Yo aborto, tú abortas,… ellOs no abortan

El 20 de diciembre de 2013 será recordado como el día del mayor ataque a los derechos y la libertad de las mujeres en un Estado democrático. El Ministro de In-Justicia, conocido popularmente como Fachardón, por su especial afecto a los postulados más retrógrados de su gobierno y su tendencia a situarnos en épocas dictatoriales y/o medievales, presentó ante el Consejo de Ministros el Anteproyecto de Ley para la modificación de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Dicho anteproyecto retrotrae a las mujeres de este país a los tiempos más oscuros que se recuerden en materia de derechos sexuales, nos lleva a la clandestinidad, a la desposesión de nuestra capacidad de decidir sobre nuestro cuerpo, a tener que recurrir a nuestro “desajuste” o “desequilibrio” psíquico para abortar,… Y es que para la derecha fascista y ultracatólica que nos gobierna, siempre hemos estado locas, siempre hemos sido ciudadanas de segunda, nunca han querido que tengamos el control sobre nuestra sexualidad y nuestro cuerpo, y ahora la mayoría absoluta les permite evidenciarlo.

Pero antes de hacer un repaso por el retroceso que nos aguarda, recordemos que es lo que tenemos desde hace tres años y, por tanto, qué es lo que podemos perder:

La Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo supuso un avance considerable para los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres respecto a la regulación del año 1985. Por un lado, despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo (en adelante IVE) al alejar los supuestos del Código Penal y por otro, equipara la legislación española con la de los países europeos más avanzados al introducir plazos y garantizar el aborto libre durante las primeras 14 semanas.

La Ley de 2010, por tanto, no sólo aborda la IVE sino que pone especial énfasis en la educación afectivo sexual como aspecto primordial para prevenir embarazos no deseados. Con respecto a las IVEs, se plantean las siguientes opciones:

a) Interrupción dentro de las primeras 14 semanas a petición de la mujer siempre que se den los siguientes requisitos:

– Que se haya informado a la mujer embarazada sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la maternidad.

– Que haya transcurrido un plazo de al menos tres días, desde la información aportada y la realización de la intervención.

b) Interrupción por causas médicas:

– Que no se superen las veintidós semanas de gestación y siempre que exista grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por un médico o médica especialista distinto del que la practique o dirija. En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante podrá prescindirse del dictamen.

– Que no se superen las veintidós semanas de gestación y siempre que exista riesgo de graves anomalías en el feto y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por dos médicos/as especialistas distintos del que la practique o dirija.

– Cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida y así conste en un dictamen emitido con anterioridad por un médico o médica especialista, distinto del que practique la intervención, o cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico.

Como criterios comunes a estas opciones, la Ley plantea que la IVE tiene que llevarse a cabo por un médico o médica especialista o bajo su dirección, en un centro sanitario público o privado acreditado y con el consentimiento expreso y escrito de la mujer gestante. En el caso de las menores de 16 y 17 años se rigen también por la Ley 41/2002, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de información y documentación clínica, por lo que no requieren autorización familiar. Sin embargo, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e IVE introduce el matiz de que “al menos uno de los representantes legales, padre o madre, personas con patria potestad o tutores de las mujeres comprendidas en esas edades deberá ser informado de la decisión de la mujer”, sin embargo, la propia Ley establece garantías de seguridad para las menores al afirmar que “se prescindirá de esta información cuando la menor alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se produzca una situación de desarraigo o desamparo”.

Las garantías que ofrece la Ley 2/2010 son mucho mayores que las que ofrecía la Ley del 85, sin embargo, en estos momentos asistimos con indignación al cercenamiento más brutal que han sufrido los derechos sexuales de las mujeres en democracia, al considerarnos incapaces de decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra maternidad.

Los argumentos del gobierno y de lxs “Pro-vida” (como si el resto no defendiéramos la vida, pero la vida con libertad y dignidad), son de lo más peregrinos, veamos algunos ejemplos:

1) “El aborto se utiliza como método anticonceptivo” (Sandra Moneo, Secretaria de Educación e Igualdad del PP dixit) como si las mujeres fuéramos idiotas y no conociéramos los métodos anticonceptivos, como si pensara que la anticoncepción es una cosa sólo de las mujeres, como si no supiera que el aborto no es una decisión fácil para las mujeres, pero sí queremos que sea NUESTRA decisión.

