Genes y mujeres

«La herencia genética pesa más en el rendimiento escolar de un alumno que su entorno socioeconómico«. Así de contundente se expresa un informe de la CEOE por el que yo me puedo quedar en casa tan ricamente y a las Consejerías de Educación les da el argumento perfecto para desmantelar los servicios de apoyo al alumnado con dificultades, total, para qué nos vamos a esforzar en compensar las desigualdades del alumnado si todo está en los genes.

Bueno, y si los genes son determinantes en el éxito escolar, las mujeres somos las culpables del fracaso (escolar, se entiende). Sí, a los «sesudos investigadores» (¿?) del informe no se les ha ocurrido mejor argumento que aludir a que la presencia femenina en la docencia «no ha sido bien recibida por todo el mundo», y claro, ya se sabe que las mujeres que no somos bien recibidas provocamos el caos en el sistema (educativo, en este caso), todo el mundo tiene constancia de esto, después de múltiples experimentos científicos sobre el tema. Así que yo, que soy mujer y me dedico al alumnado con problemas me debería ir buscando otro tipo de trabajo porque, según la CEOE, en este no soy bien recibida.

Sólo espero que este informe no le de argumentos a la derecha de este país para reforzar la segregación por sexos, para decirle a las docentes que donde mejor están es en su casa criando a sus propios hijos e hijas y no a los ajenos y ocupándose de sus mariditos como buenas esposas, madres y amas de casa. Sólo espero que el informe no le de argumentos a la derecha para desmantelar el ya precario y, casi en estado terminal en algunas autonomías, sistema público educativo y desarticular especialmente, los servicios y recursos de apoyo. Bueno, realmente sólo espero que a la CEOE les de por meterse el informe por donde les quepa y se dediquen a mejorar la productividad y el empleo de este país y no a reforzar machistadas sin sentido.

Y sí, estoy indignada aunque no haya estado acampada en una plaza, otra cuestión más para estarlo.

La revolución será feminista o no será…

Cuando el 12 de mayo participé en la manifestación por la calidad de la educación pública, estaba convencida e ilusionada de acudir el 15-M a la mani de «Democracia Real Ya» y el 17-M al acto LGTB por el día internacional contra la homofobia, pero una incómoda gastroenteritis me lo impidió. Dado que no era cuestión de ir «potando» por las esquinas o de solidarizarme con un movimiento indignado cuando me costaba tenerme en pie después de varios días a arroz hervido, decidí apoyar el movimiento cuando me mejorara. Y justo cuando mejoro, me vuelve a dar dolor de estómago, pero esta vez no vírico, sino de otro tipo de indignación al enterarme de lo sucedido en Sol con la pancarta «La revolución será feminista«.

Tenía la intención de acercarme esta tarde a S/C a las marchas silenciosas, pero después de lo sucedido en Sol me lo estoy replanteando. Apoyo las exigencias del movimiento 15-M sobre la democracia participativa y el saneamiento democrático, pero resulta paradójico que quienes abogan por la democracia participativa, no dejen participar a las mujeres feministas. Cuánta ignorancia y machismo entre los «chachiprogres», no entiendo que no entiendan que el feminismo no es excluyente; cuando rompen una pancarta y gritan «fuera, fuera»! a quienes abogan por la eliminación del patriarcado capitalista, ¿qué están dando a entender? ¿Que ellos quieren anticapitalismo patriarcal? Me hubiera parecido de una lógica aplastante que hubieran arrancado en ese contexto una pancarta que dijera «Rajoy es el mejor», pero no logro alcanzar a comprender la lógica (o ilógica), de quienes arrancan una pancarta de compañeras de lucha. Esas conductas se aproximan más al fascismo que a los valores progresistas que dice asumir el movimiento 15-M.

¡Qué lástima de revolución! ¡Cuándo van a entender no hay revolución, ni democracia, ni nada que se le parezca si no estamos nosotras!

