Sabemos, podemos, queremos: crónica del XII Congreso de Trabajo Social

Aunque un poco tarde, no podía dejar de reflexionar sobre el último congreso de mi profesión al que tuve la oportunidad de asistir los pasados 14, 15 y 16 de noviembre en Marbella. Resulta paradójico que una profesión comprometida con la ética y los valores de la justicia social y la lucha contra las desigualdades celebre un congreso en una de las ciudades que más fama ha alcanzado por su corrupción. Entiendo que es una forma lavar su imagen y que la cesión gratuita del palacio de congresos influyó notablemente para la elección del lugar; pero pese a su “mala fama” al pasear por Marbella descubres una ciudad con un casco antiguo con encanto y un paseo marítimo espectacular, cuyas bondades nos vendió la Alcaldesa de forma muy amena en la inauguración del Congreso (junto con la Consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Mª José Sánchez Rubio, las únicas no abucheadas en el acto inaugural).

De dicho acto para mí lo mejor fue que Koldobi Velasco iniciara el abucheo a Juan Manuel Moreno Bonilla, Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, gritando “Derechos sociales para todas y todos”, me pareció que hubiera sido necesario un plante colectivo ante la persona que representa a un gobierno que está desmantelando el Estado de Bienestar, hubiera sido impactante que más de 1.300 personas se levantaran a la vez y salieran del palacio de congresos, pero nuestra profesión feminizada y políticamente correcta, aguantó estoicamente que nos contaran el cuento de lo beneficiosas que estaban siendo las reformas y el enorme compromiso que tenía el gobierno por defender los derechos de ciudadanía.

Este congreso era el cuarto al que asistía, empecé en el año 96 en Sevilla y he acudido a Santiago de Compostela, Zaragoza y Marbella este año. En tres congresos presenté comunicaciones relacionadas con la igualdad entre mujeres y hombres, y por primera vez, en un congreso, en este de 2013, se crea una mesa específica denominada “Género. Experiencias innovadoras, emergentes y buenas prácticas” donde todas las comunicaciones que se presentaron tenían que ver con los condicionamientos de género y la manera de conocerlos y abordarlos desde el Trabajo Social. Es cierto que en Congresos anteriores se habían presentado comunicaciones sobre género, pero por primera vez se agruparon en una mesa en torno a un eje común, y me pareció significativo, más vale tarde que nunca! Si bien en Zaragoza, en 2009, hubo una mesa que en torno al eje de la mirada abordó cuestiones relacionadas con las desigualdades de género, no fue monográfica.

¿Qué me traje de Marbella? Además de una tablet muy chula con las comunicaciones del congreso, lo mejor fue la oportunidad de haber conocido a compañeras/os muy interesantes (Tania Mesa de la blogosfera de Trabajo Social, Raquel Millán, una de mis principales referentes en el trabajo social con grupos de mujeres, y todas las compis de la isla vecina, Gran Canaria, Ana Cano, Ana Demetrio,…) y las “viejas” compis, no por edad sino por años de complicidad y lucha: Koldobi, Magüi, Izaskun,…

A nivel teórico, para mí, pocas novedades, Alfonsa Rodríguez Rodríguez para mí de lo mejorcito, realizó una ponencia magistral denominada “Hacia una  visión proactiva: el conocimiento en  trabajo  social como red de seguridad”; la simultaneidad de las mesas de comunicaciones impidió poder participar en todas pero todavía estoy leyéndolas en la tablet: experiencias interesantes con nuevas tecnologías, experiencias participativas, ética, interculturalidad, estado de nuestra profesión, mesas monográficas sobre salud, servicios sociales, vivienda, personas mayores,… Más de 250 comunicaciones libres fueron admitidas y más de 200 desestimadas, lo cual parece un síntoma de que esa idea de que no sistematizamos la práctica parece que se está diluyendo.

Significativos fueron también los resultados de los estudios sobre el estado del Trabajo Social, donde se puso de manifiesto que pese a ser una profesión feminizada, los puesto de poder los siguen ocupando hombres, anécdotas curiosas: en una mesa donde se decía que la nuestra era una profesión feminizada, había cuatro hombres y dos mujeres; en el programa, la mesa de divulgación y publicaciones (“Difundir el trabajo social en España: revistas y publicaciones”) estaba conformada sólo por hombres (no fui, no sé si hubo algún cambio final), y es simbólico, ¿quién escribe, quién divulga, quién posee los medios que comunican en Trabajo Social en una profesión conformada por un 90% de mujeres?); un comunicante que presentaba una comunicación hecha por dos mujeres y un hombre acaba presentándola él porque una de compañeras era muy “tímida” y la otra estaba un poco perjudicada de la marcha marbellí (todavía estoy ojiplática ante la explicación), en fin, cuestiones de género al margen, aunque en mi caso es complicado que las pueda dejar al margen, el Congreso tuvo momentos brillantes como el acto protagonizado por la Marea Naranja de Granada, organizando un funeral por los Servicios Sociales públicos o la posibilidad de crear espacios de encuentro entre las mareas o conectarnos compañeras/os de distintas latitudes.

La intervención en tiempo de malestares, lema del congreso, generó reflexiones necesarias para articularnos frente a la desarticulación de derechos pero eché en falta estrategias más concretas y mayor compromiso y activismo desde nuestra profesión, que se llena la boca nombrándose como agente de cambio y en demasiadas ocasiones contribuimos a perpetuar el “status quo” del poder vigente. No sé si un ejemplo de poder podría considerarse la “privatización” del patrocinio del Congreso, pero el espacio publicitario ocupado por la UNIR, CLECE o Grupo 5, en detrimento de otras iniciativas privadas más minoritarias pero que hubiera sido interesante divulgar (como forma de apoyo a la emprendeduría social), fue quizás el elemento que más me chirrió del Congreso. Entiendo que hay que cubrir los gastos y está claro que en estos momentos la iniciativa privada es quien maneja la pasta, pero, joer, hubiera sido interesante contar con otra iniciativa privada diferente.

Pese a las críticas, que espero sean constructivas, no hay que dejar de agradecer a la organización el esfuerzo y la dedicación para que el Congreso saliera tan bien, creo que el Colegio de Málaga ha hecho un buen trabajo y al próximo organizador le espera un reto muy importante a plantear como eje del futuro Congreso: cómo reconstruir los derechos y los recursos que se están destruyendo en esta época, si es que dentro de cuatro años, cuando se celebre, nos queda algún reducto del ya maltrecho Estado de Bienestar.

Servilletas versus compresas… o la necesidad de incorporar la perspectiva de género al Trabajo Social.

(Tranquilidad, explicaré el porqué del título algo más abajo, sigue leyendo).

