Jorge Corsi detenido en Argentina acusado de pederastia

La detención de Corsi me fastidia las vacaciones. Una que se viene a descansar y a desconectar del mundo, pues no hay manera; el 26 de julio nos enterábamos en Budapest de la detención en Argentina de Jorge Corsi por liderar, presuntamente, una red de pederastia. Corsi, para quien no lo sepa, es un conocido psicólogo especialista en violencia de género, entre otras cosas, autor de numerosos libros y artículos sobre el tema, de los que hemos bebido muchas/os especialistas en esta materia.

Conocía a Corsi por su trabajo desde la década de los 90, pero no había tenido la oportunidad de escucharle «en directo» hasta el mes de noviembre de 2007. Por esas fechas se organizaron en nuestro país dos acontecimientos formativos en los que participó Corsi: unas Jornadas sobre Violencia de Género en Tenerife y un Congreso Internacional del mismo tema en Santiago de Compostela. No acudí al encuentro de Tenerife porque una, que es «fan» de Marcela Lagarde, se plantó en Galicia para cambiar de aires y conocer nuevas experiencias. Algunas compañeras de la Asociación Contramarea acudieron al evento de Tenerife y valoraron positivamente sus planteamientos, especialmente en lo que se refería a la recuperación integral de las mujeres víctimas de violencia. En Santiago de Compostela su exposición no fue tan novedosa, pero estuve hablando algunos minutos con él y las conclusiones a las que llegué no fueron muy alentadoras: Corsi me pareció que iba muy de «divo» y poco cercano al público asistente, no así el resto de ponentes. Lo más llamativo de Santiago de Compostela es que fue Corsi el que inauguró el congreso, frente a ponentes de la talla de Marcela Lagarde. No deja de resultar curioso que, simbólicamente, las feministas sigamos colocando en primer lugar a los hombres, incluso en aquellos temas que nosotras dominamos más. Y si bien es importante que los hombres se sumen a la lucha por la igualdad, también lo es tener claro quién abandera la lucha, o al menos, la necesidad de caminar al mismo paso.

La detención de Corsi supone un duro golpe para aquellos hombres por la igualdad que han tomado como referencia sus trabajos y también para las propias mujeres, Resulta frustrante e indignante que alguien que predica una cosa haga otras muy diferentes, máxime en un terreno tan delicado como la violencia en el ámbito familiar, y especialmente, la violencia de género. Quizás esto pueda servir a las hombres «profeministas» para replantaerse verdaderamente la coherencia de sus creencias y actuaciones, y si realmente se creen lo que hacen y dicen. La nueva masculinidad, pese a los avances, especialmente en la asunción de una paternidad responsable y una mayor corresponsabilidad en las tareas domésticas, sigue careciendo de una auténtica transformación del modelo tradicional masculino. También es cierto que por el hecho de la detención de Corsi no podemos «meter en el mismo saco» a todos los hombres que están trabajando a favor de la igualdad, pero este acontecimiento puede sembrar dudas sobre el trabajo de muchos «profeministas».

Según las últimas noticias después de la detención, Corsi se había negado a declarar ante la jueza que instruye el caso; también se sospechaba de su actividad pedófila en España, Puerto Rico y República Dominicana, de hecho, en nuestro país estaba bajo vigilancia pues se presuponía que sus viajes como conferenciante servían de pantalla para establecer redes con pedófilos de otros países; el 4 de agosto la Universidad de Buenos Aires, donde Corsi dirigía una Maestría en Violencia Familiar, lo suspendió «provisionalmente» de todas sus funciones, asimismo, la editorial Paidós ha pedido a las librerías que se abstengan de vender ejemplares de su obra, retirando del mercado argentino sus libros; habrá que estar atenta y llevar un seguimiento de las noticias de Argentina para valorar de cerca el proceso.

Siempre he dicho, medio en broma medio en serio, que «de los hombres profeministas líbrenme las diosas, que de los machistas ya me libro yo»; este asunto ha venido a confirmar esta máxima.