MANIFIESTO FEMINISTA_campamentoSol

Indignación y resistencia

En los últimos tiempos estamos asistiendo a un recorte en los derechos sociales sin precedentes… y no pasa nada. Mientras el Madrid-Barça es capaz de movilizar a millones de personas frente a una pantalla (más incluso que cuando el mundial), el desmantelamiento del Estado de Bienestar parece que sólo preocupa a los viejos nostálgicos de la Resistencia. Y eso es lo que ha hecho Stéphene Hessel, un ancianito de 93 años, que ha logrado mover con un puñado de páginas a la apática sociedad del siglo XXI. Afortunadamente ha escrito poco, porque si el libro hubiera hecho un sesudo análisis del sistema capitalista en más de 100 páginas, no se hubiera movido ni dios, pero en esta sociedad donde casi nadie lee, se ha hecho un esfuerzo por entender y divulgar los pensamientos de Hessel a una velocidad de vértigo y gracias, fundamentalmente, a las redes sociales. Y son estas redes las que intentan movilizar a la ciudadanía frente a la crisis, frente a la vulneración de derechos, frente a la tomadura de pelo de las multinacionales, que en una sociedad en crisis siguen ingresando beneficios millonarios para sus accionistas. El mercado ha fagocitado al Estado, estamos a merced del capitalismo más feroz al que le hacemos el juego sin preocuparnos de las consecuencias. Pese a los mails de reenviar que nos piden que boicoteemos esta o aquella empresa, nadie quiere perder su estatus dejando de consumir. Las tiendas de marca siguen estando repletas (vayan si no al Corte Inglés y fíjense en Tous, es alucinante que para comprar un oso horroroso haya que hacer cola y coger número, como en las oficinas de empleo, qué paradójico!) y las TV de plasma salen de las grandes superficies con una facilidad pasmosa (pero eso sí, hay crisis).

La crisis que estamos pagando la clase media, no los accionistas del BBVA o Endesa, o del Santander o Inditex, no, la estamos pagando quienes perdemos poder adquisitivo cada día, quienes tienen sus salarios o pensiones congeladas, quienes se desesperan por encontrar trabajo, quienes no saben cómo llegar a fin de mes, pero tienen TV de plasma. No, no sólo hay una crisis económica o financiera, hay una crisis ética, hay una crisis política, de ideas, de movilización,… Mientras nos dan pan y circo (leáse Madrid – Barça, por ej.) no saldremos a tomar las calles para protestar por el tipo de educación desmovilizadora que están recibiendo nuestros/as hijos/as, por la falta de equipamientos y recursos sociales, por la no aplicación de la Ley de Dependencia, por el recorte en políticas de igualdad, en prestaciones económicas para quienes nada tienen,…

Pero los poderosos se empeñan en insistir que este modelo es el válido, que el capitalismo funciona, que no se pueden hacer las cosas de otra manera,… Y una minoría (o quién sabe, tal vez somos mayoría), nos empeñamos en resistir, en indignarnos con ese señor de 93 años que ha logrado en unos meses despertar muchas conciencias dormidas. Y sí, hay que tomar las calles, hay que hacerse visible, hay que resistir pacíficamente a quienes se empeñan en dejarnos sin recursos, sin ilusión y sin identidad. Por eso, el 15 de mayo hay que manifestarse, por una ciudadanía incluyente, participativa y democrática. Por una gestión alternativa y diferente de lo público, para que no nos sigan tomando el pelo y para que sepan que existimos, que no somos una minoría silenciosa, que creemos que otro mundo es posible.

Y para quienes estén en Tenerife, también hay que salir a la calle el 12 de mayo, porque también otra educación pública es posible.

Y para quienes estén en cualquier parte de España (y parte del extranjero), también hay que manifestarse el 22 de mayo. Un voto puede cambiar muchas cosas, un voto que castigue la corrupción, las listas con imputados/as, la eternización en el poder, las tomaduras de pelo a la ciudadanía,… un voto útil que promueva cambios auténticos y que no sirva para tener más de lo mismo.

