La rebelión de Miriam

El cuerpo de las mujeres siempre ha sido un campo de batalla: cuerpo ultrajado, cuerpo violado, cuerpo normativizado, cuerpo expropiado, cuerpo maltratado, cuerpo asesinado,… Pero en los últimos años muchas mujeres han utilizado su cuerpo como arma de guerra. Conocidas son las protestas de Femen en las que muestran su cuerpo semidesnudo como forma de rechazar el control patriarcal o las performance de Erika Trejo, por ejemplo, desnuda contra la violencia de género, entre otras muchas.

Desde el 12 de marzo, Miriam Pérez Mendoza libra una batalla con su cuerpo, declara una huelga de hambre como forma de protestar ante un despido injusto. La protesta de Miriam ha tenido un fuerte apoyo por quienes la conocemos y por parte de diversos colectivos y entidades, una tibia repercusión mediática y un escasísimo, y en algunos casos nulo, apoyo de asociaciones de mujeres, por ejemplo (pese a que Miriam es integrante de una asociación feminista, aquello de “si nos tocan a una, nos tocan a todas” parece que cuando se milita en según qué organizaciones es más o menos válido).

La batalla de Miriam por su dignidad puede parecer una causa individual, pero Miriam representa más que una lucha personal por su derecho a un puesto de trabajo digno, representa la situación de millones de personas que en estos momentos en nuestro país ven vulnerado su derecho constitucional a un empleo, se ven abocadas a sobrevivir en condiciones de precariedad extremas y a las que el sistema ofrece cada vez menos respuestas. ¿Qué ocurriría si 6 millones de personas se pusieran en huelga de hambre? ¿Qué ocurriría si todas salieran a la calle en masa a protestar contra la corrupción, la estafa que llaman crisis o la tomadura de pelo en la que se está convirtiendo nuestra democracia?

En la lucha histórica de las mujeres siempre que una protestaba individualmente era tachada de “loca” y era estigmatizada y denigrada, cuando se protestaba colectivamente se conseguía transformar el mundo. En una sociedad dominada por el miedo a la pérdida de derechos, el activismo y la lucha colectiva se está volviendo una rareza en extinción.

Miriam ha sido siempre una activista colectiva, y esta batalla en la que está inmersa en estos momentos no la está librando sola, pero a veces, en las batallas, hay que cambiar de estrategia.

Este post lo escribo desde la rabia, la frustración y la decepción. Durante los 23 días que Miriam lleva en huelga de hambre y acampada en la puerta de la “Casa Sindical” ha recibido el apoyo de su familia, amigas/os, vecinas/os del barrio, representantes sindicales, asociativos,… pero también la burla y la indiferencia de quienes fueron su “empresa” durante 15 años, un sindicato que se presupone de izquierdas. Y sinceramente, ni Miriam se merece ese trato deshumanizador ni UGT se merece que la vida de una persona peligre por la cerrazón y la indiferencia de sus dirigentes.

Creo que la vida de Miriam es demasiado valiosa para que se deteriore en la puerta de UGT, creo que quienes conocemos y queremos a Miriam nos merecemos seguir disfrutando de su vitalidad para seguir librando muchas más batallas, con el cuerpo, con la mente y con las emociones.

Miriam nos ha dado en estos días una lección de valentía y coraje que ni en toda su vida podrán ni siquiera alcanzar a oler las personas que le han dado la espalda, que se han negado al diálogo y que no han movido un dedo por intentar resolver esta situación de forma dialogada.

Como feminista defiendo el aborto, la eutanasia, la libre decisión de las mujeres sobre sus cuerpos,… pero me jode terriblemente la decisión que ha tomado Miriam sobre el suyo, porque en este asqueroso sistema capitalista no se es tan libre para tomar ese tipo de decisiones.

Sé que Miriam pretende llevar su protesta hasta las últimas consecuencias, sé que habrá gente que le importe tres pimientos porque piensa que es su decisión y que allá ella (en ese nivel de deshumanización estamos), pero a mí sí me importa, a muchas personas nos importas Miriam, así que en mi nombre, y me atrevo a decir que en el de tus compañeras de asociación (aunque no las he consultado a todas), déjalo. Nos les des el gusto de verte en una situación extrema. Si crees que tu sacrificio les moverá las conciencias, es imposible: no tienen. Tu lucha sí nos ha removido a muchas, y ojalá sirviera para mover aún más cuestiones, pero todavía queda mucho camino por andar y ya nos hemos dejado demasiadas víctimas en el camino.

No creo que cambiar de estrategia sea perder la batalla, no creo que sea renunciar a tus ideales, a tus convicciones, a tu coherencia,… pero de verdad, demasiadas personas te queremos como para perderte y demasiadas te odian y les darías un gustazo que no se merecen.

