). Y medio Internet volcado en una pintura de un Ecce Homo. ¡Así nos va!

Fuera de España también pasan cosas «estupendas»: el fin del Ramadán ha desatado a todos los machis de El Cairo (entiéndase que lo del Ramadán es una excusa como cualquier otra para dejar que el machismo y la misoginia campen a sus anchas), un congresista estadounidense se ha desatado solo, sin necesidad de Ramadán, y ha dicho que a las mujeres, cuando nos violan de verdad, se nos tiene que cerrar algo para no quedarnos embarazadas. Yo me he puesto a buscar desesperadamente el «algo» que se supone que se tiene que cerrar pero no lo encuentro. Ainssss! igual no soy una mujer normal, le preguntaré al tal Akin, a ver qué opina. Tampoco entiendo eso de las violaciones legítimas, debe ser que no soy republicana yanqui, porque en nuestro país lo de ser republicana es otra cosa, aunque los machis, sean de izquierdas o derechas, en ocasiones tienen planteamientos muy similares respecto a las mujeres, qué curioso, no?

Y así, entre declaraciones y noticias misóginas, va pasando una el verano más caluroso de la historia (al menos el más caluroso de la historia que mi escasa memoria recuerda).

Eso sí, también hay buenas noticias, frente al acoso y hostigamiento en los espacios públicos que sufren las egipcias, y todas las mujeres en todos los países, desgraciadamente no es un fenómeno exclusivo de El Cairo, hay iniciativas que se rebelan frente al acoso. En España, gracias a mi nueva ídola, Alicia Murillo, se está llevando a cabo el proyecto «El cazador cazado» consistente en evidenciar, encarar, filmar y denunciar el hostigamiento en la calle. Absolutamente recomendable el blog de Alicia. En Nicaragua, otra interesante experiencia del Colectivo O-KAN (gracias a June Fernández por compartirla en Facebook), me hace creer que la resistencia sigue siendo posible, que las mujeres cada vez estamos más hartas de la violencia, de las violencias que sufrimos en todas partes y por todas partes y cada vez somos más creativas para desarrollar estrategias de afrontamiento y denuncia.

Y para soportar mejor lo que queda de verano y lo que queda de la legislatura que pasará a la historia por destruir el Estado de Bienestar, os dejo la creación artística más lúcida e inteligente que he visto en mucho tiempo. Algo que nos tendría que hacer reflexionar (además de reír), yo me lo he pasado en grande (gracias, gracias, gracias a Alicia):

http://www.pikaramagazine.com/?p=6771

Un mes de infarto… y lo que nos espera!

Se acaba julio y tengo la sensación de no estar de vacaciones. Entre subidas y bajadas de la dichosa prima, manifestaciones, reuniones, ruedas de prensa y cabronadas varias de la gente que se supone guay y en la que deberías poder confiar ha sido un mes «estupendo». A Rajoy le debe haber parecido igual de estupendo, total, eso de joder al personal a la derecha le viene de viejo y no se les caen los anillos por reducir derechos y prestaciones; cargarse leyes como las de la autonomía personal y atención a la dependencia o la de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo le debe parecer a los/as fachas del PP peccata minuta. Y así nos tienen, con un sobresalto tras otro, rearmándonos para combatir la modificación del aborto que se nos viene encima y sin poder descansar, que ya se sabe que es una estrategia de tortura, agota al «enemigo» y así tendrá menos fuerzas para combatir… pero no lo lograrán, resistiremos (aunque sirva a de poco a las mayorías absolutas). A Gallardón (el ex-«chachiprogre» del PP) no le conmueve nada, ni las madres que han tenido embarazos de fetos con graves malformaciones, ni especialistas de reconocido prestigio, ni su propia gente, ya que según las encuestas esta reforma no la comparte ni la conservaduría pepera.

Pero por lo que parece hay otros intereses en juego, y sospecho que además de las presiones de la iglesia, algún pepero debe tener una red de clínicas abortistas (o piensa instalarla próximamente) porque lo único que mueve al PP es el dinero y el afán privatizador. Si no, no lo entiendo, no me puedo creer que sea pura y dura misoginia, con lo bueno que parecía el hombre que hasta fue portada de Zero (¿se hundiría por eso?) y contestaba tan simpático a esos izquierdosos de «El Intermedio» o «Salvados».

¿De verdad Gallardón vas a retrotraer los derechos de las mujeres al oscurantismo medieval? ¿De verdad vas a vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres?

Sólo espero que las feministas que hemos salido a la calle para protestar por la reforma laboral, por los recortes y por todos los desaguisados de este desgobierno, nos sintamos tan arropadas por nuestros compañeros/as progresistas cuando tengamos que salir a la calle para defender nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestro cuerpo.

A las barricadas!!!

Me he pasado la mañana pegada a La Sexta, la única cadena que se puede ver medianamente decente, escuchando cómo, entre aplausos y vítores, el PP se va cargando lo poco que va quedando del Estado de Bienestar. Mientras las calles de Madrid se iluminaban anoche (10 de julio) por la protesta minera, por cientos de  miles de personas a las que aún queda dignidad y coraje, esta mañana la marcha ante el Ministerio de Industria, ha estado acompañada (además de por cargas policiales de última hora), por los nuevos recortes del desgobierno de España.