Simprevivas para Simone de Beauvoir o crónica de una Semana Santa en París

He depositado siemprevivas en la tumba de Simone de Beauvoir, en el cementerio de Montparnasse (una, que es así de «friki», y las siemprevivas iban desde Canarias, qué conste, que en París todo es muy caro!!!). Sí, he pasado parte de la Semana Santa en París, con un tiempo espléndido (yo iba cargada de abrigos porque todas las guías de viaje decían que  en abril llueve y hace frío en París, pero na de na), mejor que en Canarias. Eso sí, los mitos sobre París se han ido desmoronando uno tras otro, y no me refiero al de las cigüeñas, que ese ya sé desde hace muuuuuuuuucho tiempo que es falso. Creo que los/as franceses/as han tenido una habilidad especial para saber «venderse» más allá de sus fronteras, con la excusa del «glamour», la moda, la cosmética y todas esas zarandajas, han propiciado que se piense que París es el sitio más maravilloso del universo, y nada más lejos de la realidad. Bonito es, nadie lo duda, pero creo que está sobrevalorado.

Realmente lo que más me gustó de París fue una calle preciosa con encanto que atravesamos durante una ruta literaria por Montparnasse llena de barecitos típicos, con ese aire de bohemia parisina,… por lo demás, los Campos Elíseos no me parecen nada del otro mundo (eso sí, había colas delante de las tiendas más «chic», la más larga la de Louis Vuitton), las Tullerías un fiasco (muchísimo más recomendable los jardines de Luxemburgo que por lo menos tienen arboleda con sombra), Notre Dame más pequeña de lo que me esperaba, el Sagrado Corazón, quizás lo más impresionante, al tiempo que cansado si lo subes peldaño a peldaño, y el Louvre y Versalles atiborrados de gente. Del Louvre vimos lo más típico, que una no es una entendida en arte y no tenía el cuerpo para patearse todo el museo, así que con la Venus de Milo, La Gioconda, la Victoria de Samotracia y La libertad guiando al pueblo, entre otras cosas, nos conformamos. Y de Versalles vimos todo lo enseñable en el pack básico (aposentos del Rey y la Reina, Galería de los Espejos,…), en fin, que esperaba que la galería de los espejos fuese más enorme e impresionante y que los jardines tuvieran más sombra y más flores. O una está muy cansada de ver palacios, o en Francia se lo han sabido montar muy bien con la publicidad. Si me dieran a elegir me quedaría antes con Praga o La Habana que con París.

Pero bueno, una que no sólo sigue las rutas turísticas típicas, dejó que la guiaran por el París cultural y así, seguimos los pasos de Marcel Proust, Gertrude Stein o Hemingway, bueno especialmente los de Proust, ya que mi acompañante es «superfan» y acabamos en Illiers-Combray el pueblo donde Proust pasó parte de su infancia y donde se inspiró para iniciar «En busca del tiempo perdido» (eso sí, la ruta proustiana no debe ser muy transitada porque cuando intentamos comprar las famosas magdalenas de la tía Leonie, nos miraron como si nos hubiéramos escapado de un psiquiátrico, así que nos conformamos con sacarle una foto a la pâtisserie, donde estaba escrito en el escaparate lo de las magdalenas, para asegurarnos que manteníamos la cordura. (Por cierto, de camino a Illiers pasamos por Chartres y vimos su catedral, que yo diría que supera a Notre Dame). Ah! y también visitamos el Museo Rodin y el Museo Carnavalet (éste último, siguiendo a Proust, of course).

En fin, que si alguien va a ir a París debe saber unas cuantas cosas básicas:

1) No crean lo que dicen las guías de viaje sobre que el metro es complicado y lioso con los transbordos, es como cualquier otro metro del mundo (yo iba «atacá» pensando que no iba a salir del metro de París en la vida).

2) No crean lo que dice la gente de que los/as franceses/as son antipáticos/as. No tuvimos ningún problema, incluso apenas chapurreando cuatro palabras en francés, eso sí, yo he acuñado un nuevo término: el «spanfranglish», que fue nuestra forma de comunicarnos con el mundo exterior: una mezcla de francés e inglés aderezado con lo que no sabíamos en ninguno de los dos idiomas, en español, pero vamos, que nos entendimos rebién con les parisiens. ¿Comenté que no íbamos en un viaje organizado sino por nuestra cuenta? En París creo que es la mejor forma de viajar, ir a dónde quieras en libertad y en metro, que para en todos los sitios turísticos. Si no van a seguir las rutas turísticas típicas pueden ahorrarse el París Visité y comprar un bono de metro de diez tickets que sale por 12 € (los billetes sueltos cuestan 1,70 €).