Miriam, supongo que no tendrás fuerzas para leer esto, pero me niego a respetar una decisión que ponga en peligro tu vida por mucho que se me acuse de “fascista intolerante” o lo que se me quiera llamar. Yo en este momento respeto muchísimo a Miriam Pérez Mendoza, pero no tu última decisión adoptada y te pido públicamente que permitas que te cuiden y que se garantice tu salud. Y me consta que no soy la única que piensa así. Espero que me hagan caso, al menos, que sea la última decisión con sentido que tomo como “presi” en funciones 😉

Te queremos!!! Y te queremos viva.

La pasión de Miriam Pérez Mendoza

El pasado viernes “de dolores” se iniciaba la que en el mundo católico se conoce como “Semana Santa” y en el mundo laico una estupenda oportunidad para descansar de los trabajos precarios (quienes tenemos la suerte de tenerlos). Esta semana es conocida por rememorar la “Pasión” de Jesús de Nazaret, pero también el término «pasión» alude a vivos afectos sentidos hacia alguien o algo o a la acción de padecer, entre otros significados recogidos en el DRAE.

Y pasión es lo que no le falta a Miriam Pérez Mendoza, en sus distintas acepciones. Desde el 12 de marzo esta mujer, pasional y apasionada, lleva acampada en la puerta de la denominada “Casa Sindical” en S/C de Tenerife y en huelga indefinida de hambre reclamando su readmisión en un sindicato, UGT, que paradójicamente la despidió a ella y a trece personas más fruto de un ERE injusto.

Tras 15 años de trabajo, un sindicato como UGT que debe defender los derechos de la clase trabajadora, después de escándalos económicos como el de FUNDESCAN al que estuvo vinculado, se deshace de algunas de sus mejores trabajadoras con la excusa de la crisis. Crisis que nunca parece afectar a quienes dirigen los sindicatos, los partidos, los gobiernos, los bancos o cualquier otro tipo de entidad. Siempre pagamos lxs mismxs, lxs de abajo, las trabajadoras y trabajadores honradas/os.

Ante la respuesta judicial que se eterniza, Miriam decide llevar su activismo a una situación extrema: la defensa de sus derechos jugándose su salud y su vida. Porque Miriam no es de medias tintas, Miriam es una mujer valiente. Miriam es una mujer coherente, honesta.

Conocí a Miriam hace relativamente poco, casualmente, en la presentación de una revista feminista, aunque a ella le repelía cierta clase de feminismo (no me extraña). Con Miriam descubrí el activismo en otras causas y ella descubrió en Contramarea que otro feminismo es posible. Nos aliamos casi de inmediato. Me gustó aquella mujer fuerte, defensora de los derechos de lxs más vulnerables, derechos de ciudadanía, animalista, pacifista, ecologista, y sí, feminista (aunque a ella aún le dé reparo nombrarse así y a las feministas con pedigrí les genere urticaria), luchadora de causas que no creemos perdidas, cuestionadora de todo lo que le parece injusto. Comprometida al máximo con lo que cree, voluntaria de múltiples causas, sindicalista (de las de verdad, no como aquellxs que la despidieron), de izquierdas, progresista,…

Hoy Miriam, tras ser activista de las causas de otros/as, está comprometida con una causa, la suya (aunque sin dejar las nuestras), hoy más que nunca quienes contamos con su apoyo para nuestras causas tenemos el deber ético de apoyar la suya. Por reciprocidad, por justicia.

En estos días se enfrenta a una semana crítica, una semana de pasión, de padecimientos que ya está comenzando a sentir como consecuencia de la huelga de hambre. Los próximos días serán clave en la resolución de su causa antes de que su salud se deteriore de forma irreversible. Porque ella, aunque su familia y sus amigas/os insistamos en lo contrario, está dispuesta a llevar su protesta a las últimas consecuencias. En Contramarea no nos podemos permitir el lujo de perder a compañeras tan comprometidas como Miriam, que en el año escaso que lleva con nosotras ha demostrado sobradamente su apoyo y compromiso con la igualdad.

Hoy leía en Facebook un comentario de alguien que no conozco, José Ramón Rodríguez Pérez, pero que comparto totalmente (y sin su permiso, espero que no se moleste):

Miriam es una inquieta activista social. Se enrabieta y lucha contra todo lo que ella considera injusto. Es solidaria más allá de lo que sería «políticamente correcto», no se queda en el gesto, ella lucha de verdad, se compromete, se moja, se empapa. Miriam lucha por un puesto de trabajo y en su lucha, con ella, tiene a su lado a mucha gente, a su familia, a sus amigas y amigos, a organizaciones y militantes que le han manifestado su apoyo.