2) “Las menores no deben abortar sin que su familia lo sepa”. Qué poco conoce el PP, tan defensor de la familia que se proclama, las dinámicas familiares. En primer lugar, como ya se ha mencionado, las menores que pueden abortar sin el consentimiento familiar son aquellas de 16 y 17, y siempre que la comunicación del embarazo pueda suponer un riesgo mayor para su seguridad e integridad (avaladas además por la Ley de autonomía del paciente). Todo el mundo sabe (y el gobierno debería saberlo) que en aquellas familias en las que ha funcionado el diálogo y la educación afectivo-sexual, la comunicación del embarazo y el apoyo familiar funcionará, pero en este país todavía existen muchas familias que prefieren abrir la cabeza a una hija antes de enterarse que está embarazada, y claro, esos que defienden tanto la vida, les preocupa la de quien no ha nacido, pero les importa una mierda la vida de una adolescente aterrada, sin recursos, que tema por su integridad física si comunica un embarazo. Con la nueva Ley, da igual, permiso paterno sí o sí (por supuesto, si es el paterno mejor que el materno, el poder del “pater familias”, con el PP ya se sabe).

3) Cuando el peligro para la salud psíquica de la madre tenga causa en una «anomalía fetal incompatible con la vida», será preciso un informe médico sobre la madre y otro sobre el feto, de forma «que quede probada dicha anomalía”. Si la anomalía no es incompatible con la vida, te la comes con papas, quieras o no quieras, que ya conocemos toooooodas las ayudas y los recursos que articula el PP para apoyar a personas (vivas, no fetos) en situación de graves o moderadas dependencias. Ya sabemos la apuesta que ha hecho el PP por fortalecer la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, ya conocemos la ingente cantidad de prestaciones y servicios para quienes viven con una discapacidad… (mono ironic on).

4) “Es intolerable que haya más de 100.000 abortos al año en España” (Sandra Moneo de nuevo dixit). La Ley de Salud Sexual que promovió el Gobierno de Zapatero ha logrado que los abortos desciendan un 5% en 2012 (datos publicados por “El País”, este 23 de diciembre) Si tenemos en cuenta que en España, habitan en torno a 24 millones de mujeres, de las que 11.088.495  millones (entre 15 y 49 años, datos de junio de 2013, elaboración propia a partir del INE) se encuentran en edad fértil, tenemos como resultado que la cifra de abortos que escandaliza al PP asciende a la friolera de 0,9%!!!, es decir, menos de un 1%. Lástima que el PP y sus acólitos se escandalicen tan poco por las cifras de mujeres (que ya estaban vivas) asesinadas por violencia de género, por las cifras de menores (vivos/as) cuyas familias no les pueden procurar las necesidades básicas porque se encuentran en desempleo (por cierto, porcentaje que sí supone un auténtico escándalo frente a las cifras de abortos), por las cifras de familias desahuciadas, por las de afectadas/os por la estafa de las preferentes,… en fin, por tantas y tantas cifras escandalosas pero que no tocan el útero de las mujeres.

5) La nueva ley garantiza la protección de la vida del “nasciturus”: ¿desde cuándo en este país un puñado de células se considera una persona? (gracias a Mara Hdez. Castro por su reflexión en este sentido, que sé que daría para más) ¿La nueva ley, por tanto, garantizará que desde que una mujer sepa que está embarazada podrá percibir una prestación por ese ser protegido? ¿Podrá el ser protegido comenzar a cotizar para garantizarse una pensión? Se supone que sí, dado que el PP es un firme valedor de la familia y va a garantizar millones de ayudas para garantizar la vida de los y las concebidos/as mientras estén en el vientre materno. Así pues, futuras madres… pillad lo que podáis durante 9 meses porque los años restantes vuestras criaturas las van a pasar canutas en un Estado de Bienestar desmantelado (ah! ¿que tampoco se pilla durante 9 meses? Que sí mujer, que sí, que ya verás que el PP garantiza un sueldo “nescafé” a los/as concebidos/as a partir de ahora). (Modo ironic de nuevo on).

6) Las mujeres como víctimas. Para este gobierno, las mujeres no tenemos capacidad de agencia sobre nuestro cuerpo, Gallardón afirma que las mujeres que abortan son víctimas, no culpables, es un detalle por su parte que sólo envíe al talego al personal sanitario que practique una IVE (fuera de su restrictiva ley) y no nos envíe a las mujeres, sí, todo un detalle que no sabremos cómo agradecérselo. Se me ocurre que saliendo a las calles a manifestar nuestro “entusiasmo” con la nueva ley puede ser una buena opción.