3) Lleve crema hidratante de casa (en París le recuerdo que sigue siendo todo muy caro), porque cuando cate el agua parisina para ducharse o lavarse la cara entenderá por qué París es la cuna de la cosmética.

4) Ubique un supermercado cerca de su zona de alojamiento si no quiere pagar 4 € por una botella de agua. Los Monoprix son típicos y suele haber por diferentes zonas. O a unas malas, busque un Quick (la versión belga de McDonald’s o un propio McDonald’s que están por todas partes, es lo que tiene la globalización, y tal y como están los precios en los restaurantes de París, no es cuestión de ponerse una antikapitalista). Eso sí, los restaurantes parisinos son una maravilla, así que si se lo pueden permitir, aprovechen, y si no, siempre se puede recurrir a las Brasseries (aunque hay muchas carísimas).

5) Si está en ruta turística por la calle y necesita un baño, es mejor que utilice una de tantas «toilettes» públicas y gratuitas que se encuentran por la calle (están muy limpias, tienen un sistema de desinfección automático) que adentrarse en un bar si no se va a consumir.

6) Si lo que quieren son marcas de moda carísimas pueden estar todo el día pateando la avenida de los Campos Elíseos, pero vamos, que les saldrá más rentable irse a la milla de oro madrileña (rentable no por los precios de las cosas, si no porque se ahorran el avión y el alojamiento en París).

7) Si lo que quieren es descubrir una Francia diferente, adéntrense en los pueblos de la campiña francesa o visiten el sur de Francia, la región del Languedoc y la ruta de los castillos cátaros, especialmente Carcassone (aunque también es hiperturístico), y olviden un poco a París porque su «encanto» acaba desencantando (bueno, es una opinión, entiendo que haya gente a la que le parezca fascinante).

Por cierto, la Tour Eiffel es más bonita iluminada, de día no pasa de ser un amasijo de hierros para engrandecer el espíritu megalómano parisino. (Y para finalizar, fotito de la tumba de Simone de Beauvoir, que comparte con Sartre, por cierto. Mis siemprevivas son esa cosa chiquitita que está por el centro un poco a la derecha).

Carmen París: el arte hecho mujer

Sólo hay dos artistas que sean capaz de situarme en un estado de «fenómeno fan exacerbado»: Lila Downs y Carmen París. A la primera he tenido la oportunidad de escuchar en varios conciertos, tengo un disco autografiado y toda su discografía. A la segunda tuve la oportunidad de escucharla por primera vez en concierto anoche, pese a tener también toda su discografía (sus tres discos: Pa’ mi genio, Jotera lo serás tú e Incubando). (Y también conseguí un disco autografiado!!!).

Con un piano (y un bongó) sobre el escenario y su espectacular voz, Carmen desgranó sus canciones aderezadas con divertidos comentarios sobre cada una de ellas. Fue una actuación brillante que pocos artistas podrían conseguir. Sin banda, ella, su música y sus letras. Carmen es un prodigio de talento y una lástima que sea tan desconocida (al menos en mi entorno). A todas las personas a las que les hablé de ella y del concierto me miraban con cara de ¿y esa quién es? Cuando me preguntaban ¿y qué tipo de música hace? Yo me quedaba un poco «in albis» e intentaba explicar que hacía una fusión con la jota aragonesa y ritmos varios del mundo (jazz, flamenco, música árabe, latina,…) a lo que la gente aún me ponía cara más rara. Después del concierto de anoche, les diré, bueno, ustedes se lo perdieron, qué se le va a hacer!, porque para explicar lo que hace Carmen hay que escucharla, hay que verla y hay que disfrutarla. Hay que abrirse a nuevas experiencias, ritmos y melodías y olvidar el purismo musical por un rato.