6 comentarios sobre “Jorge Corsi detenido en Argentina acusado de pederastia”

  1. El feminismo no es amarillo

    Sí, como dice María Ferraz a quien no conozco, yo también creo que Jorge Corsi a veces puede llegar a resultar soberbio, lo que me puede molestar, pero ¿qué relación tiene eso con la pedofilia?
    -Sí, yo también sé que aún hoy no pocas mujeres siguen legitimando más la palabra masculina que la femenina. Es algo a revisar seriamente cuando de feministas se trata.
    -Sí, yo también creo que aún hoy la masculinidad tradicional sigue
    esperando una transformación verdaderamente profunda. Está claro que algunos cambios sólo producen el efecto “maquillaje” de más de lo mismo.
    -Sí, yo también creo que algunos hombres festejan alegremente logros que aún no son tales.
    -Sí, me molesta cuando algunos se creen eruditos de lo que sólo son
    aprendices con buenas intenciones.
    -Sí, me molesta que algunos utilicen “la Igualdad», como una posibilidad más de protagonismo y poder.

    Pero NO, NO ESTOY DE ACUERDO, con que si Jorge Corsi cometió el terrible delito de estupro, por el que al día de hoy está procesado y no condenado – la presunción de inocencia no sólo le asiste a él, sino que es hoy una necesidad de much@s profesionales consternad@s-, esto afecte a la credibilidad de todos los hombres que se interesen de alguna manera, por los valores igualitarios. A las feministas siempre nos han sobrado argumentos éticos y válidos para luchar contra el patriarcado, que porque aún no se rinde nos obliga a seguir invirtiendo nuestras energías en combatirlo seriamente. No necesitamos y no es lo nuestro, caer en lo que ha caído la prensa amarilla argentina, precisamente con este mismo tema.

  2. Hola Susana, estoy de acuerdo básicamente contigo, quizás quedó poco claro en mi comentario incidir suficientemente en la presunción de inocencia; no cuestiono el trabajo de los hombres por la igualdad, este blog simplemente recoge reflexiones para debatir, y sin invalidar el trabajo tan interesante que están haciendo muchos hombres a favor de la igualdad de oportunidades, sí pensaba que podría ser una buena ocasión para reflexionar sobre la coherencia de muchos de sus planteamientos. He conocido hombres que se declaran «igualitarios» que no les suponía ningún rubor declararse a favor de las relaciones sexuales con menores (parece que Corsi no es el único, presuntamente). De todas formas no era mi intención caer en el amarillismo, así que gracias por tu comentario. Ojalá se demuestre que Corsi no es culpable de ningún delito, porque resultará lamentable que sus postulados teóricos en materia de violencia queden denostados por este tema.
    Y sí, tienes razón en que la soberbia de Corsi no tiene nada que ver con la pederastia, no pretendía relacionarlo, era sólo por intentar transmitir la percepción que tuve de él en el citado congreso.
    Saludos cordiales

  3. Saludos, acotando:

    «»Siempre he dicho, medio en broma medio en serio, que “de los hombres profeministas líbrenme las diosas, que de los machistas ya me libro yo”; este asunto ha venido a confirmar esta máxima.»

    La categoría de máxima, me parece un tanto exagerado y generalizador, un tanto de avaricia cognitiva. Muy sectario y un tanto retrógrada. Pero como es medio en broma, mi comentario sólo aplica a la mitad de lo dicho. En la lucha por la equidad de géneros, Algúna persona justa existirá, o media just@, que quiera ayudar con un verdadero sentido solidario, la causa de la mujer, o más aún, de la humanidad.

  4. Yo diría libérenme de las feministas que trasnforman el «ser mujer» en la conidicón máxima para «tener la razón» y el dominio de los temas. Ya harto se ha escrito de las diferencias entre sexo y género, como para seguir hablando de las determinancias de lo biológico. No conozco a Corsi más que en sus escritos, pero ello no importa a la hora de apoyar un juicio justo y reconocer la asimetría de poder entre el individuo y los medios de comunicación…y las instituciones de justicia…Ojo, chiquillas feministas que a veces las mismas mujeres nos cansamos de estos discursos estereotipados respecto de los varones. No por ser mujer o varón se está condenada a pensar de cierta manera…

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