7) El cumplimiento de una promesa electoral. ¿Por qué la única promesa electoral que va a cumplir el PP es aquella que en lugar de extender derechos y libertades los restringe? ¿Por qué la única promesa electoral que va a cumplir el PP afecta justamente a los derechos sexuales de las mujeres? ¿Por qué a lxs fascistas les gusta tanto tocarnos los ovarios?

8) La excusa del “no consenso”. Gallardón se ha llenado la boca diciendo que la ley anterior (la de 2010) fue aprobada sin consenso. Transcribo literalmente lo publicado por eldiario.es el pasado 18 de diciembre:

La actual legislación fue aprobada en el Congreso con los 184 votos del PSOE, IU, ERC, BNG, PNV, NaBai y dos diputados de CIU. En contra, votaron los 158 diputados del PP, UPN, Coalición Canaria, siete diputados de CIU y UPyD. La mayoría del arco parlamentario apoyó la nueva legislación.

Previamente, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero había creado un comité de expertos en materia sanitaria y judicial y se reunió con asociaciones de médicos, de mujeres, y organizaciones contrarias al aborto. Paralelamente, la Comisión de Igualdad del Parlamento creó una subcomisión en la que durante más de cinco meses cerca de 30 comparecientes propuestos por todos los grupos parlamentarios ofrecieron información en su ámbito de trabajo.

Por el contrario, nada se sabe del comité de expertos que ha elaborado el nuevo texto legislativo. Justicia tan solo ha mantenido una reunión con la Plataforma Nosotras Decidimos, que aglutina más de 200 entidades, entre asociaciones de mujeres, profesionales, sindicatos y partidos políticos, que rechazan el cambio legislativo, así como con las asociaciones que se oponen al aborto. En mayo el Congreso de los Diputados votó una moción que pedía al Gobierno que no reformara la ley de plazos y que esperara al pronunciamiento del Tribunal Constitucional. Quedó patente la soledad del PP con su proyecto: la moción fue rechazada con 172 votos, de PP, UPN y Foro por Asturias, frente a 135 votos a favor y 12 abstenciones.

9) Gallardón, un experto en “la marcha atrás”. La futura ley del aborto situaría a este país a la cola de Europa. 27 países de nuestro entorno funcionan con leyes de plazos, mientras que España volvería a una ley de supuestos de lo más restrictiva, ¡vamos! que estamos cerquita de equipararnos a Malta o al Vaticano, unos sitios muy “progres” como todo el mundo sabe. Hasta la católica Polonia, cuna de un Papa ultraconservador, permite el aborto por anomalía fetal.

10) Y creo que el PP se queda sin argumentos para cambiar la actual ley. No responde a una demanda social, nos va muy bien como está (que podría mejorarse, por supuesto, pero en ningún caso empeorarse como lo pretenden ahora) y hasta los propios organismos internacionales (la OMS, en este caso) ha desaconsejado el cambio con argumentos probados sobre la inseguridad que se produce en las IVEs ante normativas restrictivas. Así pues, si no hay argumentos sólidos que induzcan a una modificación legislativa, ¿por qué el PP se ensaña de esa manera con nuestros derechos? Porque le pone, sencillamente. Porque le pone la dominación y la subordinación de las mujeres a los dictados patriarcales. Porque le pone nuestro sufrimiento (que es lo que va a ocurrir a partir de ahora con el peregrinaje que tendrán que pasar las mujeres hasta lograr “el permiso” para abortar). Por una cuestión ideológica, porque quieren contentar al ala dura y retrógrada, a sus colegas del Opus, a los Kikos o a los “cielinos” (Comunión y Liberación, para profanas/os en la materia), porque nos gobiernan desde las creencias misóginas no desde la defensa de los derechos de ciudadanía. Aquí los únicos derechos que se defienden son los económicos, pero para los/as ricos/as, no os vayáis a creer que el resto de mortales entramos en esa defensa.

