La distracción del verano

Estoy convencida de que la venerable ancianita que ha destrozado la pintura esa del Ecce Homo que ni dios conocía, en el pueblo del que nunca había oído hablar hasta ahora, pero que tiene nombre de pijo,  es un topo del PP. Sí, un topo (o mejor una topa) entrenada para desviar la atención de los asuntos realmente importantes. Porque si no, no me lo explico. No me explico que con la que está cayendo (recortes y más recortes, atención sanitaria negada, vulneración de derechos,…) las redes sociales se hayan «colapsado» de gente que se parte el culo con la «proeza» de la señora.

Reconozco que al principio me hizo gracia, pero después de que me hicieran una profunda reflexión al respecto, ya maldita la gracia que me hace. Esa pobre señora se ha convertido en blanco de burlas y objeto de una posible demanda por daños al «patrimonio». ¡Coño ni que se hubiera cargado un Velázquez! Y mientras, en España, los ministros se compran áticos de medio millón de euros, pontifican sobre lo estupenda que es la enseñanza segregada por sexos, van a retrotraernos a las mujeres al medievo con la reforma de la ley del aborto, las personas inmigrantes se quedarán sin atención sanitaria en unos pocos días, nos van a rescatar y los banqueros podrán seguir cobrando medio millón de euros al año (pa’ comprarse un ático al lado del ministro). Y medio Internet volcado en una pintura de un Ecce Homo. ¡Así nos va!

Fuera de España también pasan cosas «estupendas»: el fin del Ramadán ha desatado a todos los machis de El Cairo (entiéndase que lo del Ramadán es una excusa como cualquier otra para dejar que el machismo y la misoginia campen a sus anchas), un congresista estadounidense se ha desatado solo, sin necesidad de Ramadán, y ha dicho que a las mujeres, cuando nos violan de verdad, se nos tiene que cerrar algo para no quedarnos embarazadas. Yo me he puesto a buscar desesperadamente el «algo» que se supone que se tiene que cerrar pero no lo encuentro. Ainssss! igual no soy una mujer normal, le preguntaré al tal Akin, a ver qué opina. Tampoco entiendo eso de las violaciones legítimas, debe ser que no soy republicana yanqui, porque en nuestro país lo de ser republicana es otra cosa, aunque los machis, sean de izquierdas o derechas, en ocasiones tienen planteamientos muy similares respecto a las mujeres, qué curioso, no?

Y así, entre declaraciones y noticias misóginas, va pasando una el verano más caluroso de la historia (al menos el más caluroso de la historia que mi escasa memoria recuerda).

Eso sí, también hay buenas noticias, frente al acoso y hostigamiento en los espacios públicos que sufren las egipcias, y todas las mujeres en todos los países, desgraciadamente no es un fenómeno exclusivo de El Cairo, hay iniciativas que se rebelan frente al acoso. En España, gracias a mi nueva ídola, Alicia Murillo, se está llevando a cabo el proyecto «El cazador cazado» consistente en evidenciar, encarar, filmar y denunciar el hostigamiento en la calle. Absolutamente recomendable el blog de Alicia. En Nicaragua, otra interesante experiencia del Colectivo O-KAN (gracias a June Fernández por compartirla en Facebook), me hace creer que la resistencia sigue siendo posible, que las mujeres cada vez estamos más hartas de la violencia, de las violencias que sufrimos en todas partes y por todas partes y cada vez somos más creativas para desarrollar estrategias de afrontamiento y denuncia.

Y para soportar mejor lo que queda de verano y lo que queda de la legislatura que pasará a la historia por destruir el Estado de Bienestar, os dejo la creación artística más lúcida e inteligente que he visto en mucho tiempo. Algo que nos tendría que hacer reflexionar (además de reír), yo me lo he pasado en grande (gracias, gracias, gracias a Alicia):

http://www.pikaramagazine.com/?p=6771

2 comentarios sobre “La distracción del verano”

  1. ¡Me ha encando tu artículo, brillante como la autora! Y me ha encantado Pikara Magazine, el vídeo de Alicia (jajajajaja, me he reido como hacía tiempo que no lo hacía, felicidades) y el proyecto de June. Ánimo a todas compañeras.

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