Sorprende que Miriam siga ahí con grave riesgo para su salud sin que se procure una solución, la que las partes consideren satisfactoria. Miriam es una metáfora dolorosa de millones de personas que han perdido su puesto de trabajo. No voy a alentarla a que ponga en riesgo su salud, pero SÍ a luchar por lo que considere justo. Ella que siempre ha luchado por los demás, ahora le toca luchar por ella, por su familia. No se merece el silencio de la noche y el frío del suelo donde el esperanzador verde de su tienda grita su rebeldía.

Creo que se puede decir más alto pero no más claro.

Miriam, para mí eres un ejemplo de tesón, valentía, fortaleza, lucidez y constancia. De resistencia pacífica, de lucha ejemplar. Sabes que cuentas con mi apoyo y mi cariño y espero que la vida nos permita seguir creando alianzas entre el feminismo y otros activismos y que tu ejemplo nos sirva de inspiración para recordar que la única batalla que se pierde es la que no se lucha.

Sólo espero que la pasión de Miriam se convierta en pasión de afectos compartidos y no de padecimientos innecesarios por culpa de un sistema injusto. Ya hay bastantes personas «crucificadas» por el sistema, no podemos permitirnos el «lujo» de tener una víctima más.

En el cielo de las feministas

La vida a veces es muy injusta, siempre nos dejan las mejores. Hoy 2 de marzo, recibimos la peor noticia que nos han podido dar: una compañera de causa se ha ido, después de haber luchado en múltiples batallas, y haber librado la peor con la mayor valentía y coraje que he conocido. No le ha podido ganar la batalla a la muerte, pero nos ha dejado un ejemplo de dignidad, resistencia y amor por la vida que siempre nos acompañará.

La verdad es que hace mucho que dejé de creer en cielos, infiernos o limbos, pero sí estoy segura que a partir de hoy, habrá un lugar especial donde descansará el alma de Mapy y desde donde nos acompañará a las que nos quedamos para seguir librando otras batallas.

Con Mapy compartí espacios desde hace muchos años. Presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes de Canarias “ADEI”, compartimos la crítica constructiva a las políticas de igualdad del Gobierno de Canarias mientras fue miembra de la Comisión para la Igualdad del entonces denominado Instituto Canario de la Mujer. Integrante del Consejo Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de S/C de Tenerife durante varias legislaturas, creamos alianzas para defender la atención a las mujeres del citado municipio.

Desde 2011, compartíamos espacio, manifestaciones y pancarta, complicidades y feminismo afectivo en Contramarea. Hoy es un día triste, demasiado triste para todas las que tuvimos la oportunidad de disfrutar de un pequeño trocito de la vida de Mapy, pero también somos conscientes de que nos ha dejado mucho: su vitalidad, su valentía, su sonrisa, su ironía, su sentido del humor, su lealtad, su compromiso, su amistad,…

De Mapy sólo se me ocurren cosas buenas, y es muy jodido que se nos vayan las buenas y se queden quienes están haciendo de este mundo un lugar inhabitable. Mapy hacía justo lo contrario, irradiaba luz y belleza a quienes la rodeaban y trabajó mucho por la igualdad y por los derechos de las personas desde su profesión, como Trabajadora Social que era.

Las despedidas siempre son difíciles y duras, y más en esta ocasión que nos llega demasiado pronto. Probablemente se me hayan quedado muchísimas cosas en el tintero, seguro, pero ahora es tiempo de llorar las pérdidas y compartir el duelo.

Mapy, siempre estarás en nuestra memoria y nuestros corazones. Descansa en paz.

Barcenitis

Informo que se ha descubierto una nueva enfermedad y creo que la sufro desde hace semanas, se llama «Barcenitis» y por ello he estado ausente de mi blog. Espero recuperarme pronto y volver a escribir algo con fundamento, en diferido o simulado. Eso sí, para acelerar la curación me han recetado unos cuantos sobres, cuanto más abultados mejor (se agradecería la colaboración de todxs lxs lectorxs de este modesto blog). Hasta mi, espero que pronta, recuperación, os dejo con un vídeo muy «instructivo»: http://www.youtube.com/watch?v=S4KzKd_BMOo

El valor del trabajo o la ética de la redistribución equitativa

Enero llegó a mi vida cual Rocío Jurado, “como una ola”, o más bien como un tsunami de nuevos recortes y vulneración de derechos. Ha sido un mes de frenética actividad en la defensa de lo que la clase trabajadora consideraba impensable hace unos años: perder salario, poder adquisitivo y derechos que creíamos conquistados e inamovibles. Y mientras eso sucedía cada día la prensa nos “deleitaba” con un nuevo plato fuerte de corrupción e inequidad política. Mientras nuestro dinero desaparecía de nuestras nóminas, veíamos cómo las cuentas suizas de impresentables corruptos engordaban de forma directamente proporcional a la merma de derechos de la ciudadanía.