Resulta indignante ver y escuchar cómo los diputados y diputadas del PP aplauden que se les reduzca la prestación por desempleo a 5 millones de personas en paro, que el personal de las administraciones públicas nos quedemos sin la extra de navidad (adios al consumo navideño y a la reactivación de la economía), que las personas dependientes vean menguados sus derechos,… resulta tan vergonzoso escuchar cómo desde la bancada pepera se insta a los/as sindicalistas ¡a trabajar! como si el facha que gritaba se partiera el lomo por los derechos de la ciudadanía. Y ni una sola palabra ni medida por parte del gobierno sobre la banca, sobre las grandes fortunas y sobre los tiburones financieros que están arrasando el país. Tuve la oportunidad de escuchar la intervención de Uxue Barkos, ole sus ovarios, pero creo que la escuché yo y poco más, porque resulta todavía más vergonzoso cómo más de la mitad de diputados/as dejan su escaño cuando intervienen personas de formaciones políticas minoritarias. Total, ante una mayoría absoluta para qué van a perder el tiempo escuchando (tarea para la que les pagamos con nuestro dinero cada vez más escaso), mejor un cafecito fuera para seguir maquinando cómo nos destrozan la vida.

Y la diana siempre puesta en los/as mismos/as: el personal de las administraciones públicas, pensionistas, personas dependientes y ahora se suman las/os paradas/os. Vamos! toda la población, excepto banqueros, millonarios/as diversos y determinados políticos y políticas. Pero eso es mentalidad pepera: somos escoria, aprovechados/as de un sistema que «no puede seguir manteniéndose públicamente» pero sí de forma privada, así que ala! a privatizar!!! Vamos camino del modelo capitalista por excelencia que ya hemos visto qué éxito ha ido teniendo (recomiendo encarecidamente ver «Capitalism: a love story» de Michael Moore para que nos vayamos haciendo una idea de hacia dónde vamos).

La gente está cabreada, desencantada, pero también frustrada y con miedo. Y mientras sigan instalando el miedo en nuestras conciencias seguiremos amordazados/as para articular la resistencia. ¿Dónde están ahora lxs indignadxs que acampaban en Sol a sus anchas mientras gobernaba el PSOE (el peor partido del mundo por lo que parecía en ese momento)? ¿Es que era más indignante lo que hacía el PSOE que lo que hace ahora el PP? Me huele demasiado a instrumentalización y manipulación de un movimiento ahora bastante desmovilizado.

Ya sé que este blog no tiene excesiva repercusión mediática, pero desde aquí hago un llamamiento a la unión de las fuerzas de izquierda, no podemos seguir cayendo en el tópico de que «todos son iguales», frente al modelo patriarcal, privatizador, capitalista y neoliberal, es posible hacer las cosas de otra manera. Ya está bien de enfrentamientos entre los partidos progresistas, o se empieza a crear una alternativa unitaria fuerte contra este gobierno facha o me veo trabajando 50 horas semanales por 600 € al mes. Al tiempo, que a eso vamos.

La gran esperanza griega o la utopía de mujeres feministas al frente de Alemania y el FMI

Hoy media Europa está «de los pelos» ante el temor de que Syriza obtenga una mayoría significativa en las elecciones griegas. No entiendo por qué les preocupa tanto Syriza y no les preocupa Amanecer Dorado. Se supone que estos últimos no van a ganar, pero su solo incremento ya es para preocuparse. Tal vez les preocupa que Syriza sea en estos momentos de las pocas voces críticas frente al modelo neoliberal salvaje alemán. Tal vez les preocupa que se escuche que se puede salir de la crisis de otra manera y que alguien quiera poner freno a los desmanes de Alemania y sus socios capitalistas sin escrúpulos, que no dudan en propiciar que un país se hunda mientras sus bolsillos se llenan.

Se dice que las elecciones griegas pueden provocar una catástrofe sin precedente en los mercados, pero la ciudadanía de a pie seguiremos despertándonos todos los días sin notar demasiado los efectos de la «catástrofe». En Grecia seguirá la gente ahogada cada vez más, familias durmiendo en la calle, incremento de suicidios,… pero al FMI le da igual la gente. Ahora a España le piden nuevos ajustes, en las mismas personas de siempre, no en banqueros y políticos, no, en el funcionariado, como si el personal al servicio de la Administración Pública fuese de la peor ralea y tuviera la culpa de la crisis. Yo no soy funcionaria, ni siquiera laboral fija, y mi sueldo baja y baja y mi trabajo sube y sube. ¿Hasta cuándo podremos resistir? Me veo cual minera asturiana lanzando proyectiles a diestro y siniestro y apostada tras una barricada. (Por cierto, todo mi apoyo a la lucha minera).

Qué «jartura» de mundo, ¿y saben lo que más me fastidia? Que Angela Merkel y Christine Lagarde sean mujeres. Urge que las mujeres feministas lleguen al poder para hacer políticas de otra manera, políticas que piensen en la ciudadanía y no en los bancos. Está claro que ser mujer no es garantía de nada, Merkel y Lagarde lo están demostrando. Frente a esa idea que dice que para un hombre incompetente en el poder que esté una mujer incompetente, yo abogo por la erradicación de los y las incompetentes. No podemos aspirar a la incompetencia, a la mediocridad, al capitalismo salvaje y al neoliberalismo por mucho que su modelo lo represente una mujer. Yo ni quiero hombres fachas ni mujeres fachas, quiero mujeres y hombres comprometidas/os con la igualdad, con el bien común no con el suyo personal. Aunque, evidentemente, entre un hombre que se dice igualitario y una mujer feminista, siempre apostaría por las mujeres… llevamos demasiado tiempo faltas de poder y protagonismo como para que sigamos encumbrándoles a ellos.