Pero Carmen es más que música, es compromiso social y vital, especialmente con las mujeres y la causa palestina, ya que en los pocos minutos que pudimos charlar con ella, fue uno de los temas abordados. En fin, que salí del concierto con una sonrisa de oreja a oreja, feliz, porque en una hora y media disfruté con el arte de Carmen como hacía tiempo que no disfrutaba. Resulta difícil transmitir con palabras este tipo de experiencias, así que, recomiendo a quienes me leen que la próxima vez que se enteren de un concierto de Carmen París no se lo piensen dos veces.

Ah! por cierto, hay una tercera cantante y compositora de la que soy auténtica fan, pero como la «confianza da asco», y de ella soy amiga aparte de fan, no la sitúo en el podium inalcanzable de las diosas del arte: ella es Arita Mitteenn y también es absolutamente recomendable.

Sobre ética política

Esta mañana, en un zapping radiofónico, yo, que suelo conducir con música para ahorrarme noticias desagradables, que ya bastantes disgustos da la carretera, me enganché a RNE «todo noticias» porque perdí el dial de mis emisoras musicales, y cual no sería mi sorpresa cuando el locutor hablaba del intercambio de políticos varios de un partido a otro como si fuera el juego de la silla.

De CC (Coalición Canaria) se pasaban al PP, pero lo más aterrador es que del PSOE también se pasaban al PP. Y yo me pregunto, ¿dónde quedan las ideologías? ¿Se está en política sólo para «pillar cacho»? Puedo entender perfectamente que la gente de CC se pase al PP y viceversa porque salvo «el profundo sentimiento nacionalista» (que dirían los de CC), sus ideologías son bastante afines, pero del PSOE al PP es casi como un sacrilegio. Hay quien dirá que el PSOE se ha sumado a políticas neoliberales propias de la derecha pero sigo pensando que, si hay algo que diferencia a la izquierda del resto, debe ser su apuesta por las políticas sociales, de igualdad,… y por mantener un Estado de Bienestar lejos de la privatización total que impone el PP en las Comunidades Autónomas donde gobierna.

No le debe preocupar mucho tampoco la política social a CC porque hoy, en ese zapping radiofónico, escucho a Ana Oramas, desperdiciar una pregunta en la sesión de control al Gobierno sobre Política Social, para decirle a ZP: ¿qué opina ud. de que sus colegas sociatas hayan llamado a mi fantástico presi «inmoral y antisocial» en nuestro propio debate sobre el estado de la nacionalidad? (todo esto formulado en plan correcto y tal), a lo que ZP responde: No sé si se ha enterado ud. aún, pero lo que implica actuar de oposición en un Parlamento es que hay que criticar la acción de gobierno (todo esto también dicho en plan políticamente correcto). ¡Qué lástima que Ana Oramas desperdiciara una pregunta sobre política social para semejante «pendejada»! Claro, es que no le puede preguntar al Presidente del Gobierno de España sobre los retrasos en la aplicación de la Ley de Dependencia en Canarias, sobre los recortes en materia de igualdad, en atención a la infancia,… claro, es que eso no depende de papá-Estado, sino del Gobierno Autónomo y, mirar para casa de vez en cuando, haría que le salieran los colores a más de uno/a, es más fácil, decir tonterías en Madrid que dedicar esfuerzos a arreglar la nefasta política social de Canarias.

En fin, para mi próximo trayecto largo en coche volveré a Cadena Dial (que para las noticias desagradables ya me basta la prensa online).

¡En qué mundo vivimos!

Ese es el título de un pequeño libro de Arcadi Oliveres que todo el mundo debería leer y que nos plantea una interesante reflexión sobre la manipulación de la información en la sociedad actual y sobre las desigualdades e injusticias que asolan nuestro planeta.

Absolutamente recomendable después de este comienzo convulso de año. Finalizamos 2010 con el cierre de CNN+ y su sustitución por el canal «Gran Hermano 24 horas», la mejor forma de crear descerebrados/as que no cuestionen el sistema. ¡Qué más da la crisis si puedo hacerme famoso/a por estar tirado/a en la cama todo el día soltando improperios! E iniciamos 2011 con la ola de protestas contra las dictaduras de determinados países árabes que pueden ser el preludio de una mayor democratización.