Para quien no lo sepa, en la Comunidad Canaria, la Ley 10/2012, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2013, estipulaba que durante todo este año, y como medida de ahorro para evitar despidos (¡¡!!), todo el personal laboral temporal o indefinido por sentencia y funcionariado interino de la Comunidad Autónoma perdía el 20% de su salario (10% si la jornada laboral era inferior a 25 horas), eso sí, con la medida de “gracia” de la proporcional disminución del horario de trabajo, no vaya a ser que consolidemos normativamente la esclavitud.

Pero como quienes dictan las leyes en los gobiernos (en cualquier gobierno) parecen desconocer la realidad de su ciudadanía, la Ley de Presupuestos ha contribuido, no sólo a generar el consiguiente malestar y desesperación en las 3.300 personas afectadas, sino a construir cada vez mayores desigualdades entre el personal al servicio de la Administración Pública.

No sé si seré yo la única persona con una lógica extraña en esta Comunidad Autónoma pero voy a plantear unas hipótesis y un razonamiento que entiendo que hubiera sido el más acertado a la hora de tomar medidas de contención del gasto público.

En Canarias, según datos de 2011, trabajan 130.000 empleadas y empleados públicos, si en lugar de reducirle el sueldo un 20% a 3.300, de los cuales la mayor parte pertenecen al ámbito educativo, y para mayor inri son mujeres, se le reduce un 1% o un 2% a todo el personal público, se ahorra más y se afecta menos la situación económica de personas que ya están cubriendo necesidades de forma ajustada. Si una vigilante de comedor escolar, que ya está en precario ganando unos 500 €, pierde 50 € supone que durante una semana no come, porque 50 €, aunque a ciertos/as políticos/as les pueda parecer sorprendente, suponen una compra semanal de alimentos de primera necesidad para una familia. Si a una mujer profesional, clase media, trabajadora responsable, que gana 1.500 € y que sostiene de forma ajustada una hipoteca de 500 € y dos churumbeles, le restamos 300 € de sueldo (el famoso 20%) la podemos dejar en la indigencia. Pero estas cosas de lógica matemática (y eso que una es de letras), parecen no planteárselas quienes nos gobiernan, ni siquiera los sindicatos que dicen defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores.

Esta sería la lógica de andar por casa: ¿por qué en lugar de reducir un 20% a 3.300 personas se le reduce un 1% a 130.000 y como personal público, independientemente del tipo de contrato, arrimamos todos y todas el hombro para salir de la crisis? Porque, y esta sería la lógica política, es más rentable políticamente joder a 3.300 que a 130.000. Y si no, hagamos un cálculo en número de votos.

Yo sigo creyendo en la bondad de la gente y no me creo que haya gente tan egoísta que prefiera evitar que le descuenten 10 € de su nómina, mientras a una compañera de trabajo de su mismo equipo le descuentan 400 €. No sé si un descuento de 10 € a todo el personal público hubiera sido impopular, tal vez, pero sí tengo claro que hubiera sido más justo. Y porque además hay otro elemento en juego: hay que revalorizar el desempeño público, yo creo en lo público, y creo que las personas que trabajamos en cualquier ámbito de la administración estamos al servicio de la ciudadanía, y no al revés. Estas medidas lo único que consiguen es generar un discurso y una postura contraria a las/os trabajadoras/es públicos: que si no trabajamos, que si estamos todo el día tocándonos las narices, que si nunca estamos en nuestro puesto,… y puede que existan personas así, pero yo puedo asegurar que, al menos en el ámbito educativo que es el que conozco, se trabaja, y mucho. Hay instrumentos e indicadores que miden la productividad del personal, que se apliquen en la Administración Pública y si alguien se está tocando las narices que se vaya, pero no me parece justo que paguemos todos/as por unos/as pocos/as.