Hace algo más de cinco años nació este blog, justamente a raíz de comenzar como profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de La Laguna, cubriendo la baja de una compañera. Mi experiencia docente duró 7 meses, pero en ese breve espacio de tiempo luché por incorporar el género y las políticas de igualdad en el proceso de construcción del nuevo Grado en Trabajo Social, además de introducir en mi asignatura de forma transversal y específica dichos contenidos. En todos estos años no había escrito ningún post específico sobre mi profesión, ni sobre Servicios Sociales,… Este blog estaba más centrado en activismo feminista y opinión política. Hoy haré una excepción, que espero que no sea la última, y voy a hablar de Trabajo Social, de Servicios Sociales, de crisis, de mujeres, de decisiones técnicas, de voluntades políticas,…

Llevo alrededor de 20 años de mi vida laboral trabajando con grupos de mujeres, también con grupos mixtos, pero fundamentalmente con mujeres, escuchando sus vivencias, alegrías y tristezas, violencias y procesos de empoderamiento,… Hasta este contexto de mal llamada crisis (de lxs pobres, y enriquecimiento indecente de lxs ricxs), los malestares expresados en los grupos con los que había trabajado no tenían demasiado que ver con la cobertura de las necesidades básicas de subsistencia, y aunque siempre había situaciones de precariedad económica importante, hasta ahora no se habían manifestado de forma tan lacerante. Llevo las últimas semanas trabajando talleres de empoderamiento con mujeres que se pasan la primera media hora del taller manifestando su ansiedad por saber cuándo cobrarán la PCI (Prestación Canaria de Inserción) y cómo se organizan para ir a recoger las bolsas de alimentos que determinadas ONG reparten “graciablemente” como en los mejores tiempos del Auxilio Social, y así me voy enterando de cosas que creía que jamás tendría que escuchar como profesional del Trabajo Social.

Yo pensaba que vivía en un país que había alcanzado un sistema público de Servicios Sociales universal, público, que consideraba los derechos de ciudadanía un pilar básico de nuestro desarrollo democrático. Pensaba, ingenua de mí, que las personas tenían derecho a vivir con dignidad sin tener que mendigar un plato de comida o sin ser obligadas a realizar determinadas “contraprestaciones” por acceder a ese derecho, pero me equivoqué. En estos momentos, cuando está en cuestión el Sistema de Servicios Sociales, si se aprueba finalmente la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, cuyo colmo de la “racionalidad” es destruir la descentralización de los Servicios Sociales, eliminar competencias municipales, suprimir derechos de ciudadanía y dar un tiro de gracia al ya maltrecho sistema de Servicios Sociales, todavía hay en mi profesión gente que se empeña en gestionar las migajas que el sistema tiene a bien repartir entre sus pobres, como si fueran suyas propias y les fuera la vida en ello.

Una que no ha trabajado en la vida en Servicios Sociales (sí, ya me pueden poner a caldo por este post), pero que lleva 23 años de trabajadora social por la vida, se asombra cuando le cuentan que para recibir una mierda de prestación de alrededor de 500 € tienes poco menos que tener un Máster en cumplimiento de obligaciones con la Administración: no vale con que estés apuntada al paro y buscando activamente empleo, no vale que tengas a tus hijos e hijas escolarizados/as correctamente y te preocupes por su educación y por su seguimiento sanitario,… además, se te “obliga” a formarte, a obtener el Graduado, a ir a talleres de todo tipo (te interese o no su contenido,…) y ¡pobre de ti como no lo hagas! Además curiosamente, cuando las usuarias de los Servicios Sociales y las demandantes de prestaciones son mujeres parece que recae sobre ellas mayor peso de obligaciones que sobre el resto de miembros de su familia, que también se benefician de la prestación pero no contraen las mismas obligaciones que ellas. Conozco demasiados casos de mujeres desbordadas mientras sus parejas pasan los lunes (y los martes, los miércoles, los jueves,…) al sol.

Es muy triste escuchar que una mujer le diga a su Alcalde: “contrate más trabajadoras sociales, pero que sean buenas”. La percepción que tienen muchas mujeres de sus trabajadoras/es sociales de referencia, en ocasiones, es un tanto negativa, transmiten la idea de ser unas personas que les tramitan unas ayudas pero que desconocen lo que está viviendo realmente esa familia, que no sabe cómo podrá acudir a una entrevista de trabajo porque no tiene bono de transporte, que no sabe cómo va a mantener la medicación que requiere su hijo en la nevera porque le van a cortar la luz, que no puede cubrir la alimentación de una hija celíaca porque los productos específicos son muy caros y no todas las ONG contemplan la diversidad de dietas alimentarias,…

Sí, lo sé, me consta que los Servicios Sociales están desbordados, que hay magníficas/os profesionales en estos servicios que no dan abasto con las demandas, que cada vez se trabaja en unas condiciones de mayor precariedad, que la gente se “quema”,… pero también me consta que hay un malestar de muchas usuarias por el trato recibido por parte de personas que trabajan para la Administración Pública (y no sólo compañeras/os de profesión). El otro día me comentaba una mujer que no entendía cómo otra mujer (trabajadora social) no entendía su situación, y es que cuando no llevamos puestas las “gafas de color violeta” a veces nos puede resultar difícil entender historias vitales de nuestras congéneres.

Y hablando de la perspectiva de género, resulta paradójico (y lamentable) que la dispensación de víveres de primera necesidad para las familias sin recursos incluya servilletas entre esos productos pero no incluya compresas o tampones. Yo estoy segura que en las familias más pobres dispondrán aunque sea de un mísero trapo para limpiarse las manos, pero ¿alguien se ha planteado que las mujeres menstrúan y que en una familia de tres mujeres (ej. madre y dos hijas adolescentes) se pueden dejar un dineral, que no tienen, en compresas? Hace poco mujeres con las que trabajo se quejaban de esa situación y yo me quedaba ojiplática porque no entendía cómo era posible que algo tan obvio no se contemplara desde determinados Servicios Sociales (no pretendo generalizar, igual hay Ayuntamientos que sí lo contemplan). Este ejemplo, quizás un poco “tonto” pensarán algunas personas, viene a demostrar que nos llenamos la boca hablando de “la perspectiva de género” (últimamente es lo “políticamente correcto”) y a la hora de su concreción práctica seguimos trabajando desde modelos androcéntricos.

Podría citar muchos más ejemplos, pero ese artículo se haría interminable. Quisiera concluir con una reflexión: ya que hemos vuelto a la época del asistencialismo, del reparto de alimentos, de crear “despensas” promovidas por la Administración Pública, al menos háganlo de la mejor manera posible, joer, es tan fácil como entender que las “familias” tienen género, están compuestas por niñas, niños, chicas, chicos, mujeres, hombres, con necesidades diversas y específicas por razón de género. Ya que gran parte de la población de nuestro país se ha visto abocada a mendigar derechos, los poderes públicos deberían ofrecerlos en las mejores condiciones de dignidad, justicia e igualdad posibles.

Y ya que desde el Trabajo Social parece que no tenemos suficiente poder para poner patas arriba este sistema injusto, empoderemos al menos a la ciudadanía para que de una vez por todas esta simulación de democracia les estalle en la cara a quienes nos desgobiernan y saquean, y los derechos no sean algo utópico que una vez vivimos, sino sean la realidad de un país que se nombra a sí mismo como “estado social y democrático de derecho.”