Mientras aquí no para de llover, cosa que viene muy bien para hacer acopio de un bien escaso como es el agua y yo retomo la escritura que tenía abandonada desde hace más de un mes por motivos de salud, principalmente.

Y además, estamos en «precampaña» extraoficial y hay senadores que resucitan las teorías conspiranoicas del 11-M a ver si pueden arrastrar votos para la formación política que, si gana, destruirá los derechos que tanto ha costando alcanzar en estas dos últimas legislaturas (matrimonio homosexual, educación sexual e IVE, Ley de Igualdad, Ley contra la Violencia de Género,…). Pero bueno, no nos preocupemos que ya la sustituta de CNN+ se encarga de «informar objetivamente» a la población.

Quienes puedan… ¡vean La Sexta! (Dentro de lo malo, es lo mejor)

Balada triste de un año trágico… y lo que nos espera!

Quedan pocos días para despedir al 2010 y siempre por estas fechas todo el mundo hace un balance de lo que ha sido el año, incluso en esta ocasión, la década, así que una no va a ser menos.

Despedimos uno de los años más trágicos en lo que a violencia de género se refiere de la última década. Más de un centenar de víctimas mortales (si incluimos a los/as menores) nos ha dejado esta terrible lacra según las organizaciones de mujeres (los datos oficiales cuentan menos porque sólo recogen las mujeres asesinadas en el contexto de relaciones de pareja o expareja y no contabilizan el resto de formas de violencia de género). Así que, mientras la violencia no cesa, las Administraciones Públicas, al menos en Canarias, recortan gastos drásticamente para abordar este problema.

Y no es que recorten gastos sólo en violencia de género, que es un problema más que evidente en nuestra Comunidad Autónoma (10 víctimas mortales este año), recortan en todo lo que huela a Estado de Bienestar. Se desmantelan los Servicios Sociales, la Educación, la Sanidad y el Empleo, pero siempre habrá dinero para la «guanchancha» y la TVAC (bazofia de tele autonómica que en plena crisis tiene fondos para series de producción propia). (Para quien me lea de fuera de Canarias, la «guanchancha» es el término popular e irónico con el que se denomina la Policía Autónomica Canaria), ya se sabe que en época de crisis es fundamental tener una policía autonómica; hasta ahora sus máximas funciones se han limitado a pasearse por todas las fiestas patrias (deben estar estresados/as de tanto currar). Así que, como dirían los de Gomaespuma, «dinero no hay, pero pa’ tontadas…» Eso sí, somos la Comunidad Autónoma con las tasas más altas de violencia de género, de fracaso escolar, de desempleo,… pero a la gente se le da «pan y circo» (es decir, la infumable programación de la «Atinómica») y así no protestan.

Mientras se desmantelan los servicios públicos, la movilización social es nula, y las elecciones a la vuelta de las esquina… y mucho me temo que tendremos más de lo mismo para una buena temporada (para quien no lo sepa, con la Ley electoral de Canarias, la democracia sufre un «secuestro» muy peculiar  y la posibilidad de que partidos alternativos tengan un espacio parlamentario es prácticamente inexistente).

Y si este es el panorama que tenemos en Canarias, a nivel estatal no nos va a ir mucho mejor. El posible triunfo de la derecha nos va a dejar sin ley de matrimonios homosexuales, sin ley del aborto, sin políticas de igualdad, sin educación para la ciudadanía, sin … en definitiva, sin los grandes logros progresistas de los últimos años que, pese a quien pese, han hecho de este país un lugar mejor para la convivencia y el respeto a los Derechos Humanos a pesar de la crisis.

Y el caldo de cultivo para el triunfo de la derecha se está alimentando cada día desde el monopolio de los medios de comunicación ultraconservadores. La TDT-Party, que diría Wyoming, está alimentando el discurso más rancio y casposo que ha tenido este país en los últimos tiempos, creando cada vez más masas aborregadas sin sentido crítico que le elevan las audiencias a Tele5. Más «pan y circo» a nivel estatal, que sin lugar a dudas, y como no ocurra un milagro, propiciará el triunfo de la derecha.