«Juegos» de guerra

Una querida compañera periodista, Carla Medina, publicaba hoy esto en su Facebook: «Especulan con los países y ya está. Da igual que nos financien, que nos rescaten, que nos subvencionen o que nos sobornen… da igual. Esto es un juego de guerra, estrategia bélica aplicada a los mercados. Y estamos perdiendo queridos….» (yo añadiría, y queridas, por esto de que soy feminista y hay que visibilizar a las mujeres, que nos estamos llevando la peor parte de la mal llamada «crisis», ahora mejor llamada estafa o guerra económica). Y como muy bien sabe mi querida Carla, sufridora del desempleo y los recortes de la dura, o mejor dicho, jodida profesión periodística, parece que no somos las únicas que pensamos que esto no es una crisis, que esto es una guerra, con una nueva modalidad estratégica. Ahora ya no hay tanques en las calles, no hay bombas cayendo en nuestras ciudades, eso lo dejamos para otros países, aquí en occidente somos muy «civilizados/as», aquí no nos manchamos con la sangre de otros/as (ya bastante derramamos), ahora nos la chupan directamente. Los mercados nos vampirizan, pero eso sí, elegantemente, sin ensuciarse los «guantes blancos». Ahora las batallas se libran en las bolsas, los proyectiles se llaman «prima de riesgo» y los ataques a la soberanía de los pueblos se llaman «líneas de crédito». Si ya estábamos ahogados/as con los recortes de esta legislatura, miedo me da lo que puede suponer el rescate bancario.

Hace unas semanas, Jordi Évole entrevistó al exvicepresidente de la Bolsa de París y hacía un interesante análisis de la estafa colectiva que están efectuando los mercados y los gobiernos a la ciudadanía y afirmaba que, efectivamente, estamos en una guerra económica, pero también estamos en un momento donde nos tenemos que replantear qué sistema queremos, qué valores han regido este sistema hasta ahora y cuáles queremos definir para el futuro.

Mientras la principal noticia de la prensa sea el valor de la prima de riesgo y no se hable de las personas que están perdiendo derechos, mientras sea más importante la especulación financiera que las personas, mientras se sigan perdiendo vidas a consecuencia de llegar a situaciones límite, de no tener lo mínimo para subsistir y nuestros/as gobernantes se vayan al fútbol, difícilmente podremos darle un vuelco al sistema. Mientras se nos aletarga con la «Eurocopa», millones de personas en Europa pasan hambre y en nuestro país alcanzamos récords históricos en pobreza infantil. Creo que vamos a una deriva sin precedentes en los últimas décadas, el crack de 1929 va a parecer una chiquillada frente a lo que tenemos encima. Y salvo tímidos repuntes del 15M, la ciudadanía se muestra conformista y apática (eso sí, los gritos de ¡¡¡gooooool!!! cuando marca la roja se oyen por todas partes). Cierto es que ha habido una gran movilización en la huelga general del 29 de marzo y sucesivas manifestaciones al respecto, pero el no conseguir los objetivos a la primera no nos debe hacer bajar la guardia, ni perder la esperanza ni desmovilizarnos. Es el momento de poner en práctica eso de que «la unión hace la fuerza».

Y por si no tuviéramos poco con la guerra económica, dentro de nada nos enzarzaremos en otra guerra ideológica frente a este gobierno impresentable. Además del desmantelamiento de los servicios públicos, nos vamos a enfrentar con el desmantelamiento de los derechos que tanto nos ha costado conquistar: los derechos sexuales y reproductivos. Pero esto será objeto de otro post. Ahora será cuestión de resistir, de pertrecharse de «armamento» ideológico, de valores, de alternativas, de otra forma de entender el mundo y empoderarnos lo suficiente para que quienes gestionan nuestro futuro, con escaso éxito hasta ahora, dejen paso a savia nueva que ponga la ética y el bien común por encima de los intereses individuales.

La crisis de los ricos, la crisis del sistema patriarcal, capitalista y neoliberal tenemos que dejar de pagarla las/os pobres. No es tolerable que los banqueros sigan despidiéndose de sus desaguisados con indemnizaciones millonarias, no es tolerable que cargos públicos hagan un uso ilegítimo del dinero y los recursos públicos cuando se llenan la boca pidiéndonos cada vez más esfuerzos de austeridad al resto, mientras el alojamiento en hoteles de 4 y 5 estrellas, los coches oficiales y las prebendas de todo tipo siguen siendo el pan de cada día. No, no es tolerable, es indecente e inmoral. Frente a esto hay que crear espacios de conciencia colectiva, hay que hablar con la gente de lo que está pasando, desde todos los espacios, desde las escuelas, desde los centros de salud, desde los servicios sociales, desde las asociaciones vecinales,… hay que despertar del letargo. Porque, queridas mías y queridos míos, recordad que estamos en guerra… y esto no es ningún juego.