De reencuentros y otras historias…

Este post es un mero trámite. Tengo dos laaaaaaaaaargos artículos iniciados e inconclusos que debería haber publicado este mes, pero no me da la vida para más, así que para cumplir con mi autocompromiso de un post mensual aquí va esto. Mañana me perderé unos días de mi civilización particular para reencontrarme con un viejo amigo, amistad por cierto, forjada de encuentros y desencuentros, a ver si esta vez la edad y la madurez logra que el nuevo reencuentro sea más duradero. Celebraremos «Halloween», es decir, la noche de difuntxs, contando historias de miedo, o emborrachándonos un poco, que casi será mejor, o ambas cosas a la vez, para soportar las historias de miedo. Aunque para historias de miedo, de terror auténtico, las que nos brinda nuestro des-gobierno a diario.

Así que estos días espero olvidarme de los desaguisados gubernamentales, volver recargada de energía mediterránea y comenzar noviembre, el mes de lucha por la erradicación de las violencias de género, con renovadas ganas de seguir apostando por hacer de este mundo un lugar más habitable.

De brujas y hechiceras a curanderas y santiguadoras: el poder coartado de las mujeres canarias

Navegando por la red he descubierto que un reportaje mío que escribí hace más de 15 años, en mi época de «intrépida periodista», ha sido plagiado y andan algunos tíos por ahí arrogándose el derecho de su autoría con toda la desfachatez y poca vergüenza del mundo. Sólo una web, el Portal Afrikanista, ha tenido el detalle de respetar mi nombre. Publico de nuevo ese artículo en mi blog, no sólo para dejar bien claro quién fue su autora, o sea, yo, sino porque a raíz de un intercambio de mensajes en Facebook, decido recuperar a mis queridas «brujas» de antaño. Así pues, aquí va (literal, tal y como se publicó entonces, sin modificaciones que hoy, sin duda, haría, pero he decidido respetar el original):

 

La construcción androcéntrica de la Historia por parte del sistema patriarcal en el que vivimos ha supuesto un sesgo fundamental en la visión que se ha transmitido de las mujeres a lo largo del tiempo. Las gestas y hazañas que han ido construyendo el devenir de los pueblos han sido transmitidas por hombres que han realzado las virtudes de sus coetáneos olvidando a la otra mitad de la humanidad. La presencia de la mujer en la Historia se vio limitada hasta hace bien poco a hechos tan reprobables como el que relatamos aquí. Ahora que está tan en boga el resurgir de lo femenino, nos adentramos en la historia de las brujas y hechiceras canarias, para descubrir otra visión, sorprendente, que difiere en grado sumo a la contada por los estudiosos de la época.

«El escribano de la causa observó que tenía en la espalda una señal de bruja, a lo que ordenó el gobernador: pues que es bruxa, denle tormento, pues tiene señal de bruxa. Se negó, muy valientemente, a declarar. Pero, sometida a un brutal tormento – el potro, la toca y la polea, con pesos colgando de sus pies-, acabó confesando los hechos propios de la acusación que se le hacía: pacto con el demonio, que se le aparecía en forma de camello garañón y al que besaba el pie; volar por los aires, echando alhorra sobre los campos; chupar niños, abriéndole el demonio las puertas; untarse con un ungüento blanco que hacían con tútano de perro y sebo y tútano de camella y cabra, y con otro verde que el diablo les daba.» Lucía de Cabrera (Lanzarote, 1577), autora de la confesión que cita Francisco Fajardo Spínola, estudioso del tema, se retractó de la declaración que obtuvieron los inquisidores a través del tormento alegando que lo dijo con miedo y fruto de la tortura. Murió poco después como resultado de ésta.

La caza de brujas en Canarias no fue tan masiva como en la vieja Europa, pero sí digna de estudio por las variantes que introduce. El caso de esta mujer es paradigmático; recoge en la confesión la mayor parte de las atrocidades de las que se acusaba a las brujas, pero aderezadas con elementos culturales propios: el diablo convertido en camello, por ejemplo o el tuétano y sebo de camella y cabra, animales propios de la isla.

Las noticias sobre la brujería y hechicería en las Islas Afortunadas fueron analizadas por muchos estudiosos partiendo de sus propias creencias y prejuicios. Pese a que el Archivo Histórico Nacional y el Archivo del Museo Canario recogen numerosos procesos contra mujeres acusadas de superstición (amplio epígrafe donde tenían cabida la brujería y la hechicería), la interpretación dada al fenómeno lo aleja en ocasiones de la raíz canaria para situar todas las culpas en las moriscas, esclavas africanas, berberiscas y/o peninsulares que poblaron las islas después de la conquista. «(…) fueron estos moriscos de Berbería los que infestaron, moral y espiritualmente, los hogares de cristianos viejos, verdaderos adalides de la fe católica. (…) Las moriscas fueron las que más relajaron y envenenaron el ambiente social y religioso con sus prácticas, conjuros, ligamentos, maneras de vivir, etc.» (Sebastián Jiménez Sánchez, 1955). Y si bien es cierto que la influencia de estos colectivos fue notable, no podemos olvidar la historia y la tradición mágica que tenía lugar en Canarias antes de la llegada de los conquistadores con su cruz y su espada.

Las crónicas de los historiadores nos han transmitido una visión de las mujeres aborígenes bastante peculiar. Desde los oráculos de Tamonante y Tibiabín en Fuerteventura hasta la combatividad de las mujeres palmeras, nos encontramos con una gran variedad de relatos que ponen de manifiesto el significativo papel que desempeñaron las mujeres en la conquista. La presencia de éstas en los ritos mágico-religiosos también es destacable, y así nos encontramos en Gran Canaria con la existencia de las «maguadas» o «harimaguadas», lo que nos habla de una tradición en la que el culto a la fertilidad y los ritos de purificación están presentes en la vida cotidiana.

En definitiva, en Canarias nos encontramos ante un caso, no de matriarcado, pues no existía esa desigualdad entre hombres y mujeres propia de la cultura patriarcal, sino de matrilineazgo y matrifocalidad. La herencia se transmite de la madre a los hijos, el derecho de propiedad es de titularidad femenina, se adora la diosa madre de la fecundidad y de la tierra (ejemplos arqueológicos como el ídolo de Tara así parecen confirmarlo), se exalta la maternidad y la mujer goza de las máximas libertades en el terreno sexual. Nada obliga a la mujer a guardar fidelidad conyugal ni existen los mismos conceptos de virginidad, castidad, repudio y legitimidad de los hijos que podían tener los conquistadores.

Después de la conquista y tras el exterminio de gran parte de la población aborigen, la mezcla de razas fue evidente, pero aún así pervivieron muchas costumbres y tradiciones, por las cuales fueron satanizadas muchas mujeres y acusadas de brujas. Tengamos en cuenta que la conquista de Canarias finalizó en los inicios de la caza de brujas en Europa. Y aquí no nos íbamos a quedar atrás.

La misoginia Europea

La ola de terror misógino que asoló fundamentalmente Europa, aunque también afectó a América (recuérdese si no a las «brujas de Salem»), durante los siglos XVI, XVII y XVIII no tiene una fácil explicación, pero demuestra hasta qué punto los hombres ejercían el poder sobre las mujeres, qué grado de sadismo sexual y violencia llegaron a emplear en sus torturas y hasta qué punto el miedo y el odio se convirtió en el principal acicate de la mayor matanza de mujeres de la historia, por una causa diferente a la guerra. Si a eso le añadimos los cambios económicos, políticos y religiosos (la Reforma y la Contrarreforma) que sufría Europa ya tenemos preparado el contexto.