Y no sólo no se garantizan los derechos de las mujeres sino que quienes se confabulan para violentarlos son fundamentalmente hombres. Hombres que nos dicen que tenemos que parir, cómo y en qué circunstancias, hombres que forman parte de los “comités de expertos” que asesoran sobre el aborto, hombres que NO abortan, hombres que controlan nuestros cuerpos y nuestra maternidad. Y mujeres del PP y de otras fuerzas conservadoras que son cómplices. Hace tres siglos, Mary Wollstonecraft decía algo así: “algunas mujeres más pareciera que se dedicaran a sacar brillo a sus cadenas que a tratar de sacudírselas”. Si en este momento crucial para nuestros derechos sexuales, las mujeres siguen cómplices del patriarcado flaco favor nos estarán haciendo a las mujeres del presente y a las mujeres del futuro. De ahí, que el Pacto entre Mujeres contra la reforma de la ley del aborto, promovido por las compañeras feministas de Alicante, sea una estrategia importante que debería sumar al mayor número posible de mujeres. ¿Serán capaces de suscribir un pacto de género por encima de la disciplina de partido? Ya se están escuchando algunas voces discrepantes de mujeres dentro del propio Partido Popular (cada vez más impopular), pero serían necesarias muchas más.

En estos momentos tenemos un reto importantísimo: hacer visible un rechazo social masivo a este ejercicio de violencia estructural contra nuestros derechos sexuales, y hacerlo no sólo desde las organizaciones feministas que históricamente hemos defendido el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre nuestro cuerpo, sino lograr que a nuestra lucha se sumen otros colectivos y personas a título individual, mujeres y hombres que se comprometan en la defensa de la libertad de elección, en la defensa del aborto y en la defensa de la vida, porque tan legítimo es que una mujer quiera abortar si lo desea como que una mujer quiera ser madre y llevar a término su embarazo en las mejores condiciones posibles; porque tan legítimo es que una mujer quiera abortar como que se garanticen los derechos de ciudadanía para las personas ya nacidas (algo a lo que quienes dicen defender la vida le dan muy poca importancia). Porque en un Estado de derecho, “Decidir nos hace libres”.

NOTA: Este post está escrito desde una profunda indignación. He intentado ser lo más correcta posible, pero aún así soy consciente de haber utilizado «tacos» y formas un tanto irreverentes, pero qué coño! Estoy hasta el «ídem» de que el PP nos reprima, mientras la ley-mordaza no censure mi blog, seguiré expresando mis ideas.

Para más información sobre las acciones que se llevan a cabo para defender el derecho al aborto, pueden visitar la web de la Plataforma «Nosotras decidimos«, a quienes hay que agradecer su denodado esfuerzo por garantizar nuestros derechos, los de TODAS! (de los que se aprovechan quienes inicialmente los rechazan).

Sabemos, podemos, queremos: crónica del XII Congreso de Trabajo Social

Aunque un poco tarde, no podía dejar de reflexionar sobre el último congreso de mi profesión al que tuve la oportunidad de asistir los pasados 14, 15 y 16 de noviembre en Marbella. Resulta paradójico que una profesión comprometida con la ética y los valores de la justicia social y la lucha contra las desigualdades celebre un congreso en una de las ciudades que más fama ha alcanzado por su corrupción. Entiendo que es una forma lavar su imagen y que la cesión gratuita del palacio de congresos influyó notablemente para la elección del lugar; pero pese a su “mala fama” al pasear por Marbella descubres una ciudad con un casco antiguo con encanto y un paseo marítimo espectacular, cuyas bondades nos vendió la Alcaldesa de forma muy amena en la inauguración del Congreso (junto con la Consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Mª José Sánchez Rubio, las únicas no abucheadas en el acto inaugural).

De dicho acto para mí lo mejor fue que Koldobi Velasco iniciara el abucheo a Juan Manuel Moreno Bonilla, Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, gritando “Derechos sociales para todas y todos”, me pareció que hubiera sido necesario un plante colectivo ante la persona que representa a un gobierno que está desmantelando el Estado de Bienestar, hubiera sido impactante que más de 1.300 personas se levantaran a la vez y salieran del palacio de congresos, pero nuestra profesión feminizada y políticamente correcta, aguantó estoicamente que nos contaran el cuento de lo beneficiosas que estaban siendo las reformas y el enorme compromiso que tenía el gobierno por defender los derechos de ciudadanía.

Este congreso era el cuarto al que asistía, empecé en el año 96 en Sevilla y he acudido a Santiago de Compostela, Zaragoza y Marbella este año. En tres congresos presenté comunicaciones relacionadas con la igualdad entre mujeres y hombres, y por primera vez, en un congreso, en este de 2013, se crea una mesa específica denominada “Género. Experiencias innovadoras, emergentes y buenas prácticas” donde todas las comunicaciones que se presentaron tenían que ver con los condicionamientos de género y la manera de conocerlos y abordarlos desde el Trabajo Social. Es cierto que en Congresos anteriores se habían presentado comunicaciones sobre género, pero por primera vez se agruparon en una mesa en torno a un eje común, y me pareció significativo, más vale tarde que nunca! Si bien en Zaragoza, en 2009, hubo una mesa que en torno al eje de la mirada abordó cuestiones relacionadas con las desigualdades de género, no fue monográfica.