Mis «amigas», las feministas con pedigrí

El texto que sigue a continuación fue escrito el 2 de abril, reconozco que en un momento de bastante cabreo. No pensaba publicarlo, pero qué diablos!, no voy a condicionar mi propia «creatividad». Desde la Asociación Contramarea que tengo la dicha y el honor de presidir, trasladamos nuestro malestar por lo que van a leer a continuación al Consejero de Igualdad del Cabildo Insular de Tenerife (eso sí, de forma más fina y más técnica). Hoy nos llegó la respuesta en el estilo ese, políticamente correcto, de: estudiaremos su solicitud pero igual no podemos hacer mucho al respecto, así que, como lo poco que nos queda es el «derecho al pataleo», en estos días de aniversario de indignaciones varias, yo voy a sumar una más. Que la disfruten!:

 

Hace años, muchos años, creía que ser feminista era lo mejor que le podía pasar a una en la vida; tomar conciencia de las desigualdades entre mujeres y hombres y luchar para erradicarlas se me antojaba el mejor quehacer del mundo, una labor que intentaba impregnara cualquier ámbito en el que desarrollaba mi trabajo. Una labor que hacía, y hago, porque me lo creo, porque lo siento y porque me sale de las entrañas, además de tener formación especializada, y mucha, para ello.

Sin embargo, el pasado 2 de abril descubrí en el Boletín Oficial de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife que para que consideren a una persona “experta” en género e igualdad de oportunidades tiene que formar parte de una “lista”, que el Cabildo Insular ya se encargará de acreditar su “expertía” si cumple con sus requisitos, los suyos, claro. Yo siempre pensé que quien acreditaba la formación era la Universidad y luego, el reciclaje profesional se acreditaba con un currículum más o menos amplio, que podía ser engrosado por una multiplicidad de cursos, jornadas, congresos, seminarios,… impartidos por entidades públicas o privadas que tuvieran personal cualificado con algo interesante que decir en materias concretas.

También pensaba que las listas se hacían por varios motivos, entre otros: para acceder a un concurso-oposición (no es el caso), para etiquetar a personas indeseables (“listas negras”), o para etiquetar a gente “deseable”, para decir: esta es de mi cuerda y la que no esté en la lista, no, quienes no estén en la lista son las/os parias del sistema. El Cabildo de Tenerife parece haber optado por esta última opción, y cual lista de Schindler en la Alemania nazi, ha decidido crear su propia “lista”. El problema es que la de Schindler salvó vidas y esta no parece que vaya a salvar a nadie, bueno, sí, salvará a las/os que entren en la lista, el resto sucumbirá a la “inexpertía”.

Entiendo que el “loable” motivo que inspira la, llamémosla, “lista violeta”, es garantizar la calidad de las intervenciones en materia de igualdad. Y una, que para algunas cosas es un poco torpe (especialmente para entender como justos y ponderados los criterios del Cabildo), se pregunta, ¿garantizará la calidad de una intervención una persona que tenga 240 horas de formación en materia de género pero no tenga titulación universitaria ni sepa cómo intervenir con grupos ni se haya puesto delante de ninguno para dar siquiera una triste charla? Porque un pequeño detalle que no consta en las bases del Cabildo es la titulación universitaria requerida. Da igual que seas ingeniera, geógrafa, bióloga molecular o mecánica, si tienes formación en género; todo el mundo sabe que las historiadoras aprenden mucho de dinámica de grupos en su carrera, que las ingenieras industriales son expertísimas en estilos de comunicación, asertividad,… ¿Quién se dejaría practicar una intervención quirúrgica a corazón abierto por alguien que no sea profesional de la cirugía cardiovascular? Pues aquí parece que para trabajar en igualdad hay que ser de profesión “feminista”, da igual el resto de formación que tengas.

Otro punto gracioso en los criterios es el número de horas que se piden: 240, ni una más ni una menos, bueno, más sí, menos como que no cuela. Y es curioso que el Cabildo Insular que quiere ofrecer una base de datos de personas cualificadas no tenga en cuenta los criterios de la Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Agentes de Igualdad de Oportunidades (FEPAIO) que ha consensuado que las horas mínimas para acreditarse como Agente de Igualdad sean 275 horas. Ah! pero claro, qué despiste, el Cabildo no pretende crear una base de Agentes, pretende crear una “base de Expertas/os” (que como todo el mundo sabe es una nueva profesión con futuro). El problema es que el único Curso Superior en Género e Igualdad de Oportunidades de 240 horas lo impartió el Cabildo hace ¡¡¡8 años!!! Ah, se siente, si no lo hiciste te fastidias, siempre podrás pagar la “friolera” que cuesta un Máster Universitario, ah! que no tienes dinero para un Máster, pues te jodes y empiezas a contar horas en “cursos”, (sic) realizados por organismos oficiales (no valen Congresos, Jornadas, Encuentros, Seminarios,… ni vale que los hayan organizado las “parias” de una Asociación feminista – que ya se sabe que de “oficiales” tenemos poco), ah! que no llegas tampoco a las 240 horas, oh!, no puedes entrar en la “lista violeta”. Y ¡ojito! que la formación tiene que ser fundamentalmente presencial, que si es online, “ésta no podrá ser superior al 30% del cómputo total” (sic). Que te has matado haciendo formación online porque tienes que conciliar vida personal, familiar y laboral, ah! se siente, el Cabildo de Tenerife cree que la formación online no tiene “pedigrí” feminista suficiente. No sé qué opinará la UNED o la Fundación Isonomía (por poner un ejemplo) al respecto, pero les preguntaré. El Cabildo se carga de un plumazo la libertad de elección de las personas para decidir cómo formarse, con qué entidad formarse y cuándo formarse. Tampoco diferencian entre la formación a distancia, online, semipresencial,… esos pequeños matices se los saltan las bases… la única formación desestimable es la online.