Los aquelarres, los pactos con el diablo, los niños a los que les chupaban la sangre, las cópulas con el demonio,… fueron la excusa perfecta para el ensañamiento de los jueces, inquisidores, torturadores, carceleros,… sobre mujeres «viejas, pobres, analfabetas, viudas y curanderas». Ese quizás fue el mayor delito, ser mujer con esas características. Se calcula que cien mil mujeres pudieron haber sido ejecutadas, y si bien entre un 10% y un 20%, según las poblaciones, de acusados fueron varones, más del 80% fueron de sexo femenino. Pero al margen de las ejecuciones nos quedan otros cientos de miles de mujeres (se calcula que más del doble de las ejecutadas) desterradas, multadas, humilladas y estigmatizadas con el sambenito de bruja.

El control sobre sus cuerpos, especialmente sobre la sexualidad, la marginación del mundo productivo y la desvalorización de sus conocimientos médicos fueron estrategias empleadas para sumir a las mujeres en la más absoluta indefensión y soledad frente a terribles acusaciones. Sin embargo, hoy hemos de agradecer a aquellas mujeres los conocimientos que nos legaron y la simiente que sembraron en otras mujeres en la búsqueda de nuestro poder: el uso de plantas como la belladona, el cornezuelo, la dedalera,… con fines terapéuticos, la capacidad de curar y curarnos a nosotras mismas, la posibilidad de elegir nuestras vivencias sexuales, la libertad de asociarnos y la posibilidad de acceder al mundo laboral. El ansia de libertad e independencia hace tres siglos lo pagaron muy caro…

Hechicería y brujería: el exterminio del poder femenino.-

Judíos, portugueses, moriscos, esclavos africanos, castellanos, andaluces,… toda una mezcla de gentes y costumbres fue a poblar las islas una vez finalizada la conquista. Si a eso le añadimos la posterior influencia de países de América como Venezuela, Cuba o Brasil, fruto de la emigración de canarios allá nos encontramos con una tradición curanderil sincrética en la que perviven elementos aborígenes (quizá los más escasos) con elementos europeos (cristianos), africanos y latinos. Todo un cocktel explosivo para unas islas mágicas y estratégicas.
Entre 1499 y 1714 fueron denunciadas por hechicería 1.136 mujeres frente a 109 hombres. El término bruja no aparece hasta 1529, y aunque no parece establecerse una delimitación clara entre las brujas y las hechiceras, parece que hay rasgos de las brujas (volar, chupar las sangre de los recién nacidos,…) que las hechiceras no los practican. Aunque ambas prácticas son consideradas maléficas, por los inquisidores, la hechicería puede tener un carácter benéfico y curativo, aunque lo más normal es que se utilice para atraer o conservar el amor de una persona, para adivinaciones o curaciones. La brujería, quizás derivado de la histeria colectiva y misógina que recorría Europa, se la consideraba instrumento del demonio. Satanás campaba a sus anchas por la Tierra y las brujas eran sus servidoras. Claro que, nada más lejos de la realidad.

La mayor parte de las mujeres procesadas por hechicería o brujería fueron de baja condición social, de mediana edad y de grupos étnicos marginados, siendo arrancadas muchas de sus confesiones a través del tormento, con lo cual se puede afirmar que son los jueces inquisidores los creadores de la confesión. Si bien se llegó a generar un miedo colectivo ante las presuntas brujas o hechiceras no se produjeron explosiones de histeria ni persecuciones masivas como en la vieja Europa, aunque la Inquisición jugó un importante papel moderador en este sentido.

En general, tras el delito de superstición se escondían aquellas prácticas relacionadas con la magia amatoria, la adivinación o la sanación, aunque en el siglo XVIII la hechicería se torna más siniestra y se la relaciona con toda suerte de maleficios. Los supuestos pactos con el diablo empiezan a proliferar, aunque también podemos encontrar referencias interesantes desde el siglo XVI. En la visita que realizamos al Museo Canario en Las Palmas de Gran Canaria, tuvimos la oportunidad de tener en nuestras manos cientos de legajos sobre procesos inquisitoriales y cuál no sería nuestra sorpresa al comprobar la existencia de un patrón prefijado en las acusaciones. Si comparamos procesos distintos vemos que se repiten las mismas: «menosprecio del sacramento del bautismo, pacto con el demonio en forma de camello o cabrón negro, chupar la sangre a bebés, mujer pertinaz que creía en los engaños del demonio, estropear las cosechas». Estas acusaciones, hechas al mismo tiempo contra Lucía de Herrera y Lucía de Cabrera (dos mujeres diferentes pese a la coincidencia en el nombre) motivaron la muerte de la segunda víctima de la tortura, el uno de enero de 1578, siendo enterrada por mandato del Inquisidor en el hospital donde falleció. Lo curioso de ambos casos es que en la acusación de chupar la sangre a un bebé no citan ningún dato de identificación del bebé ni de su madre, simplemente hablan de «una mujer parida de 6 días». «A la hora de media noche poco más o menos estando las puertas de dicha casa cerradas, una hacienda en el campo, la dicha Lucía de Cabrera juntándose con el demonio se fue para la casa (ilegible) el dicho demonio abrió las puertas del aposento donde la dicha mujer parida estaba (ilegible) y viendo ocularmente la dicha mujer que la dicha Lucía le chupara su criatura no pudiendo menearse a quitársela, le dijo muchas veces con ruegos que no le chupara su criatura y (ilegible) hasta tanto que (ilegible) dejósela ya chupado la dicha Lucía de Cabrera». El patrón prefijado de acusaciones motivó que muchas de las confesiones se ajustaran al mismo. Las mujeres presionadas por la tortura, el escándalo, el aislamiento social, la falta de apoyo de su entorno,…declaraban lo que el juez quería escuchar.

Un elemento importante en la cultura canaria son los bailes de brujas. Todavía perviven en nuestra geografía lugares con nombres alusivos a esos supuestos encuentros de mujeres que danzaban y cantaban por nuestros montes (El Bailadero en Tenerife, El Llano de las Brujas en La Palma,…). Las palmadas y las patadas en el suelo formaban parte de algunos rituales de magia amatoria y de conjuro de males:

«Con dos de veo

y con cinco de encanto,

la sangre te bebo,

el corazón te parto,

que hagas lo que te mando,

como mando la suela

de mi zapato»

(Y se dan tres patadas en el suelo)

Las oraciones, producto del sincretismo religioso, son sumamente utilizadas también para conjurar maleficios, males de ojo, y también, cómo no, para amarres de parejas. Las más comunes son a Santa Marta, a San Silvestre o a las ánimas del purgatorio.