A esto hay que sumarle la desaparición de medios de comunicación como CNN+, una tragedia en el mundo de los «mass media» porque como diría Gabilondo en su último programa, es triste la desaparición de un medio de comunicación, pero más lamentable es que desaparezca un medio puramente informativo, en esta sociedad de la manipulación, tergiversación y ultraderechización de los medios. Se nos va CNN+ y Gabilondo y nos quedamos con Intereconomía, ¡qué pena! Eso sí, Gabilondo se fue por la puerta grande, porque la entrevista a Garzón fue muy jugosa, un ejemplo más de la «caza de brujas» contra el progresismo que se vive en este país.

Y así las cosas, no me queda más que recomendar que vean La Sexta, porque aunque al igual que en otros medios, también hay sexismo y violencia, al menos algunos programas (con sexismo incluido) como El Intermedio o Salvados, son un soplo de aire fresco frente a la inmundicia televisiva que nos azota.

Pues ya lo saben, queridas niñas y queridos niños, a portarse mal, a reivindicar, a no dejar que nos tomen el pelo, a luchar contra el desmantelamiento de las políticas públicas de bienestar e igualdad, y tal vez, sólo tal vez, si logramos ser realmente malas y malos, las Reinas Magas nos traigan un buen regalo para el 2011: mayores niveles de igualdad, democracia y justicia!!!

Aterriza como puedas

Tras leer la noticia de que un avión aterrizó en La Palma sin controladores aéreos, decidí que mejor pasaba el puente en casa antes que criando malvas.  La verdad es que no entiendo el conflicto: gente que puede cobrar como poco 50.000 € al año y como mucho en torno a 600.000 €/año está estresada! Estresada estaría yo si cobrara 426 € al mes y encima me quedara cobrando 0 € según las últimas decisiones del Gobierno estatal.

Rubalcaba dice que ningún Ministro se había atrevido con los privilegios de los/as controladores/as, si realmente Blanco lo ha logrado, chapó por él; lo del «Estado de Alarma» la verdad es que hay críticas para todos los gustos; igual me estoy volviendo un poco facha pero si ha logrado volver a la normalidad, bienvenido sea, total yo ni me he dado cuenta que estamos «alarmadas/os»; lo positivo es que me van a devolver el dinero de los billetes menos los gastos de emisión, que eso se lo queda Binter para engrosar sus arcas.

Las pérdidas de la pataleta de los/as controladores/as han supuesto millones de euros, que para un país en crisis le viene de «perlas». Eso sí, los/as de la pataleta ya se ocuparon de sacar sus miles de euros de sus cuentas bancarias antes de montarla para evitar que le embargaran o bloquearan sus «escasos» ingresos.

Yo propongo como sanción que esta panda de sinvergüenzas done el 50% de su salario para crear un fondo de emergencia para las auténticas profesiones estresantes: policías que se juegan la vida, médicos/as que operan a vida o muerte,… y por qué no, trabajadoras/es sociales como yo, que tenemos que lidiar con personas sin habilidades sociales, violentas, adictas a distintas sustancias,… que cuando se les cruza un cable te agreden y se quedan tan frescas (y lo digo por experiencia!).

Las cuentas bancarias de toda esa esforzada gente que no superamos los 2.000 € mensuales (algunas ni de lejos soñamos con esa cantidad con la pérdida de poder adquisitivo y las reducciones gubernamentales) esperamos con ilusión las donaciones generosas de los/as controladores/as que superan los 60.000  al mes.

Y ¡por fin!, el Cervantes.

Hoy hemos de estar de enhorabuena. Ana Mª Matute ha sido reconocida con el Premio Cervantes. Desde 1976 hasta la actualidad sólo tres mujeres han sido distinguidas con este galardón, ¡qué pena! En 34 años, se muestra claramente el androcentrismo de las letras hispanas. Creo que sobran más comentarios, sólo congratularnos con la autora de «Olvidado Rey Gudú» o «Paraíso inhabitado» (su última novela, que recomiendo encarecidamente), entre otras muchas.