¿Qué me traje de Marbella? Además de una tablet muy chula con las comunicaciones del congreso, lo mejor fue la oportunidad de haber conocido a compañeras/os muy interesantes (Tania Mesa de la blogosfera de Trabajo Social, Raquel Millán, una de mis principales referentes en el trabajo social con grupos de mujeres, y todas las compis de la isla vecina, Gran Canaria, Ana Cano, Ana Demetrio,…) y las “viejas” compis, no por edad sino por años de complicidad y lucha: Koldobi, Magüi, Izaskun,…

A nivel teórico, para mí, pocas novedades, Alfonsa Rodríguez Rodríguez para mí de lo mejorcito, realizó una ponencia magistral denominada “Hacia una  visión proactiva: el conocimiento en  trabajo  social como red de seguridad”; la simultaneidad de las mesas de comunicaciones impidió poder participar en todas pero todavía estoy leyéndolas en la tablet: experiencias interesantes con nuevas tecnologías, experiencias participativas, ética, interculturalidad, estado de nuestra profesión, mesas monográficas sobre salud, servicios sociales, vivienda, personas mayores,… Más de 250 comunicaciones libres fueron admitidas y más de 200 desestimadas, lo cual parece un síntoma de que esa idea de que no sistematizamos la práctica parece que se está diluyendo.

Significativos fueron también los resultados de los estudios sobre el estado del Trabajo Social, donde se puso de manifiesto que pese a ser una profesión feminizada, los puesto de poder los siguen ocupando hombres, anécdotas curiosas: en una mesa donde se decía que la nuestra era una profesión feminizada, había cuatro hombres y dos mujeres; en el programa, la mesa de divulgación y publicaciones (“Difundir el trabajo social en España: revistas y publicaciones”) estaba conformada sólo por hombres (no fui, no sé si hubo algún cambio final), y es simbólico, ¿quién escribe, quién divulga, quién posee los medios que comunican en Trabajo Social en una profesión conformada por un 90% de mujeres?); un comunicante que presentaba una comunicación hecha por dos mujeres y un hombre acaba presentándola él porque una de compañeras era muy “tímida” y la otra estaba un poco perjudicada de la marcha marbellí (todavía estoy ojiplática ante la explicación), en fin, cuestiones de género al margen, aunque en mi caso es complicado que las pueda dejar al margen, el Congreso tuvo momentos brillantes como el acto protagonizado por la Marea Naranja de Granada, organizando un funeral por los Servicios Sociales públicos o la posibilidad de crear espacios de encuentro entre las mareas o conectarnos compañeras/os de distintas latitudes.

La intervención en tiempo de malestares, lema del congreso, generó reflexiones necesarias para articularnos frente a la desarticulación de derechos pero eché en falta estrategias más concretas y mayor compromiso y activismo desde nuestra profesión, que se llena la boca nombrándose como agente de cambio y en demasiadas ocasiones contribuimos a perpetuar el “status quo” del poder vigente. No sé si un ejemplo de poder podría considerarse la “privatización” del patrocinio del Congreso, pero el espacio publicitario ocupado por la UNIR, CLECE o Grupo 5, en detrimento de otras iniciativas privadas más minoritarias pero que hubiera sido interesante divulgar (como forma de apoyo a la emprendeduría social), fue quizás el elemento que más me chirrió del Congreso. Entiendo que hay que cubrir los gastos y está claro que en estos momentos la iniciativa privada es quien maneja la pasta, pero, joer, hubiera sido interesante contar con otra iniciativa privada diferente.

Pese a las críticas, que espero sean constructivas, no hay que dejar de agradecer a la organización el esfuerzo y la dedicación para que el Congreso saliera tan bien, creo que el Colegio de Málaga ha hecho un buen trabajo y al próximo organizador le espera un reto muy importante a plantear como eje del futuro Congreso: cómo reconstruir los derechos y los recursos que se están destruyendo en esta época, si es que dentro de cuatro años, cuando se celebre, nos queda algún reducto del ya maltrecho Estado de Bienestar.