 «Marta, Marta, la que los vientos levanta

la que los Diablos encanta

la que guiso los vinos a los finados, la que quitó los dientes a los ahorcados

La que desenterró los guessos a los enterrados

La que con Doña María de Padilla trato y conversso

La que los nueve hijos pario y todos nueve se le desminuyeron…

Asi como esto es verdad, me bayas al coraçon de Bartolomé Guerra y me le quites tres gotas de sangre donde quiera que estuviere melo traygas presto corriendo volando donde yo Margarita estoy assi me lo amarres y amanses y me le pongas el amor en su coraçon, paraque me quiera, y en su memoria me tenga que no me pueda olvidar de noche ni de dia donde quiera que estuviere, para que ninguna mujer donde quiera que estuviere no tenga sosiega ni pueda comer ni dormir sino fuere conmigo ni pueda tener otra mujer»

(Extraído literalmente de la Colección Bute, «The inquisition in The Canary Islands», del proceso a Catalina del Castillo, hechicera de La Gomera).

Y finalmente, las hierbas, plantas, minerales,… cualquier elemento que tuviese poder de sanación era utilizado por las supuestas brujas con fines terapéuticos. Quizás ha sido este conocimiento el que más ha pervivido en Canarias hasta la actualidad y el que se ha transmitido de generación en generación y ha sido aprovechado por nuestras modernas sanadoras, curanderas y santiguadoras.

La pervivencia de la tradición: curanderas y santiguadoras.-

Afortunadamente, las islas Canarias aún conservan vivas algunas tradiciones entre las que destaca la del curanderismo. En todas nuestras islas nos encontramos con mujeres con conocimientos en medicina popular, «yerberas» sabias que identifican las mejores plantas medicinales para ser aplicadas en las más diversas dolencias. La aplicación de hierbas y los rezados o santiguados son las técnicas más empleadas por las «brujitas» modernas, aunque la mayoría de estas mujeres desechan el término bruja porque lo consideran peyorativo. Ese es otro de los triunfos del sistema patriarcal: el dotar de significado negativo un término que encierra la sabiduría medicinal de las mujeres.

Dicen que la esencia más pura va en tarro pequeño y parece ser que en algunas personas también se cumple esa máxima. Carmencita es una mujer menuda y alegre que destila bondad por todos sus poros, y una de las mejores santiguadoras que perviven en la isla de La Palma. Con casi sesenta años, lleva 17 atendiendo sin apenas descanso, de la mañana a la noche, a los cientos de pacientes que pasan por su casa. Hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes o viejos, del lugar y de fuera, se acercan hasta las puertas siempre abiertas de esta mujer para ser tratados de diferentes dolencias. Fundamentalmente, problemas de estómago, «nervios, stress, hoy en día la gente vive muy rápido, no se conforma con lo que tiene, hay mucha ambición, por eso enferman muchos». Aquí en Canarias, eso se conoce como las madres descompuestas (para las mujeres) o el pomo virado (para los hombres). «Yo en realidad lo más que hago es dar masajitos en la barriga, aunque también curo erisipela, herpes o culebra,… hay muchos médicos que me mandan gente». Como vemos, la tradición popular convive con la medicina tradicional. Cuando le preguntamos a Carmencita si no había encontronazos entre ambas prácticas comenta que «la mayoría de medicinas se obtienen de plantas, además a veces es mucho mejor una buena tacita de ruda que una pastilla». Pero también, ella deposita gran parte de la responsabilidad del cambio y la mejoría en el paciente, especialmente en los casos de nervios; «un psicólogo o un psiquiatra te pueden ayudar, pero como no te ayudes tú no hay mucho que hacer, la mejor ayuda es una misma». Aunque Carmencita piensa que esa facultad de sanar nace con la persona, lo cierto es que ella aprendió de su tía Juanita, ya fallecida, gran parte de sus conocimientos, «yo me crié viendo lo que hacía mi tía y ahora yo hago lo mismo que ella». Juanita fue otra de las grandes curanderas o sanadoras de la isla. Hemos podido recoger numerosos testimonios al respecto, incluyendo el de quien esto escribe, que pasó por sus manos a la edad de dos añitos para ser curada de «susto», un mal muy común al parecer entre la población infantil canaria. Los síntomas se traducen en inapetencia, vómitos, mareos, temblores y tristeza.

Volviendo a Carmencita, una de sus peculiaridades es que no cobra a sus pacientes, ella opina que «si puedes hacer el bien no hagas el mal, si haces el bien te encuentras más satisfecha tú, yo me encuentro muy bien cuando doy a los demás, cuando procuro la sonrisa de un niño o de un enfermo, para mí ese el mejor regalo».

Carmencita es un perfecto ejemplo de las ya escasas curanderas tradicionales. Las mayores nos han ido dejando, pero algunas jóvenes intentan retomar esa sabiduría ancestral. En La Palma también tuvimos la oportunidad de entrevistar a una de esas mujeres jóvenes que a sus 33 años también practica viejos santiguados:

Para quitar el sol, es decir, la enfermedad debida a la exposición prolongada a los rayos solares, se pone un paño doblado sobre la cabeza del paciente y encima una vaso con agua mientras se hacen cruces en ella y se reza:

 «Sol, sol, vete al sol,

deja a (nombre del paciente) su resplandor.

Hombre santo nómine,

quita el sol y aire si hay.

Así como el mar no está si agua,

ni el monte sin leña,

ni el cielo sin ti,

rosa de Cristo,

coge tus rayos

y vete de aquí»

(Se tiene que rezar un Credo al terminar y repetir durante 3 días).

 Para quitar el mal de aire, nuestra joven sanadora se sienta delante de la persona afectada y con una escoba haciendo la señal de la cruz, va barriendo hacia fuera y rezando:

«Aire yo te barro de las carnes de esta criatura (nombrar las partes malas) y de todo el cuerpo que tiene esta criatura, con la escoba que barro la basura, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Salga el mal y entre el bien».

(Se tiene que rezar un Padrenuestro 3 veces durante 3 días).

La medicina oficial canaria aún sigue preguntándose cómo funcionan los santiguados, pero lo cierto es que funcionan. ¿Sugestión? ¿Magia? Lo que sí da resultado y es mucho más sano en ocasiones que la farmacopea alopática son las «yerbitas», es decir, la medicina popular basada en el uso de hierbas. Y mientras sigan perviviendo en nuestras islas esas entrañables mujeres seguirán recomendándonos una tacita de salvia para el mal de aire, unas rodajas de papas en las sienes para el dolor de cabeza, una infusión de ruda para el empacho, unas hierbas aromáticas (pazote, hierba buena y naranjo) para el susto,… eso sí, con pequeños trucos añadidos que no vamos a desvelar para que el misterio y la magia de las sanadoras siga perviviendo en el tiempo.

Para saber más:

ANNE LEWELLYN BARSTOW: La caza de brujas en Europa. 200 años de terror misógino. Editorial Tikal.

FRANCISCO FAJARDO SPÍNOLA (1991): Hechicería y brujería en Canarias en la Edad Moderna. Ediciones del Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas.

No quiero volver!!!