Sin embargo, no deja de resultar curioso que las Administraciones Públicas estén apostando por la formación online para su personal (ej. la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias) y que otra Administración Pública le reste validez a este tipo de formación. ¿Será una manera de excluir a quienes opten por formarse de otra manera? Ains! qué mal pensada soy…  bueno, hay un refrán que dice, piensa mal y acertarás.

Bueno, tranquilidad, que si no tienes formación, no importa, si puedes acreditar dos años de experiencia laboral en temas de igualdad, tu acceso a la lista está garantizado (eso sí, si presentas prácticamente hasta el color de las bragas de quien te ha contratado – ampliar la información en las bases –). Si eres autónoma o tienes mil horas de voluntaria que no puedes acreditar, ah! se siente, tampoco estarás en “la lista” (¡qué paradoja!, el propio Cabildo promueve voluntariado en violencia de género, a ver cómo se lo acreditan a quienes lo hagan). Que no tienes formación, ni has trabajado en esto, no desesperes, que si impartes docencia, investigas o publicas en estos temas, lo tienes fácil (huy!, me olvidaba que eso es para una pequeña élite vinculada a los Institutos de Estudios de las Mujeres y/o Departamentos Universitarios varios). Y cuidado con impartir otras materias que no sean específicas sobre igualdad incorporando transversalmente la perspectiva de género, que igual ya no cuela. En resumen, que no sé por qué extraña razón, algunas pensamos que la “lista violeta” ya ha nacido con nombre y apellidos propios y que la Administración está practicando un feminismo de la exclusión muy peculiar.

Frente a estas bases, no deja de resultar paradójico que el propio Cabildo Insular utilice a personas sin formación universitaria y con bastantes menos horas de 240 en formación en igualdad para formar a su personal técnico en violencia de género. ¡Qué gracia!, ¿no? Resulta que sin haber pasado por la Universidad, sin 240 horas de formación en igualdad se imparte formación a técnicas que llevan años currando estos temas. A lo mejor es que el formador del que hablo es hombre y está más legitimado, y que las que tenemos formación pero somos mujeres, y disidentes del “pensamiento único”, somos unas mindundis excluidas.

Así pues, quien esté en la “lista violeta” será guay, será la leche, la hostia en verso, y quienes no estén, unas/os totufas/os del género a quienes el sacrosanto Cabildo no acreditará ninguna expertía. Independientemente del ataque frontal que suponen estas bases a la libertad y a la equidad, y de las medidas que se puedan adoptar desde determinadas organizaciones al respecto, esta que está aquí ya avisa que no va a formar parte de ninguna lista. ¡Y a ver quién tiene bemoles de cuestionar mis conocimientos (adjunto currículum por si alguien tiene ganas de contar horas, yo no tengo tiempo).

Será que la crisis cada vez deja menos hueco de mercado y algunas avispadas han pensado en dar un par de culazos pa’colocarse en mejor posición de salida, oiga, no vaya a ser que vayan a llamar a alguien para dar una charla a un grupo de mujeres, pongamos en Santiago del Teide, por ejemplo, y vaya a acudir una advenediza que tenga menos de 240 horas de formación en género. Conozco un número muy significativo de mujeres que jamás podrán acreditar nada de lo que se pide en las bases, y cuya experiencia vital y visión feminista de la vida le daría diez mil vueltas a cualquier cría recién salida de la Universidad con su Máster bajo el brazo, pero sin ninguna habilidad para enfrentarse a grupos de mujeres, de jóvenes o de niñas y niños. Conozco mujeres que en horas de lectura de textos feministas les darían otras diez mil vueltas a toda la comisión completa que vaya a acreditar a la “lista violeta”. Conozco mujeres, en definitiva, muy sabias que nunca van a formar parte de esa lista. Unas porque haremos insumisión a la lista, como una servidora, otras porque el “gueto” feminista se ha encargado de impedírselo.

Cuando se publicaron las bases coincidí con la presidenta de una Asociación de Mujeres (cuyo nombre no daré para que no la estigmaticen por dirigirme la palabra) y le comenté si sabía algo de la lista, me respondió que mejor se dedicaran a hacer otras cosas más útiles y a dejar de perder el tiempo, algo con lo que coincido plenamente. Y es que resulta que desde que el feminismo se ha institucionalizado se ha perdido el contacto con la realidad. La burocracia nos devora y hasta para asistir a una charla de dos horas tienes que presentar una instancia en el Cabildo (eso sí, no vale por vía telemática, que ya sabemos que lo online gusta poco en el área de igualdad del Cabildo), que para ir a un curso de formación en género tienes que acreditar previamente formación en género (¡sí! en serio, no vayamos a formar a gente sin formación previa, no les vaya a gustar esto del género y tengamos más competencia).