Pero sigamos con otro tipo de lógica, aún más redistributiva, ¿por qué en lugar de recortar un 20% de las personas más vulnerables del personal público no recortamos proporcionalmente el salario de aquellas que ganan más hasta llegar a quien gana menos? Un ejemplo:

–          Personal político (con retribuciones habituales en torno a 6.000 € si contamos dietas y demás emolumentos, y que también son, no lo olvidemos, personal público): Un 20%

–          Personal público del grupo A: un 3%

–          Personal público del grupo B: un 2%

–          Personal público del grupo C: un 1%

–          Personal público de los grupos inferiores al C: un 0,5%

¿No sería más justo? Porque ¿cuánto vale nuestro trabajo? ¿Por qué el trabajo de una vigilante de comedor tiene menos valor que el gerente de una empresa pública que gana una pasta gansa? ¿Acaso la vigilante de comedor no cubre un función social vital que es garantizar que nuestros hijos e hijas coman a gusto, con tranquilidad, sin prisas,…? Algo que ahora con la reducción de jornada va a ser un tanto difícil de garantizar, pero no importa, la infancia no vota. Veamos el valor de otros trabajos:

–  “Asesor” de un político: características del puesto: hacer recados, pasar diapositivas a una concejala, hablar por teléfono constantemente y pasearse de despacho en despacho: 50.000 €/año. Requisitos para ocupar el puesto: haber pasado por la cárcel tras conducir sin puntos en el carnet y provocar la muerte de los pasajeros que iban en el coche (Sí, hablo de Carromero, pero hay demasiados Carromeros en el mundo aunque no hayan perdido los puntos del carnet ni matado a nadie).

–  Trabajadora Social (que trabaje con menores, por ejemplo): características del puesto: valorar e intervenir ante situaciones de desprotección en la infancia (malos tratos, abusos sexuales…), intervenir con familias en situación de riesgo o vulnerabilidad para provocar cambios y mejoras en las dinámicas familiares, prevenir el absentismo escolar, determinar los recursos especializados necesarios para abordar la problemática social detectada, planificar, coordinar recursos, escuchar, informar, asesorar, derivar,… (y un sinfín de funciones que no cabrían en este post): 18.000 €/año (con suerte). Requisitos para ocupar el puesto: carrera universitaria (terminada, claro), formación complementaria especializada en el puesto de trabajo a desempeñar, reciclaje profesional permanente, oposición o concurso para acceder al puesto,…

Como dijo “Sorkunde” hace muchos años, “si esto te parece justo, o eres tonto o eres injusto”.

Creo que la población aceptaría recortes equitativos si viera que quienes los imponen son los primeros en dar ejemplo, aceptaría “apretarse el cinturón” si viera que el desempleo disminuye en lugar de aumentar, aceptaría perder un poco si supone que ganamos todas y todos. Pero cuando la población ve que quienes ganan son siempre la misma minoría y quienes se empobrecen empiezan a ser legión, el nivel de hartazgo aumenta hasta niveles preocupantes, y el cinturón empieza a ser usado para atarlo alrededor del cuello en lugar de a la cintura 🙁

El 23 de febrero está convocada una movilización estatal de todas las mareas contra los recortes, si no tomamos las calles masivamente y manifestamos nuestro rechazo a las políticas que lesionan derechos fundamentales de ciudadanía, está claro que nos merecemos que nos retrotraigan a la época franquista. La única lucha que se pierde es la que se abandona, no podemos abandonar hasta que nuestros derechos se vean restablecidos.

NOTA: Si bien he hecho una generalización de la actuación política respecto a la medida de reducción del 20%, lo cierto es que soy consciente del rechazo de ciertas mujeres y hombres con responsabilidades políticas a esta medida y el apoyo que están mostrando a trabajadoras/es afectadas/os. Esas actuaciones individuales son de agradecer, aunque supongan una gota de agua en el mar de los intereses, el oportunismo y la corrupción política que nos invade. Quizás se deberían publicitar más las buenas prácticas políticas frente a las noticias que están generando en la ciudadanía mayor desconfianza y desafección hacia la mal llamada “clase política”.

El año de las mareas

El último día de 2012 se ha despertado frío y oscuro, tal vez ha querido reflejar de forma simbólica lo que ha sido este año.  La frialdad de un Gobierno que no ha dudado ni un segundo en mermar la calidad de vida de la ciudadanía que dice representar y sumir en la desesperanza a millones de personas. Pero frente a eso también ha sido el año de la reactivación del activismo, de los colores de las mareas frente a la oscuridad de un Gobierno gris e incompetente.

Comenzamos febrero tiñendo las calles de violeta, la marea violeta contra los recortes en políticas de igualdad ha estado presente en todas las movilizaciones que se han llevado a cabo a lo largo de 2012 en todos los puntos de nuestro país. Compartimos calles con el verde de la educación, el verde que simboliza la esperanza de que un cambio es posible y que toda transformación ha de contar con una educación pública, coeducativa, laica y de calidad para todxs. Compartimos el naranja contra los recortes en Servicios Sociales, un pilar fundamental del Estado de Bienestar que está profundamente dañado «gracias» a las políticas conservadoras de la derecha más rancia. Compartimos el blanco de la sanidad pública, gratuita y universal frente a la mercantilización y privatización de la misma. Compartimos el negro del duelo por la pérdida de derechos, por la pérdida de empleos,… con la minería, con el personal de la Administración Pública. Compartimos el amarillo de la cultura, de las bibliotecas públicas, de la necesidad de acceso libre y gratuito al conocimiento. Compartimos el rojo de la lucha obrera, de la lucha sindical, de la lucha de una izquierda demasiado desunida frente al bloque pétreo y el rodillo de la mayoría absoluta. Y compartimos los colores de la bandera del Arco Iris, de la diversidad afectivo-sexual, en un año que ha supuesto el reconocimiento constitucional del matrimonio igualitario.