Septiembre nos devuelve a la realidad (de la que no me he librado este verano salvo por 30 horas de «vacaciones») a una velocidad vertiginosa. Me encantaría tener 3 o 4 años para tener una rabieta de esas que tienen algunas criaturas cuando las dejan en el cole por primera vez y poder patalear, berrear y gritar que no, que noooooooo quierooooooooo volveeeeeeeeer!!! Creo que es el primer año, en casi 17 que llevo en el sistema educativo, que me va a costar volver. Y no, no voy a tener depresión postvacacional ni esas cosas, pero voy a llegar al trabajo arrastrándome después de un verano intenso de no parar de trabajar en vacaciones (paradójico, no? mi vida es una permanente paradoja).

Y no quiero volver porque en septiembre nos empezarán a llegar noticias desagradables, esas que hablarán de más recortes, o de que nos gobiernan los petrodólares que nos vuelven a meter en una guerra (criminal e injusta como todas las guerras) o de que lxs fascistas en este país se están envalentonando y no se cortan un pelo en fotografiarse con el brazo alzado y banderas preconstitucionales o acosando a «rojxs» como les llaman; si no fuera porque pienso que este país debería tener ya la suficiente madurez democrática diría que estamos en un caldo de cultivo pre-bélico. Claro que lo de la madurez democrática me lo cuestiono especialmente después de una de mis lecturas de verano, magnífica y muy recomendable: «Música de cámara» de Rosa Regás.

Pues eso, que no quiero volver, quiero escaparme a una isla desierta!!!, sin wi-fi, sin Iphone, sin malas noticias, sin PP, sin fascistas, sin machistas, sin violentos,… sin cobardes que salgan huyendo.

El lado positivo del verano ha sido ver noticias como el éxito de la campaña «Céntimos para un milagro» y que el des-gobierno de este país estuviera de vacaciones, salvo la vara que nos han dado con «Gibraltar español» y esas chorradas que enardecen el «espíritu nacional»!!! Qué asquito de patrias y banderas!!! Me voy a crear una «matria», para mí sola!!! Ala! Hasta la próxima!!!

(y pinchad en los enlaces, porfa! que entonces el post no se completa)

Hackeada

He vuelto! Tras un mes y medio «hackeada» por algún presunto machirulo contrario a la libertad de expresión, este blog vuelve a funcionar (a ver cuánto me dura esta vez). Y anda que no han pasado cosas en este tiempo, qué verano más estresante, por diosas!!!

De Soto del Real al #findelacita, hemos tenido tiempo suficiente para convertirnos en el hazmerreír de gran parte del mundo tras la pasada comparecencia del peor presidente de la historia de la democracia en nuestro país. ¡Qué vergüenza ajena! Y ahí sigue, impertérrito frente a la que está cayendo. Eso sí, dice que la reforma laboral está funcionando porque está disminuyendo el paro… será por la gente que está saliendo por patas del país.

Bueno, yo de momento voy a intentar desconectar este verano, leer mucho y disfrutar de mi tierra (eso sí, evitando el consumo al máximo) ya que los recortes no me permiten disfrutar de ninguna otra (y así pretenden reactivar la economía!!!). Así, procuraré olvidar hasta septiembre que las mujeres lesbianas o solas no tendrán acceso a la reproducción asistida, que cada vez más estudiantes tendrán que abandonar las universidades porque estudiar se va a convertir en un privilegio de ricos, que el FMI propone otra reducción salarial del 10% o que Gallardón se empeña en modificar la ley de salud sexual y reproductiva antes de final de año,… en fin!! Así no hay manera de descansar en vacaciones.

Me despido hasta septiembre con una cita diferente a las que nos ha dejado la actualidad de los últimos días:

«Aceptar que los ideales son inalcanzables y no merecen nuestros esfuerzos quizás nos permita tranquilizar nuestra conciencia y admitir la impotencia de no poder cambiar las tristezas e injusticias de la vida, pero esto nos conduciría también a negar nuestra responsabilidad y a resignarnos a no poseer nunca la euforia de haber creído en nuestras aspiraciones más profundas y haberlas realizado, por muy efímero, limitado y falible que el esfuerzo haya sido.

Más que nunca estoy convencida que en la capacidad de imaginar lo imposible estriba la grandeza, la única salvación de nuestra especie» (Gioconda Belli, Waslala, 1996)

Fin de la cita! ;-P

Feliz verano!!!

¡¡¡Premio Liebster Award para este blog!!!

Mi querida Trinity de «Mi Matrix Particular» ha tenido el detallazo de nominarme al Premio Liebster Award, el cual acepto encantada y agradecida por su nominación. Como no tenía ni idea de estos premios, he cotilleado por los buscadores y he descubierto que son unos premios que se otorgan entre bloggers para reconocer su labor y dar difusión a blogs con un seguimiento más «minoritario». Para cumplir los requisitos del premio, he de agradecer su nominación, cosa que ya he hecho, y vuelvo a hacer: un millón de gracias por acordarte de mí!!!, he de responder a 11 preguntas (que paso ahora mismo a contestar) y he de nominar a otros blogs.

liebster award

Así pues allá va:

1) ¿De dónde nace la idea de crear tu blog?

Pues nace en 2008 a raíz de empezar a impartir clases de forma temporal en la Universidad. Inicialmente lo que se creó para que diera soporte a un Aula Virtual para mi alumnado, se ha convertido en un blog de análisis crítico de la actualidad, desde una perspectiva feminista.

2) ¿Te has arrepentido alguna vez de hacerlo? ¿Por qué?

Jamás! Lo que me falta es tiempo para llevarlo más actualizado, intento escribir al menos un post al mes, pero reconozco que es poco, tengo mucho que decir y poco tiempo para escribir, jajajaja.

3) ¿Qué te aporta tener un blog?

Proyección pública de mis ideas, tener la posibilidad de que personas de cualquier parte del mundo lean lo que escribo y sintonicen con ello.

4) ¿Tienes algún objetivo a medio o largo plazo?

Pues probablemente volver a cambiar la estética del blog, que inicialmente tenía otra, e igual ponerle otro nombre, que llamarlo como yo me parece un poco «egocéntrico», jajajaja, en el momento de hacerlo no tuve mucha creatividad, y me resultaba más funcional.

5) ¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción?

Que se comparta lo que escribo por las redes sociales y que la gente lo lea y le guste.

6) ¿Cuál es tu post preferido?

Ufff!! Eso es muy complicado, diría que el último «Asesinos» porque es el más reciente y me acuerdo más, pero también tengo un especial cariño por los que me han salido del corazón, los dedicados a mujeres especiales, «En el cielo de las feministas«, dedicado a una compañera que ya no está con nosotras, Mapy Moreno Almenara, y los que dediqué a mi querida amiga Miriam Pérez Mendoza durante su huelga de hambre: «La pasión de Miriam» y «La rebelión de Miriam«. También le tengo mucho cariño a post escritos hace más tiempo, pero sería imposible nombrarlos todos. Realmente todos me gustan.

7) ¿Cómo ves tu blog dentro de un año?

Pues igual con algún cambio estético, pero en la misma línea «cañera».

8) ¿Cuáles son para ti los bloggers más influyentes?

Pues sigo varios, pero sin duda, el blog de Alicia Murillo, a la que procederé a nominar seguidamente 😛

9) ¿Cuál es tu red social preferida en tu estrategia de marketing?