No es normal que las áreas de igualdad de los Ayuntamientos tengan personal técnico mano sobre mano “porque no tengo recursos”, no es normal que se llame al área de igualdad de un municipio preguntando si están funcionando grupos de mujeres, talleres o algo que puedan hacer las mujeres del municipio y te digan que no hay nada, entonces ¿qué diablos se está haciendo por la igualdad? No es normal que se haga feminismo de 8:00 a 15:00 horas, que no se esté trabajando en la calle, que no se dinamicen los grupos de mujeres, que no se fomente el trabajo comunitario por la igualdad, no, no es normal. Y además de no ser normal, no es ético, no es ético que se gasten millones en pagarle a “expertas” planes de igualdad que no se ejecutan porque el dinero que tenemos nos lo gastamos en diagnosticar y planificar y ya no nos queda para ejecutar. No es profesional que los recursos humanos se escuden en la falta de medios, cuando un recurso humano bien preparado puede hacer virguerías en igualdad, que para hacer grupos sólo hacen falta personas y espacios, y hay muchos centros vacíos y muchas plazas sin okupar. No, no es normal, ni ético, pero además es muy triste. Es muy triste que las/os profesionales hayan dejado de “hacer la calle” para encerrarse en los despachos y las Administraciones Públicas se gasten los dineros en subcontratar servicios que podría hacer el personal técnico propio. Pero ya no vemos a la gente, no escuchamos sus demandas, sus necesidades, sus anhelos, sólo vemos papeles y nos olvidamos que tras los muros de nuestros despachos está la realidad. Y la realidad no entiende de “formación en género”, la realidad demanda empleo, medidas para conciliar la vida personal, familiar y laboral (eso sí, ¡que no sean online!, por favor!!! – léase con sentido irónico –), espacios de encuentro donde no se juzgue cuán feminista eres; demanda escuelas infantiles, acceso a puestos de poder, recursos para atender a la dependencia, políticas sanitarias que incluyan las necesidades de las mujeres, recursos para superar la violencia de género,… demanda, en definitiva, respuestas acordes con lo que se vive más allá de las puertas de un despacho.

De mi militancia feminista he aprendido muchas cosas, pero la principal es que el conocimiento se construye entre todas, pero todas, todas, todas. Que nadie puede arrogarse el derecho de sacar un “feministómetro” para decir que alguien vale si tiene 240 horas de formación, pero no vale si tiene 190. Y que el “pedigrí” feminista se mide de otras muchas formas que contabilizando horas de cursos y que la formación y la experiencia se alcanzan dándole oportunidades a la gente, no restándoselas.

Dentro de unos cuantos meses se cumplirá mi segundo mandato al frente de una Asociación feminista, “Contramarea”, y pasaré el testigo a compañeras más jóvenes que probablemente no alcancen 240 horas de formación (en “cursos”), pero que sí puedo garantizar que son feministas, expertas en género e igualdad y que no necesitan ninguna lista que las acredite.

Así que si alguien quiere llamarnos para trabajar por la igualdad, aunque no estemos en la lista del Cabildo, puede contar con nosotras (incluso, para según qué cosas, hasta gratis, ya lo hemos hecho, a ver cuántas “expertas” pueden decir lo mismo). Por nuestra parte, nosotras también seguiremos contando con todas, aunque no formen parte de “la lista”.

 

Demagogia fascista

Cuando la apisonadora del PP haya aplastado durante los próximos años nuestro país y nuestros derechos, se hará realidad, pero en sentido inverso, aquella histórica frase de Alfonso Guerra que decía «a España no la va a conocer ni la madre que la parió». Desmantelar el Estado de Bienestar que tanto ha costado construir les está resultando muy fácil, terriblemente fácil. Volver a construirlo puede no ser rápido ni sencillo.

El 19 de abril, el Presidente del Gobierno tenía la desfachatez de pedirle a la ciudadanía un esfuerzo más «porque no hay dinero para servicios públicos«, sin embargo, el PP ha tenido (y sigue teniendo) dinero para aeropuertos sin aviones, para banderas gigantes de España, competiciones de regatas, parques temáticos o jardines aéreos. No sabría cómo calificar esto: ¿indecente, inmoral, impresentable,… fascista? Mientras el PP se llena la boca pidiéndonos esfuerzos a la clase trabajadora, por detrás despilfarra el dinero que nos roba de nuestro trabajo, de nuestras pensiones o de nuestros impuestos. Y estoy harta. Estoy rabiosa, estoy indignada y estoy desencantada. Indignada porque le están metiendo mano a todo, no están dejando títere con cabeza: la educación, la sanidad, la radiotelevisión pública (vuelve el NODO!!!), los derechos laborales,… Y lo próximo: los derechos de las mujeres y de la población LGTB (Ley de Salud Sexual y Reproductiva, leyes de igualdad y contra la violencia de género, ley de matrimonio igualitario,..). Mientras el PP protege el derecho de los no nacidos, a quienes estamos vivos que nos den morcillas!, bueno, ni eso, que con los recortes ni pa’ comida vamos a tener. Desencantada porque la ciudadanía parece que se lo está tomando con bastante parsimonia, todavía no se ha okupado la Puerta del Sol como hace unos cuantos meses (¡curioso!, no?), a los sindicatos no se les oye desde la huelga general y la derecha campa a sus anchas por encima de nuestra dignidad, nuestros derechos y nuestros salarios.

Con los futuros recortes en educación vamos a crear la generación de «totufos/as» 2.0 más «avanzada» de Europa, si no del mundo, futuros candidatos y candidatas a «Gran Hermano» edición 200, que eso sí, recortar, recortamos, pero a la panda de impresentables que llena nuestras pantallas y que se embolsa cuantiosas sumas por soltar barrabasadas y machistadas un día sí y otro también, les seguimos creando audiencia, y no nos planteamos que contribuyan al maltrecho Estado de Bienestar con generosas donaciones.

