¡Qué tiempos aquellos!…

«Con Franco, la Administración funcionaba mejor«… no, no lo digo yo, lo dice el Defensor del Pueblo canario (que aquí se llama Diputado del Común, los comunes, que menos mal que no nos han llamado vulgares, debemos ser la ciudadanía asqueada de escuchar «perlas» como la que ha soltado Manuel Alcaide esta semana).

Pues sí, en Canarias tenemos la «inmensa suerte» de que el personaje que tiene que defender al pueblo añore el franquismo. Esa gloriosa época en la que la Administración funcionaba como un cuartel… pues claro que sí! como debe ser! tanta democracia, tanta democracia…! con Franco nadie se atrevía a protestar a la Administración… ¡por eso funcionaba bien! Bueno, y si protestaban… una temporada en un calabozo y se te quitaban las ganas de protestar. La verdad es que sí, con Franco se vivía muy bien: las mujeres tenían que pedirle permiso al marido para casi todo, no había «invasiones» migratorias (sólo emigrábamos e «invadíamos» otros países, pero claro, eso los españoles de bien lo podían hacer, la gente de otros países debería pensárselo mucho antes de «invadir» nuestra gloriosa patria, una grande y libre) y no había colas en la Administración, te atendían estupendamente, todo muy profesional… Desde que llegó la democracia todo se ha estropeado, entran concejales sin preparación, en fin… Les sugiero ampliar la información en los enlaces y leer la Carta de Franco a Manuel Alcaide en la que el caudillo le agradece los piropos que le dedica.

Las reacciones de los grupos políticos canarios ante semejante dislate no se han hecho esperar. El PSOE, por supuesto, exige su dimisión, CC (Coalición Canaria) que es experta en nadar y guardar la ropa, dice que las declaraciones son «inoportunas» pero eso de que dimita ya es mucho pedir y el PP, no las comparte aunque las respeta y afirma que esa opinión la comparten muchos catedráticos (ante lo que yo afirmo que ser catedrático no garantiza tener un cerebro medianamente sano).

Copio parte de una noticia de Diario de Avisos (03-07-09) sobre este aspecto:

«Es indigno para representar a la institución del Diputado del Común», consideró el representante socialista Marcos Pérez, quien consideró que los grupos parlamentarios deben proceder de forma inmediata a desbloquear la renovación de los órganos parlamentarios -entre los que se encuentra el Diputado del Común, y que lleva pendiente de resolver desde hace más de dos años-. No obstante, también reclamó al presidente del Gobierno, Paulino Rivero, a que se pronuncie por su dimisión.

La diputada de CC Flora Marrero opinó que las palabras de Alcaide fueron «inoportunas» y «completamente fuera de lugar». No obstante, matizó que no cabe la petición de dimisión, sino renovar los órganos dependientes del Parlamento de Canarias, por lo que instó al PSC a dejar su posición de renovarlos en bloque, y comenzar por el Diputado del Común.

No comparto, pero respeto

En último término, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, declinó hacer peticiones de dimisión y enmarcó las declaraciones de Alcaide como una opinión personal. «No está haciendo un canto a la dictadura, sino a cómo funcionaba la administración, y es una opinión que comparten muchos catedráticos».

En fin, y cambiando totalmente de tercio… por si no tuviera bastante con las declaraciones de Alcaide sobre el franquismo, hoy El País me «deleita» con una crítica musical francamente misógina. Bajo el título «Voces de mujer a ritmo de folk«, se hace referencia a una nueva generación de jóvenes cantantes que irrumpen en la música española. Todas ellas son jóvenes y tienen un mismo estilo musical como denominador común: el folk (también El País puntualiza que otro aspecto que tienen en común es que son guapas, que como todo el mundo sabe, es vital para triunfar en la música). Si esto fuera lo único indignante, lo hubiera dejado pasar, como tantas otras cosas que lee una a diario en la prensa y no se para a escribir un post para el blog. Pero no, en el artículo se alude a este nuevo movimiento musical con dos términos muy curiosos: «las lloricas» o las «menstruapop». No voy a escribir una detallada perorata acerca de los estereotipos de género, de la misoginia imperante en el mundo musical (y en todos los mundos), del sexismo en los productos culturales,… No, sólo voy a hacer una pregunta ¿si este movimiento estuviera formado por chicos, los llamarían «los lloricas»? Lo de menstruapop es tan impresentable que no merece que pierda más el tiempo.

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