2012 ha sido para el des-Gobierno el año de la venta de la marca «España» como garantía de solvencia y de que «aquí no pasa nada», mientras vivíamos la infamia de la inhabilitación de Garzón al tiempo que los corruptos campaban a sus anchas, mientras se modificaban leyes para que mafiosos como Adelson se instalaran en nuestro país al tiempo que el peso de la ley caía siempre sobre los/as mismos/as, quienes menos tienen (2013 será el año del tasazo judicial por el que la Justicia ya no será justa).

Mientras 2012 ha sido el año del aumento de la pobreza, de la caída de nuestros país en indicadores sobre igualdad de género, de la salida masiva de jóvenes que buscan un futuro mejor que nuestro país no ofrece (sí, esos/as que viajan por «espíritu aventurero»),… 2013 se espera aún peor. Y no es que una sea pesimista por naturaleza, que también, es que me temo que es en lo único que no nos está mintiendo el Gobierno, que nos prepara «psicológicamente» para nuevos recortes de derechos.

Pero frente al estrangulamiento gubernamental, nuestros colores seguirán vivos y más fuertes que nunca. Ojalá 2013 sea el año de la unión, de las redes, de las mezclas de colores por una lucha común, hoy más que nunca no nos puede vencer el miedo o la desesperanza.

Brindemos por un 2013 cargado de activismo y de igualdad compartida. ¡Feliz año!

No es país para sinWERTgüenzas

Pensaba titular esta pequeña reflexión «No es país para gente decente», parafraseando la peli de los hermanos Coen (que por cierto, aún no he visto), pero como creo que la gente decente sí tiene (tenemos) un hueco en este país, y lo que sobra es la escoria, los/as indecentes, los ladrones de guante blanco, los mangantes, estafadores, vividores y explotadores del dolor ajeno, pues eso, al final en un arranque de optimismo, impropio en mí, lo titulo en positivo.

Este post viene motivado porque cada vez más me siento menos orgullosa de ser española, en la época de Aznar y el trío de las Azores me pasaba lo mismo. El mamoneo gobernante me produce una sensación de desasosiego y frustración importante, la desfachatez de los fachas (de quienes siempre pienso que no puede llegar más lejos y siempre me equivoco) es tal, que no entiendo cómo todavía puedo seguir abriendo la prensa sin salir corriendo a vomitar. En los últimos días hemos asistido a frases memorables. Después del «que se jodan» de Andrea Fabra, nos llega la inefable Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, diciendo que lxs jóvenes en este país no emigran por falta de oportunidades sino por «espíritu aventurero«, o la «simpática» diputada del Parlamento valenciano, Pilar Sol, que aseguró que lxs pobres gastan las prestaciones sociales en teles de plasma, o el desvergonzado Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que tras la que hay montada en Madrid para protestar contra la privatización de la sanidad madrileña, afirma que la acción de «abrazar los hospitales» como símbolo del apoyo a la pública es «una muestra de afecto«. ¡¡¡Y se quedan tan anchos!!!

Es que les da igual todo, les da igual que la sanidad madrileña esté en pie de guerra, les da igual dejar a casi toda la plantilla de TeleMadrid en la puñetera calle para colocar a lxs de su cuerda, les da igual incumplir su programa electoral, cargarse la atención a la dependencia, reducir las pensiones, volver a modelos educativos franquistas que no respetan la diversidad lingüística del país,… Lo único que no les da igual es enriquecer a lxs suyos, eso es lo único que les importa. Cuando veo la detención de Díaz Ferrán y la pasta que acumulaba en su casa (y fuera de su casa), se evidencia que no estamos ante una crisis, sino ante un monumental atraco. Pero también les da igual, por mucho que hablemos del reparto de la riqueza, de lo injusto que se está volviendo este país, de la expulsión acelerada de cada vez más familias del sistema, del derrumbe del Estado de Bienestar y el consiguiente aplastamiento de quien pilla debajo, mientras ellxs tengan garantizadas sus prebendas y emolumentos todo estará «bien» (eso sí, a ser posible en torno a 10.000 € al mes, que ser político/a por menos como que no).