Tampoco se plantea el Gobierno demasiadas medidas para reducir el fraude fiscal, la economía sumergida, las cuentas en Suiza y todas esas «menudencias» que reportarían a las arcas públicas sustanciosos ingresos sin tener que tocar nuestros bolsillos. Tampoco el Gobierno va a tocar a la intocable cúpula de la iglesia católica. Sólo con que la sacrosanta institución que ahora influye en las políticas gubernamentales pagara el IBI, igual las y los pensionistas podrían seguir accediendo libre y gratuitamente a sus medicamentos. Pero ya sabemos por dónde van las prioridades políticas de quienes nos gobiernan.

Y es que esto, queridas niñas y queridos niños (que diría Wyoming), es un tema ideológico. Profundamente ideológico: la derecha siempre se ha aliado con los mercados y con la jerarquía católica, y el bienestar de la ciudadanía le ha importado tres pimientos. Sólo importa el bienestar de los suyos (banqueros, políticos y cardenales y obispos varios), mientras el malestar de los/as demás crece de manera directamente proporcional a sus desmanes.

La última gota que sigue llenando el vaso es la nueva reducción salarial del personal público (en Canarias, se supone que a consecuencia de los recortes estatales). Hoy me decía una amiga que trabaja en el mismo sistema que yo, el educativo público, ese que están desmantelando a pasos agigantados, que ya no sabía qué tenía que cobrar con tanto recorte, que ya había perdido el norte sobre cuál debería ser su salario en estos momentos sin congelaciones ni recortes. Yo voy a empezar a perder el norte también. A este paso me veo cual Michael Douglas en «Un día de furia» o cual Froilán en un día de caza, con una escopeta y empezando a pegar tiros a diestro y siniestro.

Porque es frustrante; es frustrante tener dos carreras universitarias, dos máster, un programa de doctorado, miles de horas de formación continua y cobrar lo mismo que una recepcionista de un hotel (con todos mis respetos para la recepcionista y sin querer decir que su salario deba disminuir), pero un puntito de mayor equilibrio debería haber, digo yo. Porque, ¿debido a qué extraña razón un asesor o una asesora de un político de turno puede cobrar en torno a 5.000 €/mes y esta que está aquí (que puedo asegurar que sé más que muchos/as asesores/as) cobraría 1.500 € con el nuevo recorte?

Tal vez deberíamos plantearnos la funcionalidad / utilidad de determinado personal de la Administración Pública. Porque digo yo, si hay personal técnico, ¿para qué se necesitan asesores/as? ¿Es que el personal técnico no sabe? Pues que se forme, y si no, a la puñetera calle y se contrata a gente cualificada (que hay mucho paro), lo que no puede ser es que por encima de una técnica o un técnico de base, exista una caterva de mandos intermedios y asesores/as hasta llegar a quien toma las decisiones políticas. Quizás ahí se está despilfarrando mucho dinero público que se podría reconducir de otra manera: manteniendo un salario digno para el personal que nos educa, para el personal que cuida nuestra salud,… Porque sinceramente, no lo entiendo, no entiendo que una maestra pueda llegar a cobrar al paso que vamos 1.600 € y un político cobre 6.000 €, hay un «pequeño» desfase, ¿no? Tal vez sería más equilibrado que la maestra cobrara 2.500 € y el político 3.000 € (por ese plus de toma de decisiones, aunque invitaría a unos cuantos a estar un día en un aula y analizar dónde se toman decisiones más importantes).

No sé, como cuando escribo en este blog lo hago de forma visceral, igual si me sereno veo las cosas de otra forma, pero últimamente serenarse es difícil; cada vez que abro la prensa, me encuentro con una noticia poco tranquilizante. Ante el nuevo recorte que se plantea el Gobierno de Canarias, Intersindical ha hecho una propuesta bastante interesante (si hubieran hecho un uso no sexista del lenguaje ya sería la leche!!!).

En fin, seguiremos resistiendo los embates de las fuerzas del mal (leáse PP), y luego decían que Zapatero tenía la culpa de todo. Ainssss.

Pacto entre «caballeros»

Hace unos cuantos siglos, las mujeres no éramos ciudadanas, no teníamos derechos ni estábamos en «lo público». Las mujeres no éramos agentes de pacto, los pactos los hacían ellos, los hombres, los que decidían cómo se sentaban las bases de la convivencia, qué era delito y qué no, cómo se repartía la riqueza, el trabajo, el poder… El lema de la revolución francesa «Libertad, igualdad y fraternidad» (frater = hermano; en masculino para más señas) no nos incluía.

Y eso deben seguir pensando algunos en Arico (municipio del sur de Tenerife) tres siglos después. En esta última legislatura, accedió a la Alcaldía una mujer, Olivia Delgado Oval (PSOE), joven, preparada y con ganas de introducir cambios en un municipio que hasta ahora había sido gobernado durante más de 20 años por la misma persona. Pues bien, el pasado 6 de abril, la citada Alcaldesa cesa cautelarmente a un concejal de su Ayuntamiento, Jesús Montañez del CCN, al haber sido acusado de malos tratos. La Alcaldesa aludió a la pérdida de confianza dado que no se la informó de la acusación que pesaba sobre él por un presunto delito de violencia de género. Tres días después, el 9 de abril, los «caballeros» de dos formaciones políticas, la del concejal cesado (CCN) y la del ex-alcalde «cuasi-vitalicio» (CC) presentan una moción de censura contra ella. ¡Qué curioso! ¿no?