Sin duda Facebook, porque aún no tengo Twitter (sí, lo sé, soy un desastre, ya me han pedido que me lo haga «miles» de personas, jajajaja, bueno no tantas, pero me lo haré algún día).

10) ¿Qué tipo de blog sigues?

Fundamentalmente feministas, pero también de opinión, de periodistas, musicales,… tengo unos gustos muy eclécticos.

11) ¿Has participado escribiendo en otro blog?

Pues todavía no, pero todo se andará.

Y hasta aquí la entrevista, y ahora vamos con el punto 3 de los requisitos del premio: nominar a otros blogs!!!

nominaciones

Y las/os nominadas/os son (el orden no tiene lógica, va así y ya, no va de mejor a peor ni nada de eso):

1) A través del espejo de Alicia: Blog de una feminista de referencia con entradas sumamente interesantes, críticas y poco «políticamente correctas».

2) Rosario Hernández Catalán: Blog que he descubierto recientemente de otra compañera feminista que merece la pena conocer.

3) Marian Moreno. Coeducación: Blog de coeducación de una compañera feminista y estupenda coeducadora.

4) Diversidad y Coeducación: Magnífico blog de dos compañeras canarias que ofrece innumerables recursos para trabajar la diversidad afectivo sexual y la coeducación en las aulas.

5) Degenerando: No puedo dejar de nominar este blog aunque esté en permanente construcción y ahora apenas tenga artículos, pero los tendrá y brillantes, sin duda. Será el mejor!!!

6) Ahuyéntanos este furor: Blog que ha hecho la inimitable Bárbara Sánchez para publicitar un trabajo que hay que conocer. Imprescindible en el feminismo.

7) Elena Máñez. Sobre políticas de igualdad: Blog de la actual Directora del Instituto Canario de Igualdad, fan de las nuevas tecnologías y bloguera reciente pero muy activa y con mucho que aportar a la red!!

8) La Dama de Elche: Espero no arrepentirme de esta nominación!! jajajaja, blog de un amigo que aparece y desaparece de mi vida como el Guadiana, pero que tiene alguna que otra cosilla interesante que decir 😛

Y podría seguir, pero vamos a dejarlo en 8 (como el 8 de marzo), gracias a las nominadas y al único nominado 😛 por aportar vuestras ideas al ciberespacio.

Y de nuevo gracias a Trinity y su Matrix Particular por el premio.

Ah! por cierto, si las personas nominadas aceptan el premio tienen que cumplir los siguientes requisitos:

– Publicar en sus blogs la nominación y aceptación del premio, aludiendo al blog que las ha nominado.

– Responder a la entrevista de 11 preguntas.

– Nominar a su vez hasta un máximo de 11 blogs

– Visitar y, si pueden, comentar los blogs nominados por mí (esto quizás es lo más complicado, pero tienen todo el tiempo del mundo).

Asesinos

Hoy es un día festivo en mi tierra, es el Día de Canarias, pero no tengo nada que celebrar. Hoy desperté con malas noticias, para no variar últimamente. Después de la trágica semana pasada con cuatro mujeres asesinadas por violencia machista en cuatro días, la suma continúa esta semana con otra víctima en Jaén, esta misma mañana, o con la víctima de Girona hace un par de días. 22 asesinadas según el Gobierno, 33 según las organizaciones feministas. Pero hoy también era portada de la prensa la denegación de aborto terapéutico a Beatriz por parte del Tribunal Supremo de El Salvador.

En los últimos meses no cesan las malas noticias, las noticias patriarcales que nos recuerdan que las mujeres seguimos siendo asesinadas, no morimos, que los jueces, los estados y la jerarquía eclesiástica siguen gobernando nuestro cuerpo, que seguimos sin ser libres, sin capacidad de decidir sobre nuestra sexualidad, nuestra maternidad y nuestra vida, que seguimos siendo ciudadanas de segunda, menores de edad, sin derechos. Las noticias nos recuerdan que no sólo se expropian terrenos, que el cuerpo de las mujeres está expropiado y apropiado por ellos, por hombres repletos de privilegios, poder y creencias sexistas que se sienten legitimados para decidir quién debe o no debe vivir. Una sociedad que prima la vida de un feto anancefálico frente a la de una mujer de 22 años que puede morir si su embarazo continúa adelante, y que ya es madre de otro hijo que está vivo, es una sociedad enferma. Igual de enferma que una sociedad que recorta derechos sexuales y reproductivos, que no condena rotundamente la violencia de género, que veta que se hable de “violencia machista” o de “mujeres asesinadas” como si las mujeres murieran porque les dio un mal aire.

Estoy rabiosa, muy rabiosa. Porque cada vez siento más sensación de impunidad frente a la violencia machista; porque el silencio cómplice implica ponerse del lado de los asesinos (y eso es lo que está haciendo el Gobierno central últimamente); porque los derechos de las mujeres son ninguneados; porque los posicionamientos conservadores, frente a la vida y dignidad de las mujeres, están en auge y no pasa nada; porque volvemos al fascismo a una velocidad de vértigo y ni nos damos cuenta.

Hoy también me he despertado con un artículo brillante que ha compartido en Facebook mi querida Alicia Murillo, “Cómo se siente una mujer”, de Claudia Regina, que recomiendo encarecidamente, pero he flipado con muchos de los comentarios que siguen al artículo, como flipantes son los comentarios que siguen a casi cualquier noticia que explicite la violencia machista o que defienda los derechos de las mujeres. Inmediatamente saltan los trolls del ciberespacio para recordarnos que qué más queremos, que ya tenemos igualdad “suficiente”, que somos unas mentirosas que denunciamos falsamente, que alienamos a las pobres criaturas contra sus “bondadosos padres” o que la custodia compartida es el mejor modelo del mundo para educar a las hijas y a los hijos. Porque lo que sentimos las mujeres en el fondo les importa tres pimientos, porque la tan cacareada “empatía” en algunos machos está ausente de su cerebro, emociones y conducta y, salvo honrosas excepciones, lo que sentimos las mujeres seguirá siendo patrimonio nuestro. Porque como dicen algunas compis, feministas de la disidencia, si no tienes vagina (iba a poner coño, pero me iban a acusar de soez ;-P), no puedes sentir lo que sentimos, ni tienes derecho a decidir sobre mi cuerpo.

Pero siguen decidiendo, siguen torturando, siguen golpeando, siguen violando, siguen vejando, siguen humillando, siguen acosando, siguen asesinando,… Y nos siguen considerando úteros andantes, esclavas en lo doméstico y en lo público (ahora que ya ocupamos el espacio público, precarizadas, eso sí), objetos sexuales de consumo, cuerpos triplemente explotados y controlados, porque el mecanismo de control patriarcal por excelencia ha sido, a lo largo de la historia, el control de la sexualidad de las mujeres: la expropiación, la cosificación, la negación del cuerpo, de la sexualidad y del deseo nos anula en nuestra condición de sujetos, deja sin efecto la condición de ciudadanas. Hace tiempo leí que no había un cuerpo en el mundo más utilizado, marcado y aniquilado que el de mujeres y niñas, sin embargo, no se activan las alarmas que se activaron, por ejemplo, ante el último atentado terrorista de Londres. Nosotras ya nos hemos “acostumbrado” al terror.