Lo de Díaz Ferrán (y lo de todos los «Díaz Ferrán» que aún no conocemos) impulsa a emigrar (y no precisamente por «espíritu aventurero) o coger una metralleta, pero como una es pacifista y tampoco tiene recursos para emigrar, habrá que agudizar el ingenio y el aguante para que lo que nos queda por delante: unidad y resistencia.Y buscar alternativas políticas… esas que en estos momentos no encuentro. ¡¡¡Madina!!! ¿dónde estás? ¿Cabe la posibilidad de que para las próximas elecciones exista un partido político (de izquierdas, por favor) tan cohesionado y tan coherente que se postule como alternativa real a lxs fachas? En estos momentos de desencanto, lo dudo. Igual dentro de algunos post estoy más animada, no sé si será la navidad o la prensa, pero despúes de ver cómo se indulta a torturadores y estafadores y enchironan a un joven rehabilitado por una papelina de nada, y mientras los papeles con la banderita de Europa impresa se acumulan en los bancos suizos, la ausencia de ética y valores me hacen descender a los infiernos.

 

Razones para la huelga

Hay mucha gente que piensa que ir a la huelga no sirve para nada, hay demasiada gente con apuros económicos como para permitirse que le descuenten un día de sueldo, que ya bastante recortado lo tenemos, hay gente que tiene miedo a perder el frágil y precario trabajo que tiene, hay gente que piensa que las políticas de recortes del PP son la única alternativa para salir de la crisis, en fin, hay gente pa’ todo.

Para toda esa gente que no tiene clara la necesidad de la huelga, aquí van algunas razones:

– Porque estamos viviendo un momento «histórico», pero que la historia recordará como la etapa en la que se quebró el bienestar social en España, la época en la que los derechos de ciudadanía fueron aniquilados y el pueblo lo permitió. El sistema se ha convertido en un elemento perverso que en lugar de proteger a la población más vulnerable, garantiza los privilegios de los ricos, expulsando a una velocidad de vértigo a cada vez más personas hacia la exclusión social.

– Porque no estamos ante una crisis, estamos ante una estafa de monumentales proporciones, una guerra económica y un desigual e injusto reparto de la riqueza. Porque las grandes fortunas se incrementan en tiempos de «crisis», mientras la clase trabajadora es asfixiada por el capital.

– Porque los derechos de ciudadanía deben ser universales, porque las personas inmigrantes han de tener derecho a la sanidad pública.

– Porque las mujeres estamos retrocediendo en derechos a épocas preconstitucionales, estando en juego en estos momentos los derechos sexuales y reproductivos que tanto nos costó conquistar.

– Porque la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales deben ser los rescatados y no los bancos.

– Porque la Vivienda es un derecho constitucional que se está vulnerando a diario.

– Porque vivimos en un país con casi 6 millones de personas en paro mientras las grandes empresas aumentan sus beneficios.

– Porque si paralizamos el país con una respuesta masiva, tal vez la mayoría absoluta que nos aplasta se replantee algún cambio, por mínimo que sea, pero si no hacemos nada y seguimos actuando como «borreguitos y borreguitas», nos seguirán machacando hasta que sea demasiado tarde para reaccionar.

– Porque de nuestras acciones presentes, depende nuestro futuro.

Por todas estas razones, y muchas más, me iré a la huelga el 14 de noviembre.

La distracción del verano

Estoy convencida de que la venerable ancianita que ha destrozado la pintura esa del Ecce Homo que ni dios conocía, en el pueblo del que nunca había oído hablar hasta ahora, pero que tiene nombre de pijo,  es un topo del PP. Sí, un topo (o mejor una topa) entrenada para desviar la atención de los asuntos realmente importantes. Porque si no, no me lo explico. No me explico que con la que está cayendo (recortes y más recortes, atención sanitaria negada, vulneración de derechos,…) las redes sociales se hayan «colapsado» de gente que se parte el culo con la «proeza» de la señora.

Reconozco que al principio me hizo gracia, pero después de que me hicieran una profunda reflexión al respecto, ya maldita la gracia que me hace. Esa pobre señora se ha convertido en blanco de burlas y objeto de una posible demanda por daños al «patrimonio». ¡Coño ni que se hubiera cargado un Velázquez! Y mientras, en España, los ministros se compran áticos de medio millón de euros, pontifican sobre lo estupenda que es la enseñanza segregada por sexos, van a retrotraernos a las mujeres al medievo con la reforma de la ley del aborto, las personas inmigrantes se quedarán sin atención sanitaria en unos pocos días, nos van a rescatar y los banqueros podrán seguir cobrando medio millón de euros al año (pa’ comprarse un ático al lado del ministro). Y medio Internet volcado en una pintura de un Ecce Homo. ¡Así nos va!