El «premio» que ha obtenido la Alcaldesa por una decisión coherente con sus principios y coherente con lo que éticamente corresponde frente a la imputación por un delito de malos tratos, ha sido exponerse a la más que probable pérdida de su cargo. Ojalá hubieran más Olivias, ojalá las y los responsables públicos tuvieran la valentía que ha tenido esta mujer para trasladar a la sociedad el mensaje de que frente a la violencia de género no podemos permanecer impasibles. Le ha costado cara la coherencia, pero creo que la dignidad y los principios son más importantes que un cargo.

Nos podríamos preguntar si la respuesta hubiera sido la misma si hubiera sido un Alcalde en lugar de una Alcaldesa, pero lo que ha quedado de manifiesto en este caso es que los pactos «fraternales» están por encima de los Derechos Humanos.

Por cierto, el concejal acusado, que también dirige un colegio público en el municipio, ha sido absuelto. Pero qué quieren que les diga, con un testigo «amnésico» repentinamente y una mujer que se negó a declarar me resulta demasiado sospechoso… Casos como este hay miles: la ocultación de la violencia, el miedo y la anulación de las mujeres frente al poder del agresor es algo demasiado común para quienes conocemos los mecanismos implicados en las situaciones de malos tratos.

La moción de censura se abordará el día 20 de abril en el Pleno, hasta entonces todo mi apoyo y ánimo a la Alcaldesa. Repito, ojalá tuviéramos más ejemplos como el suyo en política. Frente a las impunidades y corrupciones varias que nos rodean, su actuación es una bocanada de esperanza.

Good bye Estado del Bienestar!!!

Mientras en España se recorta la Sanidad y la Educación, mientras los Servicios Sociales vuelven poco menos que al asistencialismo de la época franquista, mientras los derechos de las mujeres son conculcados a diario (y a partir del destrozo que harán a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva lo serán aún más), mientras los ricos y defraudadores a Hacienda disfrutan de amnistías fiscales y las clases medias pagamos sus desaguisados, mientras el obispo de Alcalá de Henares envía a homosexuales al infierno, mientras…  el presidente huye por la puerta de atrás, y no, no ha sido el presidente del Madrid o del Barça el que huye, ha sido el todos los españoles y españolas, mal que nos pese a muchas aguantar a semejante incompetente que no votamos. Parece que todavía los recortes no bastan para calmar a los carnívoros mercados, parece que perder derechos no es suficiente, parece que perder la vida tampoco sacia su codicia, y mientras permanecemos impasibles…

Bueno, no, estoy siendo injusta. No estamos impasibles. Mientras, media España está pendiente del pie de Froilán, que ya se sabe que es mucho más importante que estar pendiente de los derechos que vamos perdiendo. Eso sí, el tiro en el pie de la criatura ya ha desatado la creatividad, y los chistes y comentarios que corren por las redes sociales empiezan a ser muy hilarantes, a falta de pan que no nos falte el sentido del humor. (Y por cierto, ¿no hay ninguna colega con un par de ovarios que le inicie un expediente de riesgo al menor? Por menos se han declarado desamparos, pero ya se sabe, siempre ha habido clases… eso nos lo recuerda el «des-Gobierno» y los mercados a diario).

Retiro lo de la colega con un par… que tal y como está el mercado de trabajo no es cuestión de jugársela, por muchas ganas que nos entren.

8 de marzo recortado

En este 8 de marzo polémico por los recortes y polémico por comentarios en Facebook sobre si hoy es un día rosa o violeta, creo que debemos superar lo que nos separa y aglutinarnos en torno a un objetivo común: no permitir ni un paso atrás en los derechos conquistados. Ante el retroceso que se avecina en nuestros derechos sexuales y reproductivos, ante la ya terrorífica reforma laboral, ante el freno a las políticas de igualdad,… el 8 de marzo debe servir para unirnos en la defensa de la libertad, de la igualdad, del derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, de los derechos laborales,…

El 8 de marzo es el día que recuerda las desigualdades que sufrimos por ser mujeres, y a la desigualdad de género se le van sumando otras desigualdades, por eso a la marea violeta se han de sumar otras «mareas»: verdes, naranjas, rosas,… Y la marea violeta se ha de sumar a otras mareas. Porque el 8 de marzo es de TODAS y para TODAS, para las lesbianas, para las discapacitadas, para las negras, para las blancas, para las musulmanas, para las cristianas, para las indígenas, para las mujeres con cáncer (pues sí, ¿por qué no puede ser un día rosa también?: esto va por la polémica de Facebook), para las militantes, para las no militantes,… para las FEMINISTAS y para las no feministas. Para todas las que luchan con conciencia de género y para las que no han tomado conciencia e igual nunca la tomen,…

En este 8 de marzo y en los próximos que se avecinan nos enfrentaremos a una avalancha de despropósitos y demagogias: sobre la violencia de género, sobre el aborto, sobre el uso no sexista del lenguaje,… sobre cualquier tema que suponga para las mujeres mayores cotas de igualdad. Por eso debemos esforzarnos en «feministizar» la sociedad, el feminismo no es propiedad de nadie, ni siquiera de las feministas «con pedigrí», o logramos que el feminismo cambie el mundo o al paso que vamos, los mercados y los estados patriarcales destrozarán lo que tanto esfuerzo nos ha costado conquistar.

¡¡¡FELIZ Y VINDICATIVO 8 DE MARZO!!!