Estoy absolutamente convencida de que la intervención social no puede prescindir de la ética del cuidado, el acompañamiento a las personas en sus procesos vitales, la escucha, el tejer narrativas sobre sus carencias para que, poco a poco, se conviertan en fortalezas y oportunidades de cambio. Concibo una manera de intervenir alejada del control social o de la superioridad técnica, lo que no implica que no apliquemos métodos, técnicas e instrumentos propios en nuestro quehacer profesional; siempre al servicio de las personas, no para hundirlas más de lo que ya llegan a los recursos en los que el Trabajo Social está presente. La intervención social en cualquier contexto, gestione o no prestaciones, no se puede convertir en un mero trámite. Para gestionar una prestación no se necesita a una trabajadora social, el personal administrativo puede introducir datos en un aplicativo perfectamente, pero no se trata de eso, se trata de convertir la gestión en intervención, una intervención concienciadora, que permita a las personas transformar su dificultad en capacidad de agencia. Una alumna en prácticas me comentó hace unos días que la trabajadora social del centro donde se encontraba estaba “atada de pies y manos” y no podía hacer todo lo que le gustaría… Evidentemente, si queremos cambiar el mundo no lo vamos a conseguir (especialmente en estos momentos complejos que nos ha tocado vivir), pero sí es cierto que siempre podemos hacer intervenciones creativas y novedosas si nos potenciamos a nosotras mismas como recurso humano. Independientemente del volumen de recursos económicos que gestionemos, no podemos olvidar que los humanos son los más importantes. Yo puedo gestionar millones de euros y ser una pésima profesional o no gestionar ni un euro y ofrecer respuestas que contribuyen a incrementar el bienestar de las personas. Sigue leyendo Los pequeños detalles
No mires arriba… ni abajo
Cada vez con mayor intensidad tengo la sensación de vivir en la película “No mires arriba” (Don’t look up); el auge del negacionismo cuesta vidas, la intoxicación de noticias falsas en redes sociales es tal que la gente ya no discierne cuál es la verdad frente a los bulos. Y supongo que esta es una de las razones por las que siguen gobernando gestores incompetentes, porque pese a sus antecedentes de negligencia, de corrupción, de gestiones nefastas,… ahí siguen, impunes. Sigue leyendo No mires arriba… ni abajo
La sociedad que queremos, el sistema educativo que tenemos
Desde hace varios cursos, numerosas personas que nos dedicamos a la docencia constatamos un significativo “bajón” en el nivel educativo del alumnado, especialmente a partir de secundaria, bachillerato y, no digamos, en la universidad. Quien esto escribe lleva once cursos como profesora del Grado en Trabajo Social; cuando me incorporé en el curso 2014 – 2015, tuve varios años de apasionados debates con mi alumnado, grupos motivados y aportaciones muy enriquecedoras, incluso aprendía mucho con dichas aportaciones. En los últimos años, especialmente después de la pandemia (de hecho, es una excusa utilizada por el alumnado), las reflexiones se han simplificado, el vocabulario se ha reducido y empobrecido (de cuatro palabras, dos son “en plan”) y la principal motivación es aprobar, no aprender. Cada curso me sorprenden nuevas anécdotas, que me tomo con sentido del humor, porque si no, dejaría la docencia del nivel de frustración que produce. Sigue leyendo La sociedad que queremos, el sistema educativo que tenemos
¿Todo va bien?
Volvemos tras las vacaciones de verano con renovadas energías para seguir reflexionado sobre la realidad social. Esta semana, el Consejero de Educación del Gobierno de Canarias dijo en sede parlamentaria que “no se recuerda un inicio de curso tan tranquilo, tan fluido y en el que todo fuese a mejor”… está claro que según en la posición de poder y privilegio en la que te sitúes el mundo se ve diferente. Yo no recuerdo un septiembre tan intenso en los casi 28 años que llevo en el sistema educativo, el personal laboral convocando huelgas y movilizaciones, todavía quedan peques sin empezar a clase porque no tienen transporte escolar, la formación profesional en pie de guerra ante los recortes,… En fin, puntos de vista. Sigue leyendo ¿Todo va bien?