Fuera de España también pasan cosas «estupendas»: el fin del Ramadán ha desatado a todos los machis de El Cairo (entiéndase que lo del Ramadán es una excusa como cualquier otra para dejar que el machismo y la misoginia campen a sus anchas), un congresista estadounidense se ha desatado solo, sin necesidad de Ramadán, y ha dicho que a las mujeres, cuando nos violan de verdad, se nos tiene que cerrar algo para no quedarnos embarazadas. Yo me he puesto a buscar desesperadamente el «algo» que se supone que se tiene que cerrar pero no lo encuentro. Ainssss! igual no soy una mujer normal, le preguntaré al tal Akin, a ver qué opina. Tampoco entiendo eso de las violaciones legítimas, debe ser que no soy republicana yanqui, porque en nuestro país lo de ser republicana es otra cosa, aunque los machis, sean de izquierdas o derechas, en ocasiones tienen planteamientos muy similares respecto a las mujeres, qué curioso, no?

Y así, entre declaraciones y noticias misóginas, va pasando una el verano más caluroso de la historia (al menos el más caluroso de la historia que mi escasa memoria recuerda).

Eso sí, también hay buenas noticias, frente al acoso y hostigamiento en los espacios públicos que sufren las egipcias, y todas las mujeres en todos los países, desgraciadamente no es un fenómeno exclusivo de El Cairo, hay iniciativas que se rebelan frente al acoso. En España, gracias a mi nueva ídola, Alicia Murillo, se está llevando a cabo el proyecto «El cazador cazado» consistente en evidenciar, encarar, filmar y denunciar el hostigamiento en la calle. Absolutamente recomendable el blog de Alicia. En Nicaragua, otra interesante experiencia del Colectivo O-KAN (gracias a June Fernández por compartirla en Facebook), me hace creer que la resistencia sigue siendo posible, que las mujeres cada vez estamos más hartas de la violencia, de las violencias que sufrimos en todas partes y por todas partes y cada vez somos más creativas para desarrollar estrategias de afrontamiento y denuncia.

Y para soportar mejor lo que queda de verano y lo que queda de la legislatura que pasará a la historia por destruir el Estado de Bienestar, os dejo la creación artística más lúcida e inteligente que he visto en mucho tiempo. Algo que nos tendría que hacer reflexionar (además de reír), yo me lo he pasado en grande (gracias, gracias, gracias a Alicia):

http://www.pikaramagazine.com/?p=6771

Un mes de infarto… y lo que nos espera!

Se acaba julio y tengo la sensación de no estar de vacaciones. Entre subidas y bajadas de la dichosa prima, manifestaciones, reuniones, ruedas de prensa y cabronadas varias de la gente que se supone guay y en la que deberías poder confiar ha sido un mes «estupendo». A Rajoy le debe haber parecido igual de estupendo, total, eso de joder al personal a la derecha le viene de viejo y no se les caen los anillos por reducir derechos y prestaciones; cargarse leyes como las de la autonomía personal y atención a la dependencia o la de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo le debe parecer a los/as fachas del PP peccata minuta. Y así nos tienen, con un sobresalto tras otro, rearmándonos para combatir la modificación del aborto que se nos viene encima y sin poder descansar, que ya se sabe que es una estrategia de tortura, agota al «enemigo» y así tendrá menos fuerzas para combatir… pero no lo lograrán, resistiremos (aunque sirva a de poco a las mayorías absolutas). A Gallardón (el ex-«chachiprogre» del PP) no le conmueve nada, ni las madres que han tenido embarazos de fetos con graves malformaciones, ni especialistas de reconocido prestigio, ni su propia gente, ya que según las encuestas esta reforma no la comparte ni la conservaduría pepera.

Pero por lo que parece hay otros intereses en juego, y sospecho que además de las presiones de la iglesia, algún pepero debe tener una red de clínicas abortistas (o piensa instalarla próximamente) porque lo único que mueve al PP es el dinero y el afán privatizador. Si no, no lo entiendo, no me puedo creer que sea pura y dura misoginia, con lo bueno que parecía el hombre que hasta fue portada de Zero (¿se hundiría por eso?) y contestaba tan simpático a esos izquierdosos de «El Intermedio» o «Salvados».

¿De verdad Gallardón vas a retrotraer los derechos de las mujeres al oscurantismo medieval? ¿De verdad vas a vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres?

Sólo espero que las feministas que hemos salido a la calle para protestar por la reforma laboral, por los recortes y por todos los desaguisados de este desgobierno, nos sintamos tan arropadas por nuestros compañeros/as progresistas cuando tengamos que salir a la calle para defender nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestro cuerpo.