Sobre demandas, necesidades y expectativas en Trabajo Social

Mi cambio de trabajo me inspira para reflexionar sobre mi profesión… Recientemente he atendido a los padres de un chico con una grave discapacidad. La valoración de anteriores trabajadoras sociales y profesionales del sistema educativo que conocían a la familia es que «no responde», que «se les explican las cosas y no las hacen» y así sucesivamente. Conmigo han respondido. ¿Y por qué? ¿Acaso tengo una varita mágica? ¿Soy la mejor trabajadora social del mundo mundial? (Soy buena, sí, modestia aparte porque no tengo abuela, jajaja, pero no, tampoco es cuestión de echarme flores). Han respondido sencillamente porque ahora pueden hacerlo, porque tienen tiempo, porque cuando otras personas valoraban que era una familia desastrosa, se mataban a trabajar de lunes a domingo, de la mañana a la noche, para sacar adelante a la familia. Tan irresponsables no pueden ser unos padres que han hecho llegar una hija a la universidad, digo yo…  Sigue leyendo Sobre demandas, necesidades y expectativas en Trabajo Social