¿Turistificación o supervivencia sostenible? Decálogo para un turismo responsable
Ahora que buena parte de la población trabajadora tiene vacaciones, es importante recordar algunos aspectos, obvios, pero de los que depende nuestra supervivencia. La masificación que ha experimentado el turismo en zonas tensionadas donde, literalmente, no cabe más gente porque el territorio es limitado, como en Canarias, está poniendo en riesgo la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de las personas residentes de forma estable. Sigue leyendo ¿Turistificación o supervivencia sostenible? Decálogo para un turismo responsable
Sobre el síndrome de la impostora
Durante este mes de junio, he escuchado/leído a varias mujeres a las que admiro referirse al síndrome de la impostora, a esa sensación de no ser lo suficientemente buena para estar ocupando una determinada posición, a cuestionar su propia valía,… Curiosamente jamás se lo he escuchado nombrar a ningún hombre que conozco… Ellos lo tienen claro, están donde quieren estar por sus méritos, por supuesto, ¿alguien lo duda? Pues sí, lo dudamos muchas. Sigue leyendo Sobre el síndrome de la impostora
Futuros posibles
Últimamente cada vez que abro la prensa, se me cae el alma a los pies. Una que lleva décadas trabajando en la promoción de la cultura del buentrato y es leer las noticias y tener la sensación de estar en un campo de batalla constante. Y no sólo por los conflictos bélicos en curso, sino por las dinámicas políticas en nuestro país y fuera del mismo. En lugar de argumentarios con datos de gestión pública y propuestas, gobierno y oposición se encuentran enzarzados en una pelea pueril del “y tú más”, con el consiguiente desgaste y asqueamiento que eso provoca a la ciudadanía, al menos a una ciudadanía con decencia ética. Sigue leyendo Futuros posibles
Violencia vicaria y violencia institucional machista, crónica de un encuentro
Los pasados 22 y 23 de marzo tuvo lugar en Barcelona el III Encuentro Estatal de Violencia Vicaria y Violencia de Género Institucional en España; se puede consultar el encuentro íntegro del primer día aquí y el del segundo día aquí
Dos años antes de este encuentro, en 2021, Celia Garrido, una de las alma máter del mismo, se preguntaba en este artículo por qué la lucha de las madres protectoras no se ha convertido en la lucha de todas, y apelaba a la organización del movimiento feminista para poner freno a la impunidad con la que los maltratadores abusan y maltratan a las criaturas para seguir manteniendo el poder sobre la mujer y sus hijos e hijas. Porque de eso se trató en el encuentro, de cómo los violentos cometen el daño extremo de la violencia machista a través de las niñas, niños y adolescentes, y cómo la maquinaria del sistema patriarcal, sostenido en las instituciones que han de proteger y garantizar derechos a las mujeres y sus criaturas, las arrolla en los momentos de mayor vulnerabilidad. Sigue leyendo Violencia vicaria y violencia institucional machista, crónica de un encuentro
Todos los días han de ser 8 de marzo, todos los días han de ser feministas
Siempre suelo hacer alguna actividad específica con mi alumnado en torno al 8 de marzo, esta semana, con 22 alumnas y 1 alumno de 2º de Grado en Trabajo Social, reflexionamos sobre corresponsabilidad, por una parte, y liderazgos feministas, por otra; no voy a contar a quiénes consideran líderes y referentes, eso daría para otro post, pero cuando pregunté si sabían por qué se conmemoraba el 8M, sólo una alumna acertó a decir algo sobre una fábrica en la que habían muerto muchas mujeres… Pregunté si en sus IES habían trabajado sobre el origen de esta fecha y, aunque mayoritariamente dijeron que sí, salvo alguna excepción, lo trabajado se reducía a carteles sobre igualdad y algunas charlas… Está visto que esas charlas no permearon demasiado. ¿Qué hemos de hacer para que el feminismo cale profundamente? Tengo la sensación, en muchos casos, que se queda en la superficie, que se piensa que todo está logrado cuando, paradójicamente, los chicos jóvenes reactivan cada vez más ante la igualdad. Estamos asistiendo a un retroceso brutal y a discursos abiertamente machistas, legitimados desde el poder político (pinchad aquí, sin ir más lejos) que están calando en una parte de la población más rápidamente que siglos de feminismo. Algo nos tenemos que replantear. Sigue leyendo Todos los días han de ser 8 de marzo, todos los días han de ser feministas
Postureo
Recientemente asistí a unas jornadas organizadas por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, en las que uno de los ponentes, hablando sobre los riesgos de internet y la gratuidad de las redes sociales, recordó la famosa frase “si no pagas por algo, no eres el cliente, eres el producto”. Esto me hizo reflexionar sobre la media de horas que las y los adolescentes pasan “empantallados”; este curso, una alumna me dijo que el control de bienestar digital de su móvil decía que, en las últimas 24 horas, 15 las había pasado online. Recientemente también he descubierto el ASMR, cosa que al parecer todo el mundo adolescente y joven conoce (y las viejunas como yo no, por ello tienen más información aquí). Esta semana hice una encuesta a mano alzada en una de mis asignaturas en la universidad, y de un grupo de 50 personas, un 95% conocían los vídeos de ASMR, y algo más de un 10% los usaban habitualmente, incluso prescritos por profesionales de la psicología, para dormir o relajarse. Y eso me hizo plantearme el porqué necesitan experimentar esas sensaciones a través de pantallas; tengo la impresión de que pasar tal número de horas recibiendo estímulos en redes sociales nos desconecta de la vida fuera de éstas. Muchísimas personas viven más tiempo viendo vídeos de YouTube que interactuando con su familia, amistades o disfrutando de la naturaleza; existe tal desconexión del mundo offline que necesitamos esa conexión constante con el mundo online. Y eso es preocupante, mucho. Si vamos por la calle vemos a bebés en cochecitos con pantallas en sus manos, criaturas que apenas inician sus primeros pasos y ya les dejan “jugar” con un móvil (esta misma semana he visto varias situaciones en ese sentido). El problema es que no es un juego, del uso al abuso, y de ahí a la adicción, van pocos pasos. Sigue leyendo Postureo