Hay hombres asesinos, pero también hay gobiernos asesinos, tribunales asesinos, jerarquías religiosas asesinas, creencias asesinas,… Si Beatriz muere habrá muchos culpables, si en nuestro país siguen asesinando mujeres, además de los asesinos, habrá responsables subsidiarios, aquellos/as que pudiendo destinar recursos para prevenir y erradicar la violencia no lo hacen. Porque no solo mata quien ejecuta el acto, sino quien legitima y permite que suceda.

Primero de mayo sin derechos

6.202.700 personas en este país no tienen trabajo, y no pasa nada, el Gobierno sigue intacto, con sus sueldos, con sus prebendas, con su cara dura, con su desvergüenza, con su desfachatez, con su falta de ética,…

Hoy, cuando conmemoramos el día del trabajo (ya casi inexistente), me entero que una vez más, una amiga se exilia a otro país para sobrevivir (ella y sus dos hijxs), para no caer aquí en la «exclusión social» como ella misma me comentó. Es muy triste que cada vez tenga más amigas fuera del país que dentro. Hace unos días fui a ver la película de Isabel Coixet «Ayer no termina nunca» (una obra maestra, por cierto, y una interpretación magnífica de Candela Peña), y cada vez tengo más claro que en 2017 podemos estar como proyecta la película, o peor, al paso que vamos. Hoy, también se me ocurrió ver el «Salvados» del pasado domingo que no había podido ver, o sea que he tenido un día completito, con ganas de vomitar, llorar o coger una metralleta.

Vaya mierda de país! Y capaz que vuelven a votar a lxs pperos en las próximas elecciones. En fin, hoy no estoy muy inspirada, estoy en fase cabreada – depresiva. Si alguien tiene alguna buena noticia que la cuente, últimamente no recibo niguna.

La rebelión de Miriam

El cuerpo de las mujeres siempre ha sido un campo de batalla: cuerpo ultrajado, cuerpo violado, cuerpo normativizado, cuerpo expropiado, cuerpo maltratado, cuerpo asesinado,… Pero en los últimos años muchas mujeres han utilizado su cuerpo como arma de guerra. Conocidas son las protestas de Femen en las que muestran su cuerpo semidesnudo como forma de rechazar el control patriarcal o las performance de Erika Trejo, por ejemplo, desnuda contra la violencia de género, entre otras muchas.

Desde el 12 de marzo, Miriam Pérez Mendoza libra una batalla con su cuerpo, declara una huelga de hambre como forma de protestar ante un despido injusto. La protesta de Miriam ha tenido un fuerte apoyo por quienes la conocemos y por parte de diversos colectivos y entidades, una tibia repercusión mediática y un escasísimo, y en algunos casos nulo, apoyo de asociaciones de mujeres, por ejemplo (pese a que Miriam es integrante de una asociación feminista, aquello de “si nos tocan a una, nos tocan a todas” parece que cuando se milita en según qué organizaciones es más o menos válido).

La batalla de Miriam por su dignidad puede parecer una causa individual, pero Miriam representa más que una lucha personal por su derecho a un puesto de trabajo digno, representa la situación de millones de personas que en estos momentos en nuestro país ven vulnerado su derecho constitucional a un empleo, se ven abocadas a sobrevivir en condiciones de precariedad extremas y a las que el sistema ofrece cada vez menos respuestas. ¿Qué ocurriría si 6 millones de personas se pusieran en huelga de hambre? ¿Qué ocurriría si todas salieran a la calle en masa a protestar contra la corrupción, la estafa que llaman crisis o la tomadura de pelo en la que se está convirtiendo nuestra democracia?

En la lucha histórica de las mujeres siempre que una protestaba individualmente era tachada de “loca” y era estigmatizada y denigrada, cuando se protestaba colectivamente se conseguía transformar el mundo. En una sociedad dominada por el miedo a la pérdida de derechos, el activismo y la lucha colectiva se está volviendo una rareza en extinción.

Miriam ha sido siempre una activista colectiva, y esta batalla en la que está inmersa en estos momentos no la está librando sola, pero a veces, en las batallas, hay que cambiar de estrategia.

Este post lo escribo desde la rabia, la frustración y la decepción. Durante los 23 días que Miriam lleva en huelga de hambre y acampada en la puerta de la “Casa Sindical” ha recibido el apoyo de su familia, amigas/os, vecinas/os del barrio, representantes sindicales, asociativos,… pero también la burla y la indiferencia de quienes fueron su “empresa” durante 15 años, un sindicato que se presupone de izquierdas. Y sinceramente, ni Miriam se merece ese trato deshumanizador ni UGT se merece que la vida de una persona peligre por la cerrazón y la indiferencia de sus dirigentes.

Creo que la vida de Miriam es demasiado valiosa para que se deteriore en la puerta de UGT, creo que quienes conocemos y queremos a Miriam nos merecemos seguir disfrutando de su vitalidad para seguir librando muchas más batallas, con el cuerpo, con la mente y con las emociones.

Miriam nos ha dado en estos días una lección de valentía y coraje que ni en toda su vida podrán ni siquiera alcanzar a oler las personas que le han dado la espalda, que se han negado al diálogo y que no han movido un dedo por intentar resolver esta situación de forma dialogada.

Como feminista defiendo el aborto, la eutanasia, la libre decisión de las mujeres sobre sus cuerpos,… pero me jode terriblemente la decisión que ha tomado Miriam sobre el suyo, porque en este asqueroso sistema capitalista no se es tan libre para tomar ese tipo de decisiones.

Sé que Miriam pretende llevar su protesta hasta las últimas consecuencias, sé que habrá gente que le importe tres pimientos porque piensa que es su decisión y que allá ella (en ese nivel de deshumanización estamos), pero a mí sí me importa, a muchas personas nos importas Miriam, así que en mi nombre, y me atrevo a decir que en el de tus compañeras de asociación (aunque no las he consultado a todas), déjalo. Nos les des el gusto de verte en una situación extrema. Si crees que tu sacrificio les moverá las conciencias, es imposible: no tienen. Tu lucha sí nos ha removido a muchas, y ojalá sirviera para mover aún más cuestiones, pero todavía queda mucho camino por andar y ya nos hemos dejado demasiadas víctimas en el camino.

No creo que cambiar de estrategia sea perder la batalla, no creo que sea renunciar a tus ideales, a tus convicciones, a tu coherencia,… pero de verdad, demasiadas personas te queremos como para perderte y demasiadas te odian y les darías un gustazo que no se merecen.

Miriam, supongo que no tendrás fuerzas para leer esto, pero me niego a respetar una decisión que ponga en peligro tu vida por mucho que se me acuse de “fascista intolerante” o lo que se me quiera llamar. Yo en este momento respeto muchísimo a Miriam Pérez Mendoza, pero no tu última decisión adoptada y te pido públicamente que permitas que te cuiden y que se garantice tu salud. Y me consta que no soy la única que piensa así. Espero que me hagan caso, al menos, que sea la última decisión con sentido que tomo como “presi” en funciones 😉

Te queremos!!! Y